Capítulo 22 − Déjame ver eso dijo Dana, mirando algunas de las fotos. –¡No se las vamos a cortar! Lo voy a demandar por infidelidad, el contrato específico que si era infieles, alguna de las dos partes, deberán de pagar una multa súper altísima. Diana se acercó al ver desparramadas las fotos en la mesa, donde se veía claramente que Irina lo desnudaba y Alonso muy cooperativo se dejaba. –No mejor lo castramos, ponemos algo para dormir y que un médico haga el trabajo. −¡¿De qué hablan?! –pregunto Sandy al verlas que se confabularon para hacer algo−. Díganme, no me dejen así. −Mejor no veas Sandy, mira mejor lo demandamos y lo dejamos pobre, tu eres su esposa fácil le quitaremos el 50% de todo sus bienes. –Mirando a Sandy con una foto en su mano. −Déjame ver eso, anda no me escondas nada si he de abrir los ojos, que sea de una vez. –Extendiendo su mano para recibir una de las fotografías, al verla solo se dejó caer empezando a llorar sin poder ca

Capítulo 24 −¡Se van a arrepentir, de haberse metido en mi matrimonio! Eso te lo aseguro, por lo pronto harás esto. –Enseñándole unos estados de cuenta−. Cierra estas cuentas, solo se lo daba por mi tía, sus ganancias nunca fueron tan altas y realmente la mantenía con una vida bastante cómoda, pero eso se acabó. Con esto va a pensar dos veces ¿A quién quiere de amiga? −Perfecto lo hago de inmediato. Bien te dejo, porque ya tengo a otro par de bocones a los que se les fue la lengua incluyendo a la recepcionista, que era la que le pasaba la información al mensajero, creo que era su novio. –Levantándose de sus asiento−. Creo que aún no les queda claro, lo que es un contrato de confiabilidad. Pero con lo que no contaba Glenn, que antes de que llamaran al mensajero este ya le había hablado a Vanesa, que tendría una oportunidad de hablar con Alonso, en su oficina. A todo el personal los habían llamado a una junta, en un área audiovisual desde las recepcionistas, ha

Capítulo 26  Después de ir al hípico Sandy y Hamdan, salían rumbo al corporativo, cuando fueron interceptados por un movimiento armado, los subieron a una camioneta, llevándolos a rumbo desconocido. Sandy se dio cuenta que había sido secuestrados, le pusieron una manta en la cabeza no podía ver nada, fueron depositados en un almacén, estaban seguros que pedirán rescate por ellos. Los que fraguaron todo esto eran Irina, Lucas y Vanesa, contrataron unos hombres que hicieran el trabajo, había mucho en juego sobre todo por el príncipe, pedirán un rescate por el cual lo liberaran, pero para Sandy, Irina tendría otros planes. En ese momento pidieron por el príncipe, una cantidad estratosférica para su rescate, querían que el dinero se los dieran en un camión, para transportarlo acomodados en maletas. Pero Irina, pidió al rey que fuera él personalmente a decirle a Alonso, que su mujer decidió irse con el príncipe, que lo había abandonado. El rey no pudo

Capítulo 28 La tía Mary Carmen, estaba súper emocionada por él bebe, desde que le dieron la noticia, no hacía más que comprar estambre, para hacer la canastilla para él bebe, arrastraba a Sandy para que aprendiera a tejer. −Anda hija pon atención, esa puntada no es así, comienza de nuevo. –Con las agujas en su mano, indicando cómo tejer. −¡No! No, definitivamente yo no sirvo para esto, mejor compramos ropa. –Desenredando la puntada. −No es lo mismo, esto lo estamos haciendo con mucho amor. –Tejiendo como una experta. −Amor, si tengo, lo que no tengo es paciencia, como era un derecho, dos reveses o uno, dos reveses un derecho. –Tomando las agujas para hacer la puntada. En ese momento llegaba Alonso. −¿Cómo están las mujeres más importantes de mi vida? –pregunto con una sonrisa en sus labios. −Ay hijo, aquí tratando de tejer. –Recibiendo un beso de Alonso en su mejilla−. Ya casi término la canastilla.  −Pero tía eso

Capítulo 30 OTRO DIA. −Vamos Jime, di ma-ma, mírame di ma- ma. −Jimena solo jugaba con su pequeño peluche−. Deja eso, anda di mama, ma-ma… Alonso venía llegando, te apuesto lo que quieras que su primera palabra será papá. –Yendo hasta donde estaba sentada su hija y cargándola para colocarla en su pecho, como siempre que la cargaba. −Yo soy quien la cuida, le da de comer, la baño, le cambio el pañal, ella dirá mamá, ya lo veras. –Quitándole a Jimena de los brazos, para sentarla de nuevo en la alfombra−. ¡Mírame! Eso dijeron en la clase de mamas primerizas, que tengamos contacto con los ojos y le hablemos, vamos Jimena, di ma-má… Así pasaron 3 días Sandy seguía enseñándole, como decir mamá y Jimena no hacía por decir nada, ya Sandy se estaba desesperando. –Vamos Jimena di mamá, no te cuesta nada solo una palabra, si cielo. −Deja eso amor, ella va hablar cuando tenga que hablar. –Acercándose para darle un beso en su cabecita, que era como