Narra Henry Red.Jueves, 25, agosto, 2022.Solo faltan 4 días para regresar a Nueva York, Rebeka parece disfrutar cada lugar sin dejar de tomar foto a tomo, en serio que se toma en serio lo de que tenemos que tomarnos fotos, solo caminaba por las calles de la Habana con ella y claro el guía quien nos contaba historias en cada lugar o monumento que nos encontrábamos.— ¿Nos puedes tomar una foto? — pregunta ella al moreno, este asiente y toma la cámara, la morena me toma del brazo como si tuviera permiso de hacerlo y me hace parar a su lado para que nos tome una foto con una catedral de fondo, miro a la cámara y toma fotos — Cariño, sonríe, no seas aguafiestas — exige.Empieza a molestarme que en verdad se tome a peco su papel de esposa. Espero soportar estos 4 días antes de aterrizar en casa. Diablo, lo que me espera en casa porque ahora no viviré solo en la mansión sino que ella también vivirá ahí hasta que yo lo decida y siento que es todo un plan de ella para que este matrimonio a

Narra Henry Red.Conduzco hacia la universidad con Rebeka de copiloto, no se quejó ni se opuso, realmente su tranquila me molesta, a veces me gustaría preguntarle pero no lo hare, no pienso involucrarme con ella personalmente. Llegamos al establecimiento, la miro y me mira.— Gracias por traerme — dice, me acerco a ella y la beso en los labios dejándola sorprendida.— Recuerda, hay ojos en todos lados, tanto de paparazzi como de gente peligrosa pero no te preocupes, mis hombres tienen un ojo en ti, así que estudia con normalidad — asiente tragando saliva, se baja y se va casi corriendo al edificio en donde entra, arranco y manejo hacia la empresa.Si ella no hubiera lanzando ese zapato, yo estaría casando con otra mujer aburrida, realmente conociendo como son las mujeres de alta sociedad me parecen aburrida y Rebeka es todo lo contrario, a pesar de que nació en una familia prácticamente famosa y con dinero fue criada de manera muy humilde y con sencillez, Rebeka está loca pero no me a

Narra Rebeka Prince.Trago saliva al escuchar lo que dijo Henry, estaba frente a la puerta de su oficina para entregarle el almuerzo pero vaya error he cometido. Realmente no debí seguir el consejo de Serena sobre conquistarlo. Entro al carro y este arranca.Ayer había hablado con Serena y como le cuento últimamente las cosas que me ocurren cuando estoy con Henry, me dio la brillante idea de que lo conquiste, tenerlo comiendo de mi mano para obtener todo lo que quiera y encima volverme su debilidad pero claro, ella tiene experiencia, yo no, no sabría por dónde empezar para asegurar mi seguridad.Se suponía que haría lo imposible para que se divorcie de mí pero ese plan no me está funcionando, primero porque no nos vemos mucho, segundo, ya no dormimos mucho juntos porque me la pasó estudiando y haciendo mis tareas y para poder conquistarlo como dice Serena, debería empezar con seducirlo y tener sexo con él y eso no ha vuelto a pasar desde la luna de miel. Todo va de mal a peor.Me bajo

Narra Henry Red.Seguimos bailando al ritmo de una electrónica y cuando siento que no puedo aguantarme más, tomo sus mejillas entre mis manos y la beso sin importarme en donde nos encontremos en estos momentos, me emociono cuando me regresa el beso con la misma intensidad con la que la bese.— Vámonos — asiente y la tomo de la mano, cuando salimos entro al elevador, no iba a aguantar a llegar a la mansión, la sigo besando cuando se cierran las puertas del elevador, la tomo subiéndola a mi cadera en donde la pego a la pared para profundizar el beso, me vale todo si la cámara nos graba. Escucho un sonido y me separo para mirar hacia fuera en donde veo que hemos llegado al piso.Salgo de ahí con ella encima y entramos a la suite en donde camino al cuarto mientras ella me mira con la respiración agitada, la dejo en la cama, me quito el chaleco de manera rápida mientras la morena me mira con un brillo extraño en sus ojos azules. Me quito la camisa y la ayudo a quitarse el corset que se des

Narra Rebeka Prince.Sábado, 24, diciembre, 2022.Me despido de Henry antes de entrar al aeropuerto junto a Alicia, Amelia y Theo, en la sala de espera para abordar el avión con destino a Santa Mónica nos encontramos con Serena, Emma y Julián, este años somos un poquito más gracias a que Alicia y la señora Amelia se nos unieron al viaje, lástima que Henry no pudiera venir con nosotros, sería divertido aunque se sintiera la tensión en el ambiente.— Vamos, nuestro avión esta por despegar — avisa Julián tomando su maleta, lo empezamos a seguir y damos nuestros boletos para abordar nuestro avión a Santa Mónica, California.Empezamos a tener esta tradición hace 4 años, Lucero nos daba vacaciones una vez al año y eso está la última semana de diciembre, así por idea de Julián decidimos irnos a la playa y desde entonces nos poníamos ahorrar y nos íbamos, por suerte este año cambiaron muchas cosas de la cual fueron para mejor y podemos quedarnos dos semanas, encima de que tenemos 2 personas m