Primer Escalón

Por la duración del viaje, el sábado a las ocho de la noche fueron obligados a subir al transporte que los llevaría a la Capital.

Los Agentes revisaron a los "presos especiales" con la excusa de que no podían llevar nada entre esos andrajos llamados uniformes de reo. Drai vio como algunos de ellos aprovecharon a manosear a las chicas y otros a los jóvenes que temblaban mostrando en sus gestos que esa no era la primera vez que eran sometidos a la vejación.

Las burlas y la frase de que pronto las preferencias se acabarían, fueron predominantes en la situación, al subir al avión se les dieron cremas y maquillaje para aplicarlos en los golpes, pero el estado de desnutrición en el que se encontraban quería saber Bosé cómo lo cubrirían.

El último en subir fue Drai, que ayudó a Patricia sentándose junto a ella, aún ambos tenían los dolores del ataque del viernes, circunstancia que les sirvió para que los dejaran en paz, una fortuna que costó la incomodidad de los otros.

Drai sabía que todos comprendían que con la presentación de los exámenes su condición cambiaba, lo que amenazaban los Agentes se convertiría en una dura realidad que variaría de acuerdo con los días que les restaban a sus condenas, pero que dejaría marcas indelebles en la memoria y el cuerpo de cada uno de ellos. Marcas como la del vientre de su amiga, quien portaría el estigma de lo ocurrido en ese baño, una cruel manera de recordarle el error de no elegir correctamente a quien seguir en sus ideales.

Observó las montañas que los separaba de Bonaventura y los llevaría a la capital, el viaje sería de unas dos horas según les comentó Stevenson que los esperaría en el Centro de Capacitación de la Fiscalía a la mañana siguiente junto con Rodríguez.

El Director de Gorgona sonreía con satisfacción cuando se despidió de él, era lógico, mientras los otros se irían en máximo dos años, Drai pasaría otros cinco allí encerrado, a su merced y sin manera de librarse de los castigos.

Subió la manga para ver la cicatriz que Terrera le dejó el día que su padre ayudó a Ceci a escapar de la Casa. Recordó como su padre fue puesto de rodillas y golpeado con una fusta como si fuese un caballo, lo levantaron llevándolo a la mesa donde le pasaron varios cheques que debía firmar, cuando trató de negarse Phillipe lo marcó con un maldito hierro candente, sus palabras fueron claras, la familia Bosé eran sus mascotas, sólo servían por su fortuna.

En instantes como ese, su corazón reclamaba porque su padrino no lo dejó morir, pero también estaba al tanto que el dolor habría matado a sus padres, no sin antes haber sufrido los maltratos de la moza de Terrera y de él mismo.

Recostó su cabeza en la ¿pared del avión? sosteniendo el cuerpo dormido de Pearson en los brazos, al verlos en esa posición, Drai se preguntó si al salir de Gorgona alguien podría enamorarse de él. Un cuestionamiento retórico que no necesitaba respuesta. Cerró los ojos, en su cabeza la imagen de las últimas horas en la bodega antes de que los arrestaran volvieron con nitidez, decidió pensar que lo único bueno de ese recuerdo fue que pudo pedirle a Olar por su padres...Drai hizo una mueca de decepción, para que hacerse falsas ilusiones por algo que jamás sucedería, una promesa que desde el mismo día de su sentencia, Enrik había roto.

Era mejor dormir, al fin y al cabo, los resultados podrían servirle para continuar con las empresas Bosé si salía vivo de Gorgona.

Arribaron a las seis de la mañana al Centro, el autobús se detuvo en el parqueadero del sótano para que nadie los viera descender, lo hicieron en el mismo orden que abordaron el avión, en la puerta de las escaleras Melissa Mercedo los esperaba junto con un grupo de oficiales de la Fiscalía, detrás de ellos estaban varios corresponsales de periódicos distinguidos del país, el escandalo se armó cuando el primero de los jóvenes fue revisado por el médico que pidió la funcionaria.

Bosé se fijó en una mujer que desde años atrás había injuriado a su padre y que parecía ensañada en perseguirlo por todos sus negocios, Samantha Hills, según entendía ella perdió a alguien muy querido a manos de Terrera, y que Leone se hubiese salvado dos veces de una condena, la tenía al borde de la histeria. Pero, por primera vez desde que la conoció, Bosé vio a la rubia periodista callada y la indignación reflejarse en el filoso rostro. La entereza de Mercedo logró que retomara el control de la situación sacando al grupo del estupor por el estado real de los "estudiantes especiales", la Directora del Centro dictaminó que fueran trasladados a un lugar donde desayunarían, Rodríguez iba a oponerse, pero la suerte parecía haberlo abandonado, debido a que Hills quiso aproximarse a una chica que tenía un moretón en su ojo, y uno de los Agentes la empujó logrando que cayera sobre la periodista del periódico El Observador, tuvo que corregir al guardia, ordenando al grupo que los vigilaran mientras tomaban los alimentos y él conversaba con la funcionaria y los periodistas.

Esa tarde el Tribunal supo que los errores se pagaban y caro, Serbio aprovechó la reseña de El Observador para presionar una revisión de las condenas y el cumplimiento de normas que desde la Convención de Penales se establecieron en Gorgona, una de estas, y que ejecutaría de inmediato, era la visita y comunicación con las familias.

La salida más fácil para Hernán Rodríguez fue justificarse frente a la opinión pública con la ineptitud de Daniel Stevenson, sin embargo, tarde llegó su explicación, ya el Jefe de los Agentes no pensaba perder a uno de sus mejores hombres, así que había mostrado las peticiones que el director de Gorgona hizo al Tribunal para remover a quien, según sus palabras, «trataba a los súbditos de Phillipe  como si fuesen niños de colegio, y no como los delincuentes». El golpe final para los miembros resentidos del Tribunal, que cedieron a regañadientes a que las instalaciones de uno de los centros recreativos del Estado se convirtiese en un "hogar de paso y reinserción" por el tiempo que se tomara el Tribunal para revisar los casos y hacer las debidas correcciones.

Curiosamente los juicios celebrados con rapidez concluyeron una semana después, la misma en que Drai recibió agradecimientos por parte de los jóvenes que tuvo bajo su cargo y por las familias de estos que le deseaban el mejor desenlace para su caso, así pudo ver como los que tenían condenas finalizadas desde hacía meses salían libres dispuestos a comenzar con ánimo fuera del país, y otros como Patricia, por su estado de salud y lo irrisorio de los motivos por los que fueron encarcelados, se les condonaron sus penas.

Se sintió feliz cuando escuchó la noticia de parte de Stevenson, el mago además le informó que se haría cargo de Pearson hasta que encontraran algún consanguíneo con el que pudiese vivir.

Sin embargo, para Drai las cosas eran diferentes, hasta no cumplir al menos la mitad de su condena, el caso no sería revisado, con tristeza por no poder hacer más, Melissa apretó su mano y le comentó que a partir de esa semana podía recibir visitas cada cuatro meses, y tendría derecho a mantener correspondencia con sus seres queridos.

El platinado agradeció lo que hizo por ellos, se había arriesgado mucho, pero demostró que aún quedaban personas honestas en esos cargos burocráticos, se dejó rodear por los brazos de Mercedo, y sentir esa sensación reconfortante que le decía que todavía la batalla legal no estaba perdida.

Al separarse vio a sus padres, Drai corrió a abrazar a Cecilia y a Leone, los ojos azules y grises lloraron de felicidad al verlo vivo a pesar de los rastros del maltrato que sufrió, los Agentes observaron la escena con asco, para Melissa fue más que evidente que no conocían realmente a los Bosé Nule, para aquellas personas, los rubios representaban una obra de teatro bien montada, pero para los que sabían lo que significaba la familia para los Bosé, la escena demostraba la razón que les mantenía aún altivos y firmes en sus tradiciones.

No obstante, cuando el platinado vio a su madre apretar la mano de Leone supo que las cosas no andaban del todo bien. El Agente Stevenson que hablaba con Melissa explicando los pasos a seguir, al darse cuenta de la situación, ordenó a los guardias retirarse mientras él indicaba a los Bosé como se entablaría la comunicación y visitas con su hijo. Los oficiales aliviados de no seguir en lo que consideraban una charada, se marcharon determinando que en dos horas debía estar en la zona de transportes.

Una vez solos, Daniel colocó candado a la puerta

para que tuviesen privacidad.

El primero en hablar fue Leone, quien directo como siempre, comunicó a Drai la situación con una voz sin matices, en lo que sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Estoy muriendo mi pequeño, probaré un tratamiento en Francia, por eso, hemos decidido con tu madre que iremos al Palacete porque...

—Porque además estamos al borde de la quiebra —Cecilia completó la frase que Leone no pudo terminar. Conscientes de la confusión en su hijo, la mujer explicó lo que acaecía—.Unos meses después de que nos encarcelaron llegó un abogado diciendo que representaba al heredero de la familia Nule, creemos que es un hijo de mi primo fallecido Solange, y como era el único que aparecía legalmente como responsable de las cuentas y las propiedades familiares ya que los demás están muertos, este joven al ser su descendencia tiene el derecho sobre lo que perteneció a nuestra casa.

—Tu eres una Bosé, no entiendo porque deben quitarte algo.

—Ceci invirtió en las empresas como una Nule, a pesar de tomar mi apellido siempre deseé que manejara su fortuna como quisiera —Leone bajó la cabeza para concluir con tristeza—, parece que fue un error más en la lista de todos los que he cometido.

Cecilia tomó la mano de su esposo para asegurarle que para ella fue el mejor símbolo de respeto y confianza que como mujer podía recibir en una sociedad tan llena de normas y prejuicios.

Después de ese comentario, el menor de los Bosé escuchó la manera como el jurista adujo que al perder los derechos como Nule, tanto Andrea como Cecilia no podrían reclamar la fortuna, sumergidos como estaban con el juicio por la guerra no colocaron atención al evento; sin embargo, a los pocos días de ser declarados inocentes, notaron como las empresas donde la rubia tenía porcentaje de participación, comenzaron a ser intervenidas y su capital confiscado con ayuda del Fisco. Al final y con el objetivo claro de no querer afectar a los trabajadores, Leone decidió negociar.

—Dieron una miseria por las acciones, un dinero que se fue en el pago de impuestos que supuestamente debía tras estar un año en la cárcel.

—Lo único que queda es la compañía de tu abuelo Armando, junto con las dos mansiones, no pueden ser tocadas por ser Bosé, el problema es...

—Que las heredaré a los veintiún años y soy un Nule, por ende, podrán querer quitárnoslas —expresó Drai con decepción por ver como ese supuesto primo suyo deseaba verlos arruinados. Sosteniendo las manos de sus padres inquirió—, debe existir alguna solución, haré lo necesario para protegerlos, quiero verlos vivos cuando pasen estos seis años.

Los Bosé lo volvieron a abrazar, la respuesta a la pregunta era sencilla, debía aceptar casarse y proceder a anexar su voluntad en los papeles de la herencia familiar.

La candidata le sorprendió a Drai, Alicia Arwen era la hermana menor de una de sus compañeras de estudio, lo lógico hubiese sido que Deyanira fuera la elegida, pero como dijeron sus padres, con la manera que estaban ocurriendo las cosas, los acusarían de estar reorganizando quien sabe qué plan para que las ideas de Phillipe no murieran, por el vínculo escolar que sostenían junto con su participación en el movimiento de juventudes.

El ojigris asintió, notó a Leone fatigado, era mejor concluir con todo el asunto para que pudiese descansar, así fue como se haciendo una seña a Stevenson, este se acercó y acató la solicitud de Cecilia para, transcurridos veinte minutos, regresar con las personas que servirían de testigos, curiosamente entre ellas estaba la periodista Samantha Hills.

Frente al notario se leyó el convenio y se realizó la alianza, se firmaron los papeles tanto del matrimonio como del legado, el testamento de Leone fue modificado con las cláusulas que nombraban al hijo o hija de Drai como directo heredero, siendo determinado como los bienes se entregarían.

Antes de concluir, el escribano preguntó por las disposiciones que el platinado menor quisiera agregar al testamento familiar, sin dudarlo y con la arrogancia que los caracterizaba, dictaminó:

—Yo Drai Leone Bosé Nule, declaro que el heredero universal de la fortuna de la familia Bosé es mi primer hijo, hombre o mujer, quien asumirá su cargo tan pronto cumpla los veintiún años, mientras, su herencia estará en un fideicomiso y en los bancos correspondientes, nombro como albaceas a Patricia Pearson y Daniel Stevenson, quienes de igual manera, quedarán con su custodia en caso de que fallezcamos ambos padres biológicos.

El documento fue sellado, legalmente estaba casado con alguien que a penas conocía y dejaba su fortuna a su mejor amiga y al Agente que lo cuidó en Gorgona, el notario enrolló los papeles una vez verificados, felicitó a la joven pareja deseándoles una descendencia con salud.

Drai sonrió a su esposa cuando Stevenson tuvo que entregarlo a la mano derecha de Rodríguez, el tipo se había recuperado muy bien de las lesiones provocadas por la paliza que le proporcionó el ojigris, en cuestión de horas quedaba a merced de ese hombre en La Gorgona.

Le cambiaron la ropa que portó esa semana, lo llevaron a la nueva celda que esperaba por él en la prisión, curiosamente, la misma que tuvo Leone. Al caer la noche, Drai tuvo su bienvenida, una sesión de golpes, aunque no tan fuertes como los de Phillipe, pero capaces de debilitarlo.

«­El tiempo de vacaciones finalizó», le recordó Rodríguez cuando lo agarró del cabello para lanzarlo contra la fría piedra poco antes de quedar inconsciente, con la sorna que lo caracterizaba, le dejó claro quien mandaba en ese lugar.

De eso ya habían pasado tres años, tenía prácticamente el setenta por ciento de la condena cumplida, y tras muchos intentos fallidos por parte de Cecilia y Patricia, al fin le dieron la posibilidad del juicio de apelación para su caso.

Se levantó adolorido por lo dura de la cama, aún no podía acostumbrarse a ese suplicio, esperó a que la puerta se abriera para poder ir a bañarse, ese día sería la audiencia para resolver su caso, por eso se había cuidado mantenerse lo mejor posible para no alertar a su madre de las condiciones en que vivía, suficiente con las caras de pesar que Alicia le hacía cada vez que estaban juntos.

El agua retumbó en las losas del baño comunitario, no importaba que estuviese helada, o las burlas de los Agentes, tampoco el tipo que era de los Mercenarios que los cuidaba cuando los oficiales se iban, sus compañeros odiaban esos instantes, a Drai ya no le molestaban, no después de la última Navidad en la que se enteró de que Leone fue desahuciado, que pronto moriría y no podría estar a su lado, junto con el hecho de haber perdido la autonomía en la empresa que el padre de su novia manejaba, debido a que el heredero de Solange Nule argumentó que al ser Drai un Nule había usurpado parte de la legitima fortuna de su apoderado, sin duda ese fue el golpe de gracia para el patriarca Bosé.

Recordó como Alicia se lo contó después de hacer el amor, una rutina que adoptaron desde la segunda visita que le realizó, la castaña le pidió perdón avergonzada por no evitar que ese ladrón entrase a la empresa. Bosé la besó con dulzura, le pidió arreglarse porque el tiempo de visita terminaba y debía volver a celebrar Navidad con su familia, en cuatro meses se reencontrarían, aunque no creía que pudiesen compartir un rato tan íntimo, necesitaba de su fortaleza y compañía.

Al marcharse Alicia, Drai cayó en la cama llorando por la desesperanza y la frágil posibilidad de salir vivo de ese lugar, no sabía que le esperaba en el mundo después del destierro en Gorgona, a veces sentía como si su mente se quebrase y confundiera los recuerdos, en otras era la sensación de inmensa soledad.

En ese estado de tristeza, y con el objeto de dañarle la velada, Rodríguez ordenó que un Mercenario lo visitara, el tipo se aproximó con una navaja en su mano, Drai lo vio moverse como analizándolo, finalmente se marchó dejando desconcertados a todos los que tras unas horas esperaban encontrarlo sumido en un charco de sangre.

Bosé cerró el grifo y cogió la toalla para secarse, el Mercenario que cuidaba la puerta del baño lo dejó seguir sin siquiera molestarse en apartarse, era claro que algo en él le llamó la atención tanto como para dejarlo en paz, esa noche Drai comprendió que estaba muerto en vida, que por eso ni siquiera ese tipo se molestaba en torturarlo.

Comió por necesidad la masa que llamaban desayuno, a las diez llegaron los Agentes que lo trasladaron al Tribunal de Villa, en la sala de espera encontró a Alicia con una sonrisa que le devolvió la paz que necesitaba en ese instante.

—La audiencia será a mediodía, los principales testigos a tu favor serán Rafael Wilson y su esposa, Camila Jilguero —Drai le sonrió, así que Enrik Olar tampoco estaría presente en esa ocasión, esperaba que el ratoncito y la nerd no lo hundieran por completo—. Yo quiero que entres a esa sala y muestres que no estas derrotado.

—Un Bosé nunca baja la cabeza —le besó con suavidad, quería que supiese que podía estar tranquila, fue cuando le dio la mejor noticia desde que supo que entraría a Balzac School.

—Drai, estoy embarazada, tengo cuatro meses... y es un varón...

—Lorien Drai Bosé Arwen, nuestro heredero —pronunció el nombre de su primogénito con orgullo.

La pareja se abrazó, Patricia que ahora era la abogada oficial de la empresa Bosé escribió el nombre para las escrituras públicas de la herencia, Drai colocó las manos en el vientre un poco abultado de Alicia; para los Bosé al aceptarse por ambos padres la existencia del neonato, este sería inscrito en los árboles genealógicos, documentos y se agregaba a los apoderados de las cuentas familiares, el platinado permaneció abrazado a su pareja pasándole todo el amor que pudiese al bebé hasta el momento del juicio.

Al cruzar la puerta, el ojigris procuró mantenerse impávido por lo que sucedía, pero escuchar como Rafael y Camila le defendían, recordando todo lo ocurrido durante el final del año escolar y la redada en la bodega, la persecución y el atentado contra el padre de Enrik, y como Drai terminó en el sitio equivocado al momento de la muerte de Terrera.

—Después de toda esta sensiblería barata, donde por lo visto el acusado fue una víctima más de La Víbora, quiero mostrar la razón por la cual el honorable Tribunal NO debe caer en la falacia de lo que acaba de escuchar —recalcó el abogado que fungía como fiscal, la rabia por estar frente a un supuesto seguidor del señor Terrera se filtraba en cada palabra, más cuando a pesar de las acusaciones, Drai no pedía misericordia—. Solicitó al honorable Tribunal abrir la investigación a Drai Leone Bosé Nule por el asesinato y desaparición de Bernard Zanzíbar al finalizar la redada en la Casa Bosé con el objeto de quedarse con sus propiedades y fortuna.

Cuando el platinado salió de la audiencia, lo único que había logrado era ver la cara de satisfacción del Fiscal, cuatro meses antes de terminar los seis años de condena se celebraría un nuevo juicio por homicidio, uno que le daría cadena perpetua.

En la puerta de la sala Alicia lo abrazó prometiéndole buscar ayuda.

—Cuida a Lorien, te amo.

Correspondió el beso de su esposa, uno que supo a despedida, y Drai no se equivocó, fue la última vez que vio a la castaña.

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