Diana es la típica chica asocial del colegio enamorada del chico popular que obvio no sabe de su existencia, o al menos eso creía ella hasta que un proyecto los une haciendo se terminen enamorando. Eso es lo que ella creyó... Lo que nunca se imaginó es que su mundo cambiaría completamente luego de que él pase por su vida. Apolo aprenderá tarde que es cierto que uno no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde... definitivamente...?
Leer másHabía pasado solo un mes desde aquella noche llena de emociones para ambos y aún seguían recorriendo el mundo en familia, solo ellos tres en un yate que les regaló el Sr. Lucca De Rossi y su esposa. El hombre quedó tan conmovido por la historia de amor que les contó la pareja que sin pensarlo mandó a prepararles un yate en ese mismo momento y les dijo que a partir de la mañana siguiente se aventurarían a recorrer el mundo en barco para poder disfrutar del amor que se profesaban con solo mirarse a los ojos. Al principio tanto Diana como Apolo se negaron ya que no querían abusar de un nuevo socio por más que éste tuviera una compañía de cruceros también alegaron que no sabían navegar pero nada de eso fué excusa aceptable para el terco Italiano que les dijo que pondría a
Diana La oscuridad me rodea por completo, me envuelve en sus brazos y por más que lo intento o me quiero zafar parece que me sostuviera con más fuerza que antes. Miro a mis alrededores y no encuentro una salida, sé que no puedo quedarme aquí, siento una angustia en mi alma que no me deja descansar en paz aunque estoy un poco cansada de luchar, de constantemente remar contra la corriente, si me pongo a repasar lo que ha sido mi vida desde que tengo memoria nada parece tener sentido. He luchado tanto para permanecer siempre de pie que en este momento en brazos de la oscuridad no parece tan mal sitio para quedarme a descansar… Pero hay algo que no me deja, hay algo en mi alma que me dice que no puedo rendirme ahora, es una sensación extraña que insiste en que necesito mantenerme aferrada a la vida.
Apolo -No Lucius, no puede estar pasando esto. ¿¡Por qué nadie en este jodido hospital me dice cómo está mi mujer!?- grito desesperado caminando de un lado a otro por el pasillo de la sala de espera mientras Lucius permanece sentado con los codos en las rodillas y la cabeza entre las manos claramente llorando por el temblor que veo en sus hombros. -Señor, necesito que se calme y me deje curar la herida de su cabeza..- Una enfermera se me acerca e intenta ponerme una mano encima pero me alejo de un movimiento brusco. -No… ¡No me toque, no necesito nada. Y me voy a calmar cuando me digan cómo está mi mujer!- le digo con mi cara más furiosa porque sinceramente creo que estoy a punto de perder el control y volverme loco de ira para c
Diana Un llanto mezclado con risas de felicidad escapa de mis labios mientras escondo mi rostro en su cuello y mis brazos lo rodean sin creer que estamos viviendo este momento juntos, he soñado tantas noches con esto que me cuesta creer que sea real. Juntos, abrazados el uno al otro completamente desnudos sintiendo nuestros cuerpos y la suavidad de la piel del otro transmitiéndonos un calor que va más allá de todos los sentidos. Mientras una de mis manos acariciaba su pecho haciendo garabatos entre sus pectorales y recorriendo cada perfecto músculo marcado en su abdomen, un suspiro escapó de sus labios antes de girar su rostro y acercar su boca a la mía que primero se rozan acariciándose mutuamente antes de unirse y no puedo evitar recordar las sensaciones que sentí la primera vez que nos besamos, solo que es esta ocasión no es un beso salvaje y desesperado sino uno lleno de dulzura, ternura y amor pleno. Es como si la electricidad del primer beso volviera y ahora se extendiera
Apolo Ya no lo soportaba más, si no la sacaba de ese jodido lugar donde cada maldito tipo se babeaba cada vez que la miraban iba a terminar repartiendo trompadas a diestra y siniestra a cualquiera que se atreviera a mirarla con deseo. Salimos del salón y tomamos el primer taxi que encontramos para que nos lleve directo a nuestro hotel. Casi no puedo contener mis manos que no paran de recorrer su cuerpo, esa abertura en su pierna me ha tenido con una dolorosa erección desde el mismo momento en que la ví acercarse a nosotros en la entrada del hotel. Llegamos a nuestra suite y no alcanzo a terminar de cerrar la puerta cuando ya quiero arrancarle ese jodido vestido. -O te quitas ese vestido en este mismo instante o te lo arranco con los dientes.- le digo casi como un rugido animal. -¿Así le parece que está mejor Sr. Cook?- dice con su tono sensual quitándose el vestido de un solo movimiento revelando su cuerpo que queda solo cubierto por una pequeña braguita de encaje negra tan
Cómo puede alguien siquiera intentar dormir después de esas palabras que prometen tanto placer que hace que mi imaginación vuele y que cientos de imágenes se formen en mi mente pensando en lo delicioso que será probar la miel de ese cuerpo todo el fin de semana. “Ese pensamiento me da algunas ideas, bueno señor Cook, si quiere probar lo que es bueno....? Yo le enseñaré lo que es hacerse adicto a alguien, este es el comienzo de MI juego Apolo Cook… Espero que estés preparado.” pienso y para que no vea la maliciosa sonrisa que se dibuja en mis labios me doy vuelta en la pequeña cama para darle la espalda. Fingiendo estar profundamente dormida y aprovechando que pasa su brazo por mi cintura, tomando su mano y la llevo hasta mi pecho para aferrarme a ella como si fuera uno de los ositos de felpa de Sele, pero con toda la intención de que su ésta quede rodeando uno de mis pechos. Obvio que no se esperaba eso porque al entrar en contacto con esa tierna porción de mi cuerpo por más que
Diana Necesitaba salir de ese cuarto porque lo estaba deseando mucho, despertar entre sus brazos y con sus mimos fue lo más lindo del mundo y lo que lo hizo perfecto fue tener a nuestra pequeña entre nosotros aferrada al fuerte pecho de su padre como si fuera suyo. Creo que nunca creí sentir celos de mi pequeña pero debo reconocer que también querría dormir sobre esa montaña de músculos bien marcados… "Dios, si seguía a su lado mi deseo haría que terminase despertando a la niña de su placentero sueño para poder hacerlo mío una vez más." Entramos con Jaz a la cocina y ya nos encontramos con Kath y Eros preparando el desayuno juntos, la imagen que dan esa pareja es la imagen del amor, la complementación de dos almas que se admiran, se respetan, se protegen una a la otra. Desprenden un aura que transmite paz y amor en el estado más puro que existe. Solo hay que verlos para desear que la vida te dé la posibilidad de vivir un amor tan puro como el que se profesan cada vez que se m
Apolo No hay palabras que expresen correctamente mis sentimientos en este momento pero sí una melodía que ha estado rondando en mi cabeza durante todo el día y lo único que quiero es sacarla de mi mente cantando en voz alta para ella mientras adoro su cuerpo como una verdadera diosa se lo merece. Sin desear dejar pasar este momento tan romántico y especial, comienzo a cantar en susurros y al comienzo cree que estoy hablando con ella porque me mira un poco extrañada, pero luego reconoce la canción y sonríe levemente pero me deja continuar.¿Qué haría yo sin tu boca tan inteligenteatrayendome y echándome a patadas?Tienes a mi cabeza dando vueltas,no es broma y no puedo culparte.¿Qué pasa en esa mente maravillosa?Estoy en tu mágico y maravilloso viaje,y estoy tan aturdido,no sé que me golpeó, pero estaré bien.Mi cabeza está bajo el agua,pero estoy respirando bien,tú estás loca, y yo no estoy en mis cabales,porque todo de mí, ama todo de tí.Amo tus curvas y todas tus forma
-Wow.. Pero mira lo que ha traído la marea.- digo lo más sarcástica que puedo. -Pero… Q… Apolo, ¿qué hace esta perra aquí?- dice casi histérica luego de que sus ojos se encontraran conmigo y su rostro quedara más blanco que el papel como si hubiera visto un fantasma. -Vaya, y yo que pensé que judas estaba muerto…- le digo con una sonrisa maliciosa en los labios. -¡Vete a la mierda Diana!- dice furiosa. -Alisson cuidado con lo que dices.- ruge Apolo casi queriendo matarla con la mirada y ella lo mira con los ojos de corderito a lo sumisa de Christian Grey lo que hace que quiera reír de la situación. -Cie…- comienza a decir pero un resoplido furioso por parte de Apolo hace que se quede a mitad de la palabra. -Apolo, ¿qué haces con esta mujer? ¿Acaso ya olvidaste todo lo que te hizo pasar cuando desapareció y te dejó devastado? No puedes regresar con ella después de todo lo que hice para poder estar solo contigo. Ella es una mentirosa, una mala persona y no vale como mujer. T