10. Rituales humanos

VILKANK

Su hermano encendió una de las pantallas holográficas centrales y comenzó a mostrarle sus descubrimientos. Le enseñó datos sobre los recursos de la tierra junto a los problemas climáticos que el planeta enfrentaba por la explotación inconsciente de las riquezas, eso los preocupó a ambos. Vieron los diversos climas y especies de animales no inteligentes, los paisajes con datos de su posible creación natural, historia sobre viejas civilizaciones e incluso historias de sus dioses y guerras. Todo era impresionante y tan útil como los datos que leía en ese momento sobre la interacción social entre humanos, fue en ese instante que la pantalla cambió rápidamente sin que él pudiera ver la información completa.

-¿Qué sucedió?- Preguntó él y su hermano frunció el ceño con culpabilidad -¿fue un error? ¿Algún hueco de datos en la red?

-Eso es lo que no creo que te agrade del todo- masculló Velkank -una vez que la información comienza a mostrar la interacción social y los acercamientos, hablan del cortejo y lo que los humanos llaman: coqueteo.

-¿Coqueteo?- Preguntó él cada vez más interesado -¿qué es eso?

-La forma humana en la que los machos y hembras llegan a copular- afirmó su hermano viéndolo finalmente.

-¿No hacen un acuerdo verbal como nosotros?- Siguió él.

-Lo hacen- convino su hermano -pero puede llegar a ser extraño porque a veces pueden dar vueltas en la excitación cómo hacerlo directamente, es como un juego para ellos. Debo decir que me costó entender del todo ese ritual y luego mi mente se distrajo con algo más.

-¿Qué? ¿Es algún ritual complejo?- Su corazón se aceleraba y su mente iba a toda velocidad.

-Los humanos tienen bancos de información sobre su deseo sexual- explicó Velkank lentamente -es bastante explícito.

Su cerebro se detuvo un segundo sin llegar a entenderlo, era frustrante para él.

-No lo entiendo- fueron sus palabras.

Su hermano asintió y de pronto la pantalla holográfica abrió varios archivos que los hicieron abrir los ojos con sorpresa. Eran grabaciones de audio y video aunque no holográficas, las imágenes eran planas, pero lo impresionante de todo eso era lo que mostraba. Había humanos, hembras y machos sin ropa copulando con destreza, era impresionante ver algo así. Los gemidos se escuchaban con fuerza mientras la hembra rebotaba sobre el macho, las imágenes cambiaban constantemente hasta que ambos llegaban al éxtasis.

Él observó las imágenes en silencio sin notar que su cuerpo estaba realmente excitado cuando el video terminó, estaba tan duro como nunca antes. La especie humana era hermosa, aquel material valía tanto como sus descubrimientos y ellos parecían colocarlos en aquella base de datos sin registros de seguridad, según su hermano. Otro video inició y estaba seguro de que su cuerpo explotaría sin haberse tocado o tener algún estímulo.

-Procesé algunos de los videos- comentó Velkank -no pude evitarlo.

Las imágenes cambiaron y la forma holográfica a la que estaba acostumbrado se hizo presente, era mucho peor porque ahora podía ver las formas desde todos los ángulos, su falo saltó y llamó su atención con fuerza rogándole por un poco de sus caricias, fue casi una tortura ignorarlo.

-Apágalo- ordenó él con voz oscura. Era vergonzoso sentirse de ese modo frente a su hermano.

-Lo sé, yo reaccioné del mismo modo- dijo Velkank riendo unos segundos -creo que no me había acariciado tanto desde que era un joven.

-No tienes que contarme eso, hermano- ofreció él sin moverse de la silla y esperando a que su dureza menguara.

-No hay vergüenza, esta especie está hecha para el éxtasis, Vilkank- afirmó su hermano -estos videos lo muestran y con gran detalle.

-No puedo creer que esto esté en su base de datos sin ningún tipo de seguridad- dijo él -este material valdría tanto en las galaxias centrales.

-Ya lo creo- convino su hermano quien apagó las imágenes de copula por fin.

El silencio regresó y él respiró con más calma, parecía como si su cuerpo no fuera a relajarse hasta que se acariciara tal como había mencionado su hermano. Se movió incómodo en la silla sabiendo que no podría irse pronto sin quedar en evidencia, así que se concentró en su respiración hasta que su masculinidad dejó de llamarlo con tanta insistencia. La voz de Velkank se abrió paso una vez más.

-Descubrí también algo más- comentó su hermano con una sonrisa -al parecer la ignorancia de los humanos sobre la seguridad llega hasta extremos bastante hilarantes. Hay varios bancos de datos que muestran el perfil exacto de un ser específico, solo tienes que saber su nombre y algunos datos personales.

-Eso es impresionante- afirmó él -y arriesgado. Supongo que nunca imaginaron que otras especies podían obtener acceso a esos datos.

-Creo que esa no es una preocupación real entre humanos- admitió su hermano mostrando los datos generales que había encontrado.

Ellos miraron con atención como las ocupaciones podían cambiar drásticamente junto a las distancias de comunidades.

-Podríamos intentar encontrar a tu Alisa- dijo de pronto Velkank con emoción.

-Esa es la peor idea que has tenido- intentó él -y ya dije que no es mía, es mi espécimen de investigación inicial, no puedo comprometerlo.

-Solo tú eres capaz de creerte una tontería como esa, Vilkank- afirmó su hermano antes de introducir el nombre de la hembra.

La computadora encontró al menos cien resultados con ese nombre y ambos se sorprendieron, en su planeta era extraño encontrar un mismo nombre ya que sus madres escogían como los llamarían mediante una combinación de nombres de sus antepasados. Al parecer los humanos eran distintos con eso también, sus nombres podían significar mucho, pero al mismo tiempo podía no ser de ese modo.

-Creo que no la encontraremos- comentó él con algo de desilusión.

-Claro que lo haremos- rebatió su hermano -creo que si buscamos los datos junto a su ubicación en los mensajes de comunicación estaremos bastante cerca.

Mientras hablaba, Velkank hacía exactamente lo que decía y fue entonces que la computadora arrojó un montón de datos hasta que el perfil de una sola hembra brilló en la pantalla. Ambos observaron el perfil de Alisa, con detalles sobre su carrera y vida. Luego, las fotos fueron procesadas por la computadora y mostrándolas una a una. Alisa Montéz ese era su nombre completo al parecer, ella tenía el pelo castaño largo, era risueña y mucho más hermosa que cualquier otra hembra que hubiera visto hasta el momento.

Su cuerpo reaccionó con fuerza a ella asustándolo un poco. Alisa era realmente hermosa, su rostro era dulce y su cuerpo demasiado para resistirse.

-Si es ella, hermano- interrumpió Velkank -estás perdido, nunca volverás a esta nave sin haberla probado. Me alegro por ti, ella es hermosa.

-No la mires- gruñó él haciendo que su hermano riera con fuerza -no es tuya.

-Sí, tengo tanta razón- su hermano seguía riendo -y tampoco tuya, es lo que te empeñas en decir.

Vilkank quería decir que era verdad que ella no le pertenecía, pero decirlo significaba que su hermano podría verla y hablar de su belleza y eso era algo que le molestaba demasiado como para dejarlo suceder. Supo en ese instante que estaba tan perdido como había afirmado Velkank con las mejores intenciones. Se volteó hacia las imágenes de Alisa y la observó unos segundos más antes de admitir para él que si así era como reaccionaba a unas simples representaciones de la hembra, verla en la realidad sería demasiado. No pensaba perdérselo.

-¿Crees que puedan reproducirse con nosotros?- Le dijo su hermano -porque me gustaría tener sobrinos y sabes que madre querrá nietos. Se pondrá tan feliz cuando le cuentes que tienes una hembra para cuidar.

-No la tengo todavía, Velkank- regañó Vilkank con molestia -siempre te adelantas demasiado a los hechos.

-Todavía, ese es el término correcto- lo molestó su hermano antes de seguir indagando en las políticas humanas y sus normas.

Por fin dejaron el tema cuando Velkank le mostró un montón de detalles sobre los gobiernos humanos y lo mucho que influían en sus sociedades, se concentraron en eso hasta que la computadora de la nave hizo sonar la alarma de proximidad. Ambos cambiaron a las imágenes externas y la pantalla mostró al planeta tierra por primera vez. Se veía un poco diferente a las imágenes que había visto con anterioridad, su atmósfera ya no parecía tan limpia, ahora un extraño color gris rodeaba al planeta.

Una extraña tensión cayó en el medio de la habitación y el silencio la hacía mucho peor.

-Será mejor que te alistes para bajar- lo instó su hermano -llegaremos pronto.

Él asintió antes de alejarse a su habitación, se limpió y se vistió con sus ropas de camuflaje. Preparó sus bolsos con todo lo que sabía que necesitaría hasta que se sintió preparado, los nervios llenaban su pecho, pero sabía que aquello sería la cosa más emocionante que haría en su vida, estaba preparado para el cambio y la aventura del descubrimiento. Esto era lo que había deseado toda su vida como científico, no iba a dejarlo pasar ahora que estaba tan cerca de cumplirlo, se sentía tan bien.

Se reunió con Velkank en el puente de la lanzadera y se subió a la que estaba preparada para el camuflaje, estaba hecha solo para dos personas por lo que era bastante pequeña. Dejó sus cosas en un gabinete asegurado antes de encontrarse con su hermano de frente.

-Imaginé que no podrías dirigir la nave hasta el planeta sin ser detectado- comentó Velkank -así que lo haré yo.

-Pensé que había dicho que era demasiado peligroso que ambo bajáramos- ofreció él.

-Aunque me siento realmente tentado, no lo haré- negó su hermano con una sonrisa -dirigiré la nave de forma remota, seguiré tus planos hasta el lugar indicado.

-De acuerdo- aceptó él -me quitas un peso inmenso de encima, pensé que tendría que estrellar la lanzadera en un lugar oculto.

-Agradezcamos que no tendrás que hacerlo, no permitiré que asesines la lanzadera más útil a bordo- afirmó su hermano -no olvides contactarme todos los ciclos de oscuridad para informar y hacerme saber que todo está bien, si no lo haces consideraré que algo sucedió y que debo bajar a buscarte con la nave militar sin importar las consecuencias.

-No puedes hacer esa locura, Velkank- negó él con alarma -todo estará bien, me comunicaré contigo, pero por favor no bajes con esta nave si algo pasa. Puedo resolverlo incluso aunque solo sea tu hermano el científico.

-Más te vale, Vilkank- amenazó su hermano abrazándolo -porque no te dejaré morir en un planeta desconocido. Ahora siéntate y asegúrate en la silla, volveré al centro de mando para que inicies el viaje al suelo. Mantendré las cámaras encendidas para ver un poco de lo que experimentarás al llegar.

Él asintió y abrazó a su hermano de nuevo antes de verlo partir, se aseguró tal y como le había dicho para esperar a la comunicación interna. Un momento más tarde la voz de su hermano resonaba en el espacio de a lanzadera.

-Comenzaré con el despegue ahora- le indicó cuando la lanzadera se movió.

Las puertas de la nave principal se abrieron y vio como la imagen del planeta se iba haciendo cada vez más grande. La emoción llenaba su cuerpo, era así como el descubrimiento más grande en ciclos solares daba inicio sin que casi nadie lo supiera. No podía esperar a ver todo lo que la tierra tenía para ofrecer, lo que encontraría y para su consternación, para poder conocer a la hembra Alisa en persona, ella no había dejado su mente desde el instante en que había visto su imagen en la pantalla holográfica, ya no podía esperar más para verla.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo