Con solo cruzar la puerta, los nervios se apoderan de mi sistema, no sé si seré capaz de hacer esto. No es lo mismo subirse a hacer karaoke donde cualquiera canta a ser presentada como una cantante profesional donde el más mínimo error o desafinación será juzgado o peor aún, abucheado... Sin ser consciente de lo que me rodea estoy comenzando a temblar y cuando siento un toque en mi brazo hace que dé un salto en mi lugar del susto. -Tranquila diosa, me alegra mucho que por fin hayas llegado. Ya comenzaba a creer que no vendrías.- me sorprende la voz de Matías, el dueño del bar que se acercó sin que lo notara. -Lo siento, estoy un poco nerviosa.- digo con una sonrisa tímida. -No tienes de qué preocuparte, sé que harás un excelente show esta noche.- dice y de pronto mira a mi alrededor buscando algo. -¿Qué sucede?- pregunto. -¿Has venido sola? Pensé que tu novio te acompañaría.- comenta sorprendido. -Eh… Si, vine sola. Y él no es mi novio, solo es un compa
Leer más