Capitulo dos

Aglaia

Vuelvo en mí cuando siento unos toques en la ventanilla, es Alfred que me mira preocupado, Dios ¿Cuánto tiempo pasé en el pasado?

—¿Sucede algo señorita? —Alfred está preocupado, niego rápidamente para que se tranquilice.

—No disculpa estaba recordando algo. —digo mientras enciendo mi auto.

—Debe ser un recuerdo largo. —lo miro sin comprender. —Hace dos horas que está ahí señorita. —¿QUÉ?—Pensé que esperaba a alguien, pero como paso el tiempo por eso me atreví a llamarla.

—Gracias Alfred estoy bien. —le regalo una sonrisa. —Iré a casa y deja de decirme “señorita” tengo nombre. —asiente.

—Lo sé, pero no se vería bien. —giro mis ojos porque este hombre es muy correcto.

—Está bien Alfred sé que no cambiaras de opinión. —le regalo una sonrisa.

—Que tengas buen día adiós.

—Adiós señorita.

Ya es tarde para la universidad, así que me iré a mi departamento que comparto con una compañera de la universidad que no esta nunca porque sé la pasa en casa de su novio. Así que aprovecharé que estoy sola y me daré un baño de espuma, dormiré un poco y me preparé para ir a la casa de Marlene esta noche.

Tiró mis zapatos por algún lado de la habitación, después me ocuparé de ordenarlos, estoy muy cansada, pero hacía rato que no me la pasaba así de bien, Dios el hermano de Marlene es un adonis y ni hablar de su amigo Gavrel, pero se nota a lo lejos que Gavrel está interesado en Marlene y Dereck en Leyna, aunque se la pasan peleando parecen unos niños, son muy divertidos y atentos me hicieron sentir en casa.

Quede con Marlene que decoraría su departamento, me servirá para tomar experiencia porque lo único en lo que he trabajado es en la oficina de Leandro y la casa de mis padres. Le dije que no había terminado de estudiar, pero a la alemana no pareció molestarle, me cae bien parece buena chica, espero no se mate con Leandro.

Me pasé el finde semana entre libros y más libros porque debo rendir un examen y este año es el más complicado de la carrera. Mi madre llamó para interrogarme sobre la secretaría de mi hermano, pero no le di mayor detalle esa mujer es capas de mandarla a investigar, es más creo que ya está preparando la boda, pobre de Leandro.

Los brazos de Morfeo me llaman, así que me voy quedando dormida. Dios ¿Quién osaría molestarme a esta hora de la mañana?, tomo ese aparato del infierno que no deja de sonar para atender la llamada de mi hermano.

COMUNICACIÓN TELEFÓNICA.

—Lean buen día ¿Sucedió algo? —pregunto media dormida.

—Omorfi, ¿Te desperté? —alejo mi teléfono para mirar la hora, m****a sé me hizo tarde.

—No ya estaba por levantarme, tengo trabajo que hacer, ¿Qué necesitas?, porque no creo que llames para darme los buenos días. —siento su carcajada al otro lado de la línea, ¿Esta de buen humor? Que raro.

—¿Qué un hermano mayor no puede llamar para ver como esta su hermanita? —se hace el ofendido, mientras yo me levanto para ir al baño.

—Leandro se me hizo tarde tengo que bañarme, desayunar eh ir a trabajar, si no me dices que necesitas cortaré. —voy a volverme vieja si sigo gruñendo.

—¿Aglaia de que trabajo hablas?, ¿Desde cuándo trabajas y porque no me dijiste nada? —este hombre se ha creído que es mi padre.

—Hablo de la carrera que estudie que es diseño de interiores de eso voy a trabajar. —pongo el teléfono en alta vos para poder seguir hablando. —Trabajo desde hoy, voy a decorar la casa de una amiga y no te dije nada por qué no hemos hablado. Ahora aclarado todo, ¿Qué es lo que quieres? —digo mientras abro la ducha para poder bañarme.

—¿Qué amiga? La única amiga que sabe lo que estudias vive contigo, además llamaba para decirte que tenemos que reformar algunas salas del hotel de aquí de Atenas, te tendrás que ocupar también con Andre de la ampliación. —cuando nombre al francés se me callo el frasco del champú. —¿Aglaia estás bien?

—Si disculpa se me cayeron las sales de baño, Leandro yo no voy a poder ayudarte sabes que lo haría encantada, pero me falta un año para terminar y es el peor de todos, aparte recién hoy comienzo con la decoración del departamento de Marlene, no tengo nada de tiempo. Lo siento, tu amigo conoce a grandes diseñadoras pídele que te presente alguna. —trato de excusarme, ya que no quiero trabajar con el francés.

—Aclaremos algo Aglaia primero la empresa no es solo mía es de la familia tú tienes tanta obligación como yo en hacerte cargo, jamás pedí que apartes tus sueños para trabajar aquí, segundo entiendo que es tu último año, pero te necesitó, no voy a pedirle a Andre el contacto de nadie teniendo a la mejor que eres tu xotikó (Duende) —m****a, porque no puede aceptar que no quiero trabajar con el francés. —Y tercero ¿Cómo es eso que te ocupares del departamento de mi secretaría? ¿Tantas confianzas tienen? —hago silenció por un momento pensando bien las cosas y tiene razón, m****a.

—Gracias por dejarme ser lo que soy, sé que dejaste mucho de lado para hacerte cargo del negocio, de acuerdo te ayudaré es lo justo, pero quiero lejos al idiota del francés, y respondiendo a tu pregunta tengo que llevarme bien con mi cuñada ¿No crees? —siento que se ahoga. —Mamá me interrogo el domingo de quién era Marlene, no le dije mucho solo que es tu secretaría y es mi amiga, no sabe su apellido así que no creo que la investigue. —suelto una carcajada.

—No es gracioso esa mujer no sabe tener su boca cerrada, gracias por no decirle.

—Mamá ya planea la boda, imagínate el millonario más deseado de toda Grecia comprometido con Marlene Fischer la mujer más deseada de Alemania. —mi hermano gruñe al otro lado, mientras que yo termino de bañarme.

—¿Deseada? No sabía que lo era. —creo que está celoso y eso es raro en mi hermano.

—¿No lees las revistas del corazón? —hace un silencio así que supongo que es un no. —Claro que no. Marlene tuvo un solo novio oficial, y uno no tanto, el oficial por lo que dicen le fue infiel y del otro no hablan mucho, es hermosa, con dinero, inteligente, el sueño de cualquier hombre. ¿Qué esperabas? —escucho su respiración, pero no dice nada. —¿Sigues ahí?

—Si disculpa, bueno quedamos así ponte en contacto con Esteban el encargado del hotel y con Andre, no sé cuál es su problema pero lo solucionan. —maldigo y me despido.

Fin llamada telefónica.

¿Por qué me odias Dios? ¿Yo que te hice? Tener que llamar al idiota ese y tener que estar juntos no será nada fácil.

Termino de cambiarme mientras que sigo maldiciendo a mi hermano, si mi padre me escuchara hablar ya me hubiera dado una lección de como hablan las niñas.

Tengo que llamar al francés así que tomo coraje de donde no lo hay y busco su número entre mis contactos, llamo un tono, dos tonos y atiende.

—Andre Moreau, ¿quién habla? —por lo que veo no me tiene agendada, que idiota soy y yo que creí… nada olvídenlo.

—Aglaia Doxiadis. —siento su respiración, pero no dice nada. —Mi hermano me dio tu número para que arreglemos lo del hotel. —miento, ya que tenía su número, sigue sin hablar. —¿Estás ahí?

—Si disculpa, estaba ocupado. —hago un sonido de afirmación. —¿Te parece si tomamos un café?, y arreglamos bien.

—De acuerdo te veo en el hotel por la tarde. Adiós. —corto, sé que no fui muy educada que digamos, pero este hombre saca lo peor de mí.

Mi perfecto mundo se puso de cabeza, un pasado vuelve que creí enterrado hace cinco años, ¿Por qué la vida es así? Porque se empeña en demostrarme que Andre jamás se fijaría en alguien como yo.

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo