Capítulo 10 Jann está sentado sin poder mantener su concentración en el trabajo, pensando sobre si será buena idea comprar una casa para ambos en vez de simplemente vivir en un apartamento donde solo los separa una pared. Con la llegada del bebé, le gustaría tener las mismas oportunidades que ella, por lo que decide dar el primer paso y contactar a un agente de bienes raíces. Al salir del trabajo al final de la tarde, se va al apartamento con varias opciones de casas disponibles que le enviaron, con los requerimientos que él pidió. Piensa hacer una cena para plantearle la situación a Leticia, esperando que acepte. —Leticia, ¿estás ocupada esta noche? Le pregunta en cuánto le atiende la llamada. —Hasta el momento, no tengo nada planificado. —He comprado unas cosas para hacer una cena y me gustaría que me acompañaras, además de que me gustaría hablar contigo de algo en particular. —¿Algo como qué? —Sobre nuestro futuro y el bebé, tranquila no tiene nada que ver con una boda —se

Capítulo 12 Leticia camina a su oficina, distraída en sus pensamientos, hasta que choca con alguien. —Lo siento —levanta la mirada viendo a su tío cruzado de brazos— ¿ha sucedido algo? —Eso mismo me pregunto yo, te ves cansada y preocupada, algo poco usual en ti ¿acaso ese imbécil te ha hecho algo? —No te vayas por ese camino, por favor y si de hecho las cosas fueran así, eso sería problema de él y mi persona, nadie se tendrá que inmiscuir —responde sin filtro, poniéndose a su nivel—, se vienen cambios, he tomado cierta decisión y espero que mantengan su palabra. Leticia pasa por su lado, dejando a su tío sorprendido por sus palabras. Nunca le había respondido de esa forma, pero todos tienen un límite y ella llego al suyo. En la mañana atiende la primera reunión, llegando a un buen acuerdo con el cliente ruso, un hueso duro de roer, ya que al ser una persona algo mayor, no se sentía muy seguro al instalar un panel inteligente en su restaurante. Almuerza en compañía de sus t

Capítulo 14 —Fuiste muy brusco con ella, el que no supiera que esa casa tenia piscina no era un error por el que debió ser regañada —le dice en cuanto suben al carro. —Lamento si te asuste o te puse incomoda, pero algo debes saber de mí, me gustan las cosas bien hechas, sin error ni excusas, mucho menos si se trata de ti o de mi hijo. En esto me parezco mucho a tu padre, lo siento. —Al menos te disculpas, él no lo habría hecho. Leticia había pensado que lo de ir a casa de sus abuelos era una excusa de Jann para irse, pero realmente se dirigen a casa de la residencia de los Walker. —¿Platicas seguido con mis abuelos? —pregunta curiosa. —Tu abuelo suele llamarme para saber cómo va todo, ocasionalmente me visita a la oficina —se detiene en el semáforo y al verla se ríe por su expresión— tranquila, son visitas pacíficas y agradables. —Las palabras pacíficas y agradables en una misma oración nunca van acompañadas del apellido Walker —resopla. —Es algo con lo que tendré que lidiar ha

Capítulo 16 Toronto, Canadá Carla se encuentra tomando su café, mientras se pasea por las noticias cuando ve una foto que llama su atención. —Pero, ¿Qué significa esto? ¿Cómo que está esperando un bebé? —su mano empieza a temblar y su pecho a doler— mi padre no puede enterarse de esto. Se levanta nerviosa dejando el dinero sobre la mesa y se va del lugar. Necesitando llegar al hotel y pensar que va hacer ahora, no puede solo quedarse de brazos cruzados. —Necesito que me consigas un vuelo a New York urgente— le pide a su asistente con urgencia. —Los vuelos están suspendidos por mal tiempo —le responde nerviosa. —¡No me importa, consigue ese vuelo ya! —le grita por el teléfono y cuelga. Minutos después su teléfono suena, es su madre. Teme responder, no sabe qué va a decirle. La llamada se cae y vuelve a llamar. —Hola mamá, ¿Cómo estás? —trata de sonar casual, aunque sus manos tiemblan al volante. —¿Me puedes explicar cómo es que Jann va hacer padre? ¿Nos has estado mintiendo Ca

Capítulo 18 Carla llega a New York y se contacta con la asistente de Jann en Washington esperando que ella pueda decirle en donde puede ubicarlo. —Lo siento señora, el señor me ha prohibido darle algún tipo de información a usted —le informa nerviosa. —No vengas con esa bobada, recuerda que soy su prometida, así que si usted no quiere meterse en problemas lo mejor es que me digas ¿dónde tiene su oficina en Nueva York? —Le grita eso último, esperando que surta efecto como antes. —Lo siento, señora. Cuelga el teléfono rápido, como si de ese modo evitara que Carla saliera por el. —Me ha colgado está estúpida —comenta indignada— ¿que se ha creído? me las va a pegar, porque esto no se va a quedar así. Busca en internet a ver si encuentra algo de información sobre su paradero, pero no consigue nada, por lo que decide irse a un hotel, frustrada, hasta lograr conseguir información. Después de almorzar, descansar un poco y hacer unas cuantas llamadas, logra dar con él. Estaba a punto de