Ni bien llegamos al Hogar, ya habían organizado en el salón, el salón más grande del lugar, una mesa con la tarta, platos y tenedores. Y sí, Irma requirió 79 velas individuales. Cantamos feliz cumpleaños y Candy cortó el pastel, que se veía apetitoso.Pero sabía que no les importaba el pastel. Todos estaban sentados, esperando ansiosamente el espectáculo.Denis y yo ya habíamos arreglado todo. Luego, cuando Irma terminó de comer su trozo de pastel, la enfermera apagó las luces principales y puso la música que había elegido en mi teléfono celular a todo volumen. Eso sí, el volumen máximo de su celular era prácticamente nada, en la inmensidad de aquella habitación, sonando más como un eco que como la propia música.Luego, torpemente, entró mi incipiente pero prometedora stripper: Chain Cha Chamalet , Tiago no sé qué y Rambo, al son de “ Ritmo is a Dancer ”, una canción famosa en los 90, que elegí con mucho mimo para ellos. Recuerdo haber visto una película con hombres bailando con ese s

Me desperté a las 9 am del día siguiente. Nadie me llamó al trabajo. Y ahora, seguramente todos estaban descansando. Podía ir a la casa a ver cómo estaban Rosela y las niñas, pero también necesitaba dejarlas descansar. Si estaba triste por lo sucedido, me imaginaba cómo se comprometían sus corazoncitos.Me quedé en la cama hasta el mediodía. Me duché y bajé. No había comida preparada ya que no era la hora del almuerzo. Encontré a Diogo con la niñera y jugué un poco con él en el patio trasero, que aún estaba lleno de reparaciones por hacer, empezando por cortar el césped.Agarré algo para comer en la cocina y me senté en el gimnasio del hotel, mirando por la ventana, que me presentaba árboles y hierba alta, gritando por ayuda y algo hermoso para contemplar. Mis piernas estaban como “mariposas” en la cómoda silla mientras devoraba una de las manzanas.Sentí un beso en la parte superior de mi cabeza y vi a mamá levantando una otomana y sentándose a mi lado.- ¿Dormiste bien? - ella pregu

Arqueé una ceja, confundida. ¿No era la puta de mi amigo? Miré a Tiago, quien no se veía cómodo con la situación.“Tres está bien. Cuatro es demasiado”, dijo James."¿Quién dice que hay cuatro?" - Ella rió. — Dije, mi amigo y tu amigo por allá. Señaló en mi dirección."Vaya, me estás avergonzando". James se apartó un poco.— Aquí todos buscamos una cosa, cariño: ¡placer!"Quiero toda la noche contigo", dijo Tiago, sin pensarlo dos veces, mirando asustado por perder a su puta favorita. - Sólo tú.“Eso es caro, bombón.“Puedo pagar cualquier precio.“Tengo miedo de llevarte a la bancarrota."Tengo demasiado dinero para ir a la quiebra". se jactó.- ¡Hoy no! Crystal se mordió el labio superior y se levantó. "Acompañaré al político allí".- Yo estoy pagando. Cubro su precio.¡Guau! Esto se estaba poniendo divertido. ¡Casi una subasta!— No todo es dinero... ¿Cuál es tu nombre otra vez? le preguntó, fingiendo no saber el nombre del hombre con el que se acostaba todas las noches.-Tiago.—

¡Dinero! Exactamente lo que no teníamos para dar.- ¿Cuánto cuesta? preguntó Candy.- Cien mil.- ¿Todo eso? Jadis se quejó . No estás siendo muy sensato, amigo mío. Somos prostitutas, no banqueros.“Lo que puedo hacer por ti es fingir que el cuerpo fue encontrado en el Hotel y nunca mencionar lo que sucede en el quinto piso.Dios, ¿por qué no pensamos en esto antes? Podríamos haber llevado el cuerpo al cuarto piso y decir que el ilustre político murió en las instalaciones del Hotel California."¿Cuánto tiempo para darle el valor?" “Candy ya se ha rendido.- Una semana.“Es imposible conseguir cien mil en una semana.“Por el nivel de sus clientes, incluido el muerto, apuesto a que puede obtener esta cantidad fácilmente.Mi madre bajó la cara. Vi que estaba representando su final en mi propia mente.Volveré dentro de una semana a por el dinero. Por ahora, arreglaré el retiro del cuerpo y haré un anuncio en los medios. Sabes que esto va a marcar la diferencia, ¿no? Joel Ramírez, además

Mientras me acercaba, vi las cajas de medicamentos en el suelo. Rambo fue el primero en llegar:"¡Llama a una ambulancia inmediatamente!"Rambo fue a hacer lo que le pedí. Levanté a Cris, poniendo su cabeza sobre las almohadas. Podía sentir su respiración, aunque débil. Necesitábamos que viniera ayuda pronto, o lo perderíamos.Pronto las chicas estaban allí, tratando de ayudar. Insistí en acompañarlo en la ambulancia. Mientras la sirena resonaba en mis oídos, me pregunté qué clase de madre sería Corinne. ¿Cómo pudiste dejar atrás a tu propio hijo? Todos sabíamos que ya tenía 19 años y ya no era un niño. Pero él siempre estuvo extremadamente apegado a ella. Y si hoy era un hombre inmaduro, era gracias a su forma ridícula de criarlo, bajo su falda, dependiente y llena de mimos y deseos.Cuando entramos al hospital, él fue con los médicos y tuve que esperar. Me puse nervioso, caminando de un lado a otro. Y yo estaba solo. En estos momentos, el teléfono celular era muy necesario.Cuando v