Andre
Ha pasado una semana desde que nos casamos con mi ninfa, ha sido una semana bastante tranquila, pero a partir de hoy sé que comenzarán los problemas, hoy es la primera audiencia con Marieth Williams la amante de mi padre solo espero que lleguemos a un acuerdo. Quiero una vida en paz, tener mi propia familia, cuidar de mi nana, tarde te acuerdas, ¡Dios! Mi conciencia no me dejará en paz.
—¿En qué piensas? —Aglaia me saca de mis pensamientos.
—En la amante de mi padre, —tomo mi cabello con mis manos desordenándolo. —No entiendo que quiere.
Dinero, poder. —se encoge de hombros. Rodea el desayunador y me abraza. —Estaremos juntos en esto Andre.
—Lo se ma nymphe (mi ninfa). —la atraigo más a mí, beso esos deliciosos labios que se carga. —¿Te he dicho que te ves hermosa el día de hoy? &mda
Aglaia—De acuerdo la esperamos. —corto la llamada, miro de reojo al francés que niega con su cabeza.—No la quiero en nuestra casa, —estoy de acuerdo con él. —Esa mujer esta loca.—Pienso igual que tu Andre, pero entiende que no podemos dejarla en la calle, —vuelve a negar, que difícil será convencerlo. —Escucha amor, hablaré con esa mujer, para ver que quiere, no la dejaré sola si es lo que te preocupa.Camina de un lado a otro negando, diciendo mil frases en francés, entendí la mitad de lo que dijo lo demás ni él se entendió, suelta un suspiro y asiente.—Tú ganas ma nymphe (mi ninfa), —se acerca a mí y deja un beso en mis labios. —Cualquier cosa que suceda me llamas, entendido? —asiento entre sus brazos.—Si agapi (amor). —nos volv
AndreAcelero todo lo que da mi auto, no me importa todas las infracciones que me pueden llegar. Maldita sea yo sabía que no debía ir esa mujer. Cuando la nana me llamo, abandoné la junta donde estaba sin importarme si perdía el contrato, solo quiero llegar a mi casa y saber que paso con mi mujer y esa bruja endemoniada. Llego a la casa, estaciono el auto, salgo casi corriendo, cuando llego a la entrada me encuentro con la nana.—Explícame, ¿qué sucedió?.—la atropello con mi pregunta.—Es mejor que te lo diga tu esposa. —no le doy respuesta solo asiento, pasando por su lado.Voy con rumbo a la oficina Aglaia se encuentra en mi silla llorando como una niña pequeña, me acerco a ella cautelosamente, me agacho a su altura.—¿Qué sucede ninfa? —levanta su vista, comienza a llorar más fuerte. —Aglaia me est
Aglaia Miro por la ventana como cae la noche Parisina es un lugar hermoso de verdad, en estos días me eh dedicado a recorrerla lo más posible, la nana fue mi acompañante, ya que hace días no hablamos con Andre, no por que el no quiera si no por que yo estoy cansada de sus miedos. Estoy triste no lo puedo negar, pero Andre debe poner sus ideas en claro si no, no le veo mucho futuro a nuestra relación. Marieth no a vuelto a comunicarse con nosotros, lo que no me gusta, esa mujer algo trama en contra de nosotros. Esa mujer no tiene escrúpulos, venir aesta casa y robar, no entiendo como puede hacer eso, las personas hacen cualquier cosa por dinero, es verdad. Miro las maletas que están a un lado de la cama en la habitación de huéspedes que a sido mi dormitorio, muero por los brazos de Andre y sus besos, pero debe entender de una vez que estamos juntos en todo y no hacerme a un lado cada vez que las cosas se compliquen. Salgo de mi
AndreVamos aterrizando en el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos de Atenas, mi ninfa va dormida al lado mío del lado de la ventanilla, debo despertarla, pero se ve tan hermosa así.—Amor, —sigue muy dormida. —Llegamos. —acaricio su bello rostro. Comienza a moverse muy suavemente parece un hada, abre esas esferas azules que he amado desde siempre.—Perdón estaba muy cansada. —niego ante su tonta disculpa.—No pidas perdón amor, —dejo un beso en sus labios. —Debes descansar, trabajas a distancia, te ocupas de la nana, la casa, y tienes un parcial mañana. —hace un gran sacrificio para mantener a flote nuestra familia.—Me gusta hacer eso y más. —cierra sus bellos ojos. —Andre debemos hablar de mi hermano.—Lo sé, hablaré con el hoy. —se endereza de golpe, niega repetidamen
AglaiaEstamos llegando a la empresa de la familia, Leandro quiere saber de mi paradero ese hombre es insoportable, no puede entender que deje de ser una niña hace mucho tiempo, nunca lo hará, mi hermano es muy posesivo, Marlene debe estar loca para aguantarlo.Mis pensamientos se van hasta Melanie la azafata, por un momento la hubiera matado, los celos que sentí en solo pensar que Andre estuvo con ella, mi sangre hirvió, pero me comporte como la mujer que mis padres criaron. El francés quiso despedirla, pero cuando me contó lo de su pequeño hijo no pude hacerle semejante cosa.Hable con la francesa se disculpó y suplico por su trabajo, le dije que no lo hiciera nadie debería suplicar por un empleo, prometió no volver hacer una idiotez como la que hizo. Acepte con la condición que llevara a su pequeño en algún viaje, su cara fue un poema, pero acepto gusto
Andre Consuelo a ma nymphe (mi ninfa) que no ha parado de llorar desde que nos avisaron que Marlene fue secuestrada por su ex, ese tipo está loco con hacerle eso a una mujer. Cuando mi suegro nos avisó que la trajeron al hospital no dudamos ni un segundo, vinimos para ver como esta, se la llevaron hace horas y no han dicho nada Leandro está destruido ¿y como no? Si su futura esposa e hijo están en peligro, espero nunca estar en sus zapatos, moriría si algo le sucede a mi ninfa. El griego a cada rato mira en nuestra dirección sé que sospecha algo, pero no es momento para develar la verdad. Abra que esperar un poco más, ¿cuánto?, no sé, pero el día que todo salga a luz sé que perderé a un amigo, ojalá me equivoque y no sea así. —Ya ma nymphe (mi ninfa), —acaricio sus cabellos. —Estarán bien. —eso espero o el griego morirá si algo le pasa a su mujer. —Andre si le pasa algo no creo que mi hermano no lo soporte. —
AglaiaVeo como Andre se marcha, lágrimas caen por mis mejillas, es un idiota, ¿segura?, si obvio estar celoso de Anker no tiene sentido, solo somos amigos.Miro la sorpresa que me preparo y me siento pésima, ¿solamente eso? ¡Dios! ¿Qué más quieres de mí? Yo nada. Mis pensamientos me abruman, busco el teléfono para llamar al francés cuando lo encuentro marco su número me da ocupado, ¿Con quién habla a esta hora? ¿Una amante?, hago a un lado esos pensamientos tontos porque Andre no sería capas de hacerme eso ¿O si? No, no voy a desconfiar de él, no haré lo que él hizo.Voy con rumbo al cuarto para poder darme un baño y meterme a la cama a descansar, los exámenes finales me tienen agotada sin contar los intensos dolores de cabeza que tengo a diario sufrido por el alto grado de estrés entre
Andre Estoy yendo con Cecilio a la casa de Marlene y el griego, le dieron el alta a la alemana, así que Leandro quiso organizarle una bienvenida sorpresa. Espero poder ver a mi ninfa, estos días me ha llamado, pero no atendí ni le devolví ninguna llamada, le estoy dando su tiempo y espacio. La noche que me fui de nuestro departamento lo único que quería era volver y dormir entre sus brazos, pero mi orgullo herido no me lo permitió. M estoy quedando en el departamento de Cecilio, no quería volver al hotel además que sería fácil para ella encontrarme, no es que me esté escondiendo, pero sé que los dos necesitamos un tiempo a solas, en estas dos semanas lo único que descubrí es que no puedo vivir sin ella, Aglaia ilumina cada día de mi vida. —¿Otra vez pensando en el duende? —Cecilio me saca de mis pensamientos. —Si, —miro por la ventana los edificios pasar. —La extraño, pero no sé qué hacer. —miro al italiano que va manejando.