❧ Darian ☙Antes de que pueda pensar demasiado, me inclino y tomo uno de sus pezones entre mis dientes. Suelta un pequeño gemido cuando aplico presión y luego chupo el dolor. Cambio al otro lado y hago lo mismo. Se supone que debo castigarla, hacer que vuelva a controlarse, pero cada vez que veo ese delator rubor rosado en su piel, lo único que puedo pensar es en tocar cada centímetro de su cuerpo, marcarlo con el mío hasta que sea lo único que sienta, el estándar por el que medirá a todos los hombres después de mí. "¿Aún quieres que te libere?" Pregunto, con los labios pegados a su esternón. Se arquea hacia mí, suplicándome con su cuerpo."Mmm... eso es lo que pensaba". Sin tener en cuenta mis palabras, le quito la camisa de las muñecas. "Abre mis pantalones y tócame". Ella clava sus ojos en los míos, incluso cuando ya se dirige al cierre de mis pantalones, arrastrándola hacia abajo, con la hebilla de mi cinturón chocando con su muñeca. Con cuidado, empuja mis pantalones con un

❧ Darian ☙Me despierto con un cosquilleo en el brazo, que me hace saber que la extremidad está rígida y el flujo de sangre es escaso. Al mirar a la forma dormida acurrucada a mi lado, encuentro a Fiorella.Por un instante recuerdo esos primeros días de recién casados, cuando gozaba de su aroma en mi almohada y su piel suave cerca de mí. Sus suaves labios están entreabiertos y sus angelicales rasgos se suavizan con la luz de la mañana. En este momento, no tiene miedo, no está tensa ni intenta luchar contra mí. Ella es un ángel, ¿y qué burla es que yo sea el diablo? .Una oscuridad me cubre mientras un dolor sordo se extiende por mi pecho con una mirada. Mi corazón retumba contra mis costillas, amplificando el dolor, y no puedo recordar ningún momento en el que haya latido tan fuerte antes.Tan suave, frágil y confiada. Así es como aparece ella, como un cordero dormido en el pasto mientras el lobo feroz acecha al borde del bosque. Si tan sólo fuera un hombre mejor, un hombre que n

❧ Fiorella ☙Es un maldito animal , monstruo, idiota lo aborrezco tanto, veo al ropa que me trajeron y no puedo creer , si es que se puede llamar ropa, me quiere en cintas. Una estilista se presenta a mediodía y, mientras aguanto sus atenciones mientras me alborota el pelo, me depila hasta casi desaparecer y me maquilla con maestría, de modo que ni siquiera parezco maquillada, odio cada segundo.Una vez que se va, me vuelvo a meter en la camisa y espero el disfraz que Darian ha preparado para mí. Unos instantes después, una sirvienta entra en la habitación con una bolsa para el vestido. La coloca en la puerta de mi armario."Gracias", le digo, aunque el vestido y este lugar me dejan un sabor amargo en la boca. En cuanto se retira de la habitación, me bajo de la cama y me dirijo al armario, bajando la cremallera de la bolsa para inspeccionar su contenido. No me sorprende ver que es de un color rojo intenso, casi vino, y apenas lo que yo llamaría un vestido.La parte delantera del

❧ Lorenzo ☙Ha pasado un mes, en el que he tenido que estar por debajo del radar, esperando con las ansias y la preocupación de lo que le pueda pasar a mi principessa, pero hoy la espera a valido la pena.Durante semanas he planeado esto, entrar a esta subasta como un magnate italiano, nadie sabe mi nombre y me he caracterizado muy bien, incluso mis hombres no pueden ser reconocidos, eso se lo debo a mi gran amigo Alexei Ivanov, quien no dudo en ayudarme para recuperar a Fiorella.Entro a este almacén que por fuera parece normal ,pero por dentro cobra vida como un lugar de perdición y placer, a donde volteo puedo ver a hombres con mujeres casi semidesnudas, sentadas en sus regazos incluso algunos ya están gozando de sus favores carnales.Me enferma el pensar que mi mujer esta en este lugar y será vendida como un pedazo de carne al mejor postor, ella que es lo más puro que he tenido en mi vida, mi mujer el amor de mi vida, que no supe proteger cuando la tuve en mis manos.Y vaya qu

❧ Fiorella ☙Me duele la cabeza. Es el tipo de dolor que se tiene por estar toda la noche tomando decisiones indecentes. El dolor irradia desde la parte posterior de mi cráneo hacia adelante como una corona macabra. Me envuelve los sentidosAbro los ojos y miro fijamente un techo alto y blanco con delicadas molduras de corona en los bordes. Está oscuro, pero hay una luz que se filtra desde mi izquierda, como una lámpara que se ha dejado encendida en otra habitación. Dejo que los ojos se cierren y me sumerjo en un espacio intermedio, un lugar de ensueño donde el dolor fluye y refluye en lugar de estar en un estado constante.Cuando vuelvo a abrir los ojos, me pongo de lado y aprieto la cara contra una suave almohada blanca. Levanto la cabeza y miro las sábanas que tengo debajo, son blancas, y la manta que tengo a mis pies es de color azul marino.Me incorporo y miro alrededor de la habitación, intentando distinguir lo poco que puedo a través de la tenue luz que se filtra. Hay una me