CAP 4 MILAGRO

“¡Detente!”. Le gritó a Mario quien conducía.

Mario la miró e hizo una mueca. “Debemos llevarte a descansar”.

“¡No escuchaste! ¡Detente!”. Ella volvió a gritar.

Él se orilló y apagó el auto, Julia acarició su brazo.

Eva la miró. “Necesito verlo por mí misma”.

Julia negó persuadiendo a su amiga. “Vamos a casa Eva, necesitas cambiarte y descansar un poco, Mario se encargará de averiguar qué pasa”.

Eva negó y se soltó de Julia quien trataba de calmarla en el auto, Eva se safo y salió del coche, Mario salió detrás de ella, Eva corrió por la calle con su largo vestido la gente la observaba asombrada, mientras el hombre de traje negro iba detrás de ella gritándole. “¡Eva espera!”.

Chocaban con la gente alrededor pero no impido que Eva siguiera. Los transeúntes pensaban que era una novia fugitiva y que el hombre era el novio que quería detenerla.

Ella cruzó sin fijarse y un auto frenó antes de golpearla, el hombre sacó la cabeza por la ventana enojado. “No ves que está en verde! ¡Vieja loca!”.

Ella miró al hombre y el auto, era un taxi, subió rápido como pudo. “Llévame a la carretera 53”.

El hombre miró a Eva, estaba desaliñada y parecía que había llorado. “Esa avenida está cerrada por un accidente…”

Ella observó al hombre y escuchó la voz de Mario. “¡Eva!”. Volteo a verlo y le gritó al chofer “¡Conduzca rápido!”.

El hombre al final le hizo caso y se alejaron.

Mario miro el auto. “¡Maldición!”. Regresó y subió conduciendo junto con Julia que iba muy nerviosa.

Eva llegó al lugar observando alrededor, estaba acordonado y había mucha gente mirando la escena.

El hombre del taxi le dijo. “Oiga págueme”. Eva miró al hombre y se miró la muñeca quitándose el reloj que valía miles.

“No tengo dinero, pero esto le servirá”.

El hombre observó el reloj y resopló conduciendo lejos.

Había ambulancias y patrullas a los alrededores, los bomberos terminaban de examinar el coche que acaban de apagar el incendio.

Eva caminó entre la gente observando el auto, cada paso que daba era más pesado. La gente la miraba sin comprender porque una novia estaba ahí.

El policía extrañado observó a Eva con el vestido de novia, tenía un semblante terrible. “Señorita, no puede estar aquí”.

Ella posó su mirada en el auto destrozado y preguntó. “¿Qué pasó?”.

El policía miró hacia atrás donde estaba el accidente y luego giró para verla. “Un fuerte accidente, un hombre murió”.

Ella negó llorando le temblaban los labios al hablar. “Puede decirme… ¿Quién es la persona que tuvo el accidente?”.

El negó. “Es información clasificada señorita, es mejor que se vaya”.

Ella sonrió sarcástica y lo miró a los ojos. “Hoy es mi boda… mi prometido no llegó a la iglesia, me dijeron que tuvo un accidente en esta calle…”

Ella lo miró con ojos suplicantes.  “Por favor puede decirme ¿Quién es la persona que murió?”.

El hombre suspiró y llamó a otra persona hablaron entre sí mirando a la mujer vestida de novia, se acercaron ambos y el hombre le dijo. “El auto era propiedad de Sebastián Tejada, ya verificamos las placas”.

La sangre de Eva se fue hasta su cabeza, escuchaba un palpitar en su corazón doloroso, las palabras del policía retumbaban en su cabeza con dolor, ella se dejó caer en el suelo de rodillas al escuchar el nombre.

Gritó con todas sus fuerzas negando. “¡Por favor, dígame que no es cierto, Sebastián no puede estar muerto, por favor!”.

El policía trató de calmarla y los paramédicos se acercaron cuando ella estaba histérica, la gente alrededor la miraba y se compadecía de la mujer, cuando estaba a punto de desmayarse, Julia y Mario llegaron, Julia corrió a abrazarla.

Mario habló con los policías quienes le informaban de todo, Eva se desmayó y la llevaron al hospital, la impresión había sido muy fuerte y su presión bajó peligrosamente.

Julia lloraba mientras veía a su amiga en la camilla.

Mario arregló todo en el hospital para que fuera atendida en la sala VIP, minutos después llegó el padre de Eva angustiado por toda la situación.

Todos estaban en la habitación esperando a que Eva reaccionara, minutos después ella abrió los ojos observando alrededor, ella con dolor volvió a cerrarlos y sus lágrimas caían, esperaba que todo fuera un sueño, pero su realidad era otra.

El señor Ernesto se acercó. “Hija, ¿Todavía te sientes mareada?”.

Ella negó sentándose despacio en la cama. “Solo cansada papá”.

El doctor entró y saludó a los presentes, se acercó a Eva. “Tu Glucosa bajo mucho por la impresión, debes cuidarte de ahora en adelante y más en tu estado”.

Todos en la habitación se quedaron en silencio por unos segundos.

Eva miró al doctor. “¿Mi estado?”.

El doctor le contestó serio. “Estas embarazada, tiene un mes”.

Eva se quedó en shock, Julia se cubrió su boca por el asombro, el padre de Eva solo suspiro triste.

Mario observaba a Eva tristemente en silencio, deseaba que ella no pasara por todo esto.

Eva de nuevo lloró afligida, el doctor les explicó lo que tenían que hacer a partir de ahora, ella debía descansar y no alterarse.

………………………………………………………

En otra parte del mismo hospital…

Un joven de unos 20 años dormía en una cama, había otras tres camas en la habitación, una mujer mayor rezaba cerca de la cama del chico con sus manos unidas, junto a la anciana había una chica, observaban como un doctor revisaba al joven.

El doctor les explicó. “Estaba drogado y sufrió un paro cardiaco mientras manejaba la motocicleta, rodó varios metros y tuvo suerte de que ningún auto lo golpeara, está vivo de milagro”.

La mujer mayor agradeció mirando al cielo. La chica solo asintió observando al chico en la cama, tenía algunos golpes leves en el rostro y raspones.

“La tomografía nos dice que todo está bien, solo esperemos a que el despierte”.

El doctor salió y ellas se acercaron, la mujer mayor tomó su mano. El chico empezó a moverse y abrió lentamente los ojos, ambas lo observaron alegres.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo