Narra Santiago♥El cuerpo de Leah es perfecto, ni hablar de su espalda, ni del aroma natural que desprende su piel desnuda, sus pechos, su vientre, su monte de venus, sus piernas. Todo era perfecto. Me encontraba extasiado ante divina belleza. Mis manos nerviosas acariciaban su cuerpo y mis ojos fascinados no podían creer lo que estaban viendo. Mis labios se acercaron a su vientre para dar a mi lengua la oportunidad de explorar y perderse en su piel. La vi estremecerse cuando mi boca busco sus senos y los saboree con mi lengua, sentí como sus uñas marcaban mi espalda y su respiración se hacía más rápida y entrecortada. Yo sentía una sensación incontrolable, el deseo de poseerla, quería hacerla mía y fusionarnos. Sus ojos se hicieron pequeños cuando mis dedos buscaron su entrepierna e intentaron deslizar.... Y fue entonces cuando recibi esa llamada. Nos sobresaltamos y ella busco vestirse, nos habiamos ido a refugiar a una cabaño cuando su mirada me dijo que queria algo mas.... Cuand

Narra Santiago♥ No sabía cómo actuar, después de todo, la situación se había escapado de las manos. Lucina tenía a Lila y eso no era parte del plan, era por eso que tomamos muy asustados no sé si es posible pensar de que algo se estuviera tramando, más allá de lo que había afectado, pero que ella lo tuviera y que estuviera en el bando enemigo era un peligro contundente era algo sin fin algo que no podíamos mediar.... Deje a Leah muy bien custodiada, en lo que era la habitación de parte de lo que era la casa del CEO en contra de su voluntad, pero no podía permitirse que eso siquiera pasando, después de todo así la tenía en la regla para poder acabar con esto de una vez por todas antes que mi padre llegará una de las misiones. que teníamos era destruir el lado correcto para poder darle Liberación a la mujer está re cual.es.la quería pero antes de eso teníamos que organizarnos para poder dar con los quiénes eran los verdaderos culpables y uno de ellos era Lucinda. Gabriel estaba al

Narra Santiago♥ —Me puedes decir que es lo que está pasando —El siseo de Jadiel me tenía de los nervios. Ni yo sabía que era lo que pasaba o tal vez sí. Mire a mí alrededor. Los inquilinos comenzaron a murmurar junto a sus elegidos dándole paso al enojo de mi madre. —¡Silencio!  —Su voz fue como un trueno en medio de una tormenta. Todos incluyéndome nos tapamos los oídos. —Lamentamos nuestra actitud—Eliel tomo la delantera—. Es solo que esta revelación nos ha dejado un poco aturdidos. —Lo sé mejor que nadie, Eliel. —Mi madre parecía nerviosa—. La sorpresa no solo se la han llevado ustedes. Yo misma me he visto afectada por este suceso, pero eso no quiere decir que me tenga que comp

Narra Leah ♥  De pronto Santiago entro a la habitación, y al ver el libro en mis manos, sonrió. Me dijo que era su favorito y que su madre se lo contaba todos los días…. Antes de dormir. Y entonces acostándose en mi regazo me pidió que lo leyera en voz alta, aunque sabíamos que no podíamos permanecer muchos untos, fuimos rebeldes. CAPITULO VIIIMENSAJES DE AMOR —¿Tienes la idea? —La tengo señor. —Sabes que cuando estemos solos, no tienes por qué referirte a mi como tu señor. —Lo sé, señor. —Cristal... —Lo siento, Stefan. Es lo mejor. &md

Narra Gabrie♥Tres días antes…Supuse que detrás de la misteriosa estancia de Lucinda en la ciudad había algo turbio. Lila parecía confusa en cambio en la mirada. Enarcando una ceja los presione a hablar.—Tengo toda la tarde.Lila pareció salir del trance primero.—De Gabriel —respondió de forma precipitada—, es de él de quien se tiene que alejar.—¿De tu novio? —la pregunta de Lucinda fue sarcástica.—Si. Tengo que irme.Antes de que saliera de la habitación lo detuve del brazo y lo mire fijamente estaba escondido en el estante para que no me descubrieran luego un día sin respuesta de Lila decidí volver a la mansión donde la deje y me atraparon.Mentía era obvio y eso me puso en alerta. Ella aparto la mirada para luego de forma brusca soltarse. Cuando entre a la habitación me senté en la silla de invitados y espere a que Lila me dijera lo que pasaba.—No sé nada. —dijo mirando sus manos.—No es necesario que la cubras. El amor es ciego, no estúpido. Sé que ese Santiago va a morir ju