Capítulo 41Cartas sobre la mesa (parte II) Nahia Anderson. ¡NO ME JODAS! Juro por Dios que esperaba un reclamo, una pelea, cualquier cosa de su parte, menos esto. Y ahora no sé cómo carajos actuar o qué decir. Estoy estática, inmóvil, si acaso respiro y quedarme así, no es normal en mí. Pero la verdadera razón, más que por el beso que me ha dejado como idiota, es que me siento como una estúpida sin saber qué decir después de sus palabras, porque no las esperaba. No alcanzo a asimilar todo lo que significan, la profundidad de lo que siente él si se atrevió a hablarme con su verdad. El shock podría justificarlo con su arrebato, pero va mucho más allá de lo que yo misma creo. Él ha entrado al departamento mientras que yo sigo aquí, parada en este ascensor, sin saber qué hacer o qué decir. A pesar de que soy consciente que he sido yo quien lo ha abordado otras veces, mientras él me ha evadido cada una de ellas. Que ahora tome la iniciativa me deja con la mente en blanco. No estaba p

Capítulo 43. Ausencia.Nahia AndersonVarias semanas después…Hay veces en la vida en las que te acostumbras tanto a la presencia de una persona en tu vida, que no sabes cómo ni cuándo se vuelve indispensable para ti. Así me pasaba con él, yo sabía que estaba para mí en cualquier momento que lo necesitara para cualquier cosa. Porque a pesar de todo, de los malos entendidos, de mi terquedad, de sus sentimientos y los míos, siempre estuvo para mí, desde el principio.Su ausencia duele.Los primeros días fueron los más difíciles. Porque aunque ya me estaba acostumbrando a su ausencia en el departamento. Sabía que todos los días lo vería en el bufete, pero encontrarme con su oficina vacía fue un choque para mí.El primer día fue el más difícil, pero afortunadamente Marie estuvo para mí. Ese día las emociones me embargaron, no podía dejar de llorar porque no sabía que sentir.La confesión de Noah antes de irse me confundió mucho más, pero fueron sus palabras las que días después, son

Capítulo 45. Descaro.Nahia AndersonMe encuentro cara a cara con Ryan y no puedo evitar pensar en que la situación sería otra si Noah estuviese aquí. Creo que ni loca me hubiera dejado tomar esa decisión, es más, creo que me hubiese sacado de esta oficina sobre su hombro con tal de mantenerme alejada de él, pero esto es algo que debo hacer.Ryan intenta acercarse a mí, pero con un gesto de mi mano lo detengo. —¿Qué pretendes? ¿Qué quieres con esto? Sabes bien que no creo en tus palabras y todo lo que me digas me vale mierda. —Cuida tus palabras —habla entre dientes porque nunca le gustó que usara este tipo de vocabulario.—Yo hablo como se me venga en gana, aquí el que debería cuidar sus palabras y acciones eres tú —le suelto dispuesta a no caer en sus estupideces— te quedan tres minutos, yo que tú voy hablando de una buena vez. —¿Por qué no lo intentamos? —pregunta de repente— sabes bien que si estoy casado mi familia liberará mi fideicomiso y…Comienzo a reírme a carcajadas, i

Capítulo 47. Chisme Time. Nahia Anderson.No puedo creer que contra todo pronóstico hayamos ganado el juicio simulado. Las noches en vela, la investigación exhaustiva, las noches de ensayo; todo eso ha dado fruto. Nuestro tutor, quien era juez en esta ocasión, se acerca a mi mejor amiga y a mí para felicitarnos. Esta era la última prueba que necesitábamos para titularnos y la hemos conseguido. Ahora debo comenzar a labrar mi propio camino. Compañeros de la oficina nos abrazan en medio de felicitaciones y estrecho la mano de nuestro “contrincante”. La verdad es que teníamos las de perder, pero en esta profesión hay que aprovechar cada momento de debilidad; él la tuvo y, sin duda, nosotras supimos aprovecharlo. —Buen juicio —me dice con los dientes apretados, mientras Marie llega a mi lado y le ofrece la mano—, felicidades a ambas. —Muchas gracias, aunque fue fácil barrer el piso contigo. —Miro a mi mejor amiga para que se calle, mientras él se va molesto. Veo un cúmulo de persona

Capítulo 49. Corazón de Piedra. Noah Ferguson. La invitación para asistir a la graduación de mi hermana, fue doble, la primera, de su parte y la segunda vino directamente desde el decanato de la universidad, para entregar la mención honorífica. Consideré rechazar ambas con mucho pesar, puesto que sé que este es un día muy importante para la familia, pero temo que si vuelvo a casa, no querré volver, puesto que tengo más motivos para quedarme que para irme y aún más al ver el nombre de la persona a la que tendría que entregar dicho reconocimiento, por supuesto, no esperaba menos. A decir verdad, en Los Ángeles, no me está yendo nada mal, los casos que he manejado para la firma en la que pretendo ser socio, los he ganado. He cerrado tratos con éxito y estoy en mi último caso para poder firmar el trato con la junta directiva, por eso venir aquí, es arriesgado en todos los sentidos, porque no solo implica que el hecho de que tendré una guerra interna entre el querer y el hacer, sino que