El destino de Leila
El destino de Leila
Por: Nataly Olais
Prólogo

La gran batalla

El día era como cualquier otro, los humanos se encontraban distraídos con su rutina diaria; por todo el mundo, el cielo estaba despejado, haciendo que el sol resplandeciera más que nunca. Pero ese día todos coincidían que se sentía especial, un día para disfrutar.

Cada humano estaba en su propio mundo, se sentían bien, relajados, olvidaron por un momento la maldad del mundo; se encontraban en paz y seguros.

Fue tanta esa comodidad, que no le dieron importancia de como poco a poco el cielo se fue nublando; no estuvieron listos para soportar lo que sucedería en un abrir y cerrar de ojos.

El cielo se oscureció, y un rayo sonó, la tierra hizo estremecer y los humanos a correr y gritar con temor ahora estaban, el gran día había llegado. Nadie lo espero, nadie lo sintió, como ladrón llego; todo a su paso robo, no había compasión. La muerte se presentó y las almas de los malvados se llevó, las oportunidades de hacer el bien terminaron. Ese día, era demasiado tarde, se les aviso eh hicieron oídos sordos; no hubo nada que pudiera salvarlos.

Al final de la gran batalla, el mundo quedo en ruinas y cenizas, los humanos seguían gritando y llorando, pero ahora era de felicidad, su libertad fue dada, millones de humanos de sus tumbas salían, como una vez se soñó, ese día se cumplía: ahora todos podían vivir en paz y felicidad. Como ave fénix los humanos se levantaron y una reconstrucción de su mundo habían comenzado; ese día hubo dolor, pero también gozo, ese día fue único y glorioso.

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Después de la gran batalla

Año 01

- Diosa, los humanos ya están en grupos como pediste, en total son 20 grupos con 10,000 humanos cada uno – menciono un ángel

- Muy bien, que hagan pasar el primer grupo - ordenó la Diosa

- ¿Ya tienen listo lo que pedí? - preguntó

- Si majestad, está todo listo – respondió el ángel

- Bien, veamos qué tal se comportan los humanos ahora – menciono la Diosa

Los humanos empezaron a llegar y como un gran ejercitó listo para la batalla se formaron, los humanos estaban mezclados en nacionalidad, lengua, tribu, color, todo humano que una vez soñó con tener igualdad y los mismos derechos para todos, ese sueño se estaba cumpliendo.

- Bienvenidos sean todos ustedes, están por llegar a su meta deseada, ¡Yo seré su Diosa, a partir de ahora y para siempre!; yo les enseñaré el camino del bien y el mal y sobre todo les haré saber su recompensa por haberse mantenido hasta el final.

Todos aplaudían y gritaban “viva la Diosa”

- Lo único que les pido es que sean leales a mí y siempre me agradezcan por haberlos liberado de su mundo cruel que antes tenían, todo recuerdo será olvidado, la paz al fin ha llegado – declaro la Diosa

Todos hicieron reverencia ante su Diosa y de ese modo, complacida por la aceptación de los humanos, su don lo compartió con ellos.

||°||

Creíamos que toda maldad y oscuridad fue eliminada, que ya no existiría el dolor y rencor, creímos en que era el momento de la paz eterna, creíamos que era el final para un principio, pero, en realidad era un principio para un final.

Entonces, ¿Qué seguía del punto final?

Esto que estaba pasando no era para pasar una nueva página. Se estaba leyendo la conclusión, para así dar por terminado está historia.

Entonces, ¿Dónde quedó la promesa de vivir felices para siempre?

Ella solo sabe la respuesta...

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