Marlene

Siento mi teléfono sonar, me remuevo incómoda por ese sonido del demonio, ¿Quién jode un sábado tan temprano? ¡Mierda Leandro!, me siento en la cama de golpe, buscó con la mirada hasta que lo encuentro encima de la mesa de luz, lo tomo entre mis manos como si mi vida dependiera de eso, es un mensaje de Leandro diciendo que en media hora está aquí, y yo todavía en la cama, no debí beber como borracho de cantina anoche.

Doy un salto fuera de la cómoda cama, voy al baño hago mis necesidades, me meto en la ducha con agua fría para poder despertarme más rápido, me enjuago bien mi cabellera negra, una vez lista paso a lavar mi cuerpo y agradezco a la depilación de láser si no ahora estaría en serios problemas, ya que no cuento con tiempo, una vez que estoy limpia, tomo una toalla seco mi cabello