Aglaia

Me doy una última mirada en el espejo, para ver como me queda el vestido que me trajo mi madre, es simplemente hermoso, el corsé tiene flores de encaje que forman un escote hermoso arriba del ombligo, la falda pegada a mi cuerpo es de seda que me llega por debajo de las rodillas, es de color blanco y la verdad me encanta no es muy sencillo, ya que si fuera por mí hubiera usado cualquier vestido, pero mi madre insistió, así que no me podía negar.

No me malinterpreten, pero soy una mujer sencilla, prefiero un vestido, unas sandalias bajas y mi pelo suelto. Nada que llame la atención, prefiero no ser notada me siento más cómoda conmigo misma, aunque con el prometido que tengo, jamás lograré que eso vuelva a pasar, ya que donde vamos todo el mundo voltea a verlo, tanto hombres como mujeres.

Vuelvo a mirarme en el espejo, ya que debo bajar para la ceremonia, solo estarán mis padres, la nana, Cecilio y Adrien me gustaría compartir este momen