Leandro
—Nena respira. —trato de calmar a esta fiera mientras nos dirigimos al hospital, nuestro hijo viene en camino.
—Vete a la mierda, respira tú. —creo que está enojada. —Eres un idiota. —me insulta y si fuera otro el momento la regañaría, pero en este sería hombre muerto.
—¿Y yo por que? —doy vuelta a la esquina, porque vamos en mi auto. —¿Qué culpa tengo yo? —pregunto, pasándome un alto.
—¿Qué culpa tienes? —se retuerce en el asiento del copiloto. —No volveré a tener sexo contigo nunca. —su amenaza no me hace gracia.
—Nena sabemos que eso es mentira. —le doy una sonrisa, llegando al hospital.
—No me pruebes Doxiadis. —mejor me calló porque cumplirá su promesa.
Me bajo rápidamente, un enfermero me espera
MarleneHa pasado un mes desde que Karan nació, no es fácil entre la teta, pañales y acostumbrarse a un bebé, pero soy tan feliz cuando me sonríe que se me olvida todo lo demás. En este momento vamos en el auto de Leandro, llevamos media hora de viaje, sin hablarnos, entiendo su enojo, pero él no entiende que necesito esto para cerrar esta etapa de mi vida.—¿Seguirás así? —giro mi rostro para verlo.—¿Así cómo? —responde mordaz.—No te hagas el idiota. —no es capaz de mirarme. —De acuerdo. —me cruzo de brazos, frustrada.Giro mi cara para mirar la carretera, que nos lleva donde tienen a Adler detenido, sus cargos son altos y le dieron 15 años para Leandro y mi familia son pocos, pero sé que para mi ex son muchos, él solo pidió hablar conmigo no le veo lo malo, quiero
Leandro—¡LARGO!—gritó fuera de mis cabales. —Pasa por recursos humanos —le digo, mirando el desastre que hay, sobre el escritorio de madera.—Idiota —grita con su ego por los suelos, camina con paso seguro y sale dando un portazo.—Necesito otra secretaria —exclamo para mi mismo, un día me volveré loco.Tomo el teléfono que se encuentra sobre el escritorio para llamar a recursos humanos, espero que sepan conseguir a alguien que este a la altura de la situación, no es tarea fácil, ya que soy muy exigente, pero vamos solo deben llegar a horario, hacer bien un maldito café y cumplir con su trabajo, ¿Es mucho pedir?.—Alex —digo cuando toman la llamada, mientras trato de limpiar este desastre.—¿Señor? —pregunta del otro lado de la línea, en un murmuro, giro mis ojos po
MarleneEn algún lugar de la habitación suena ese infernal ruido el cual puse para poder despegar las sabanas de mi cuerpo, sin embargo no puedo abrir mis ojos por la pesadez que siento, cuando logro hacerlo y trato de acostumbrarme a la luz que entra por la ventana, busco mi teléfono que se encuentra en el suelo y me pregunto, ¿Cómo llego ahí?, lo apago dejándolo a mi lado en la cama, como puedome siento estirando todo mi adolorido cuerpo por la hermosa trasnoche. Saco los pies de mi cama y los apoyo en el suelo frío, muy frío diría,arrastro los pies hasta el baño, para darme una ducha, así se me quito la resaca que tengo gracias a las idieas de Leyna.A mi amigase le ocurrió salir un domingo a festejar mi cumpleaños número 25.No todos los días se cumplen 25 años,palabras de ellas no mías. As&iacut
MarleneEl avión aterriza en el Aeropuerto Internacional Eleftherios Venizelos de Atenas, mis nervios van en aumento mientras rememoró la conversación con mi hermano anoche, puede ser tan dramático a veces, mejor dicho siempre lo es.Flashback—¿Cómo que te vas hoy mismo a Grecia?, ¿Dónde te quedarás?, ¿Con quién iras?, ¿Dónde trabajarás? ¿Te has vuelto loca?—grita mi hermano al otro lado de la línea, un suspiro cansado sale de mí, ya que estoy preparando las maletas porque estoy sin tiempo, ¡Mierda!,tomo una bocanada de aire para responderle al idiota de Derek.—Primero si me voy hoy mismo, segundo me quedaré en un hotel por lo que resta de la semana hasta que consiga un departamento, —comienzo a elevar el tono de voz enfadad. &
LeandroVoy llegando tarde a la empresa,diez minutos nada más, pero para mí es una catástrofe. Si no me hubieraquedado hasta muy entrada la madrugada con una rubia hermosa que conocí en uno de mis clubs, esto no estaría pasando, salí de su departamento pasado las 3 a.m. y fui directo al mío, me di una ducha, me acosté adormir, pero se me olvidocargar mi celular así que no sonó la maldita alarma y me levante 8:30 salí de la cama como alma que lleva el diablo, solo me vestí con un perfecto traje hecho a la medida, tomelas llaves de mi Mercedes Benz AMG GT C, un lujo que me di hace un año por haber cerrado un importantísimo contrato que me hizo más millonario de lo que soy.Entro al estacionamiento de la empresa tomo elmaletín que va en el asiento del acompañante,bajo del auto a paso apresurado y
MarleneCierro la puerta detrás de mí con toda la paciencia que me queda, ósea nada. Ese hombre es unogrosi escucharon bien unogro,me tiene de aquí para haya haciendo mandados como si fuera un cartero,Tráemeun café.... Lleva estos papelesa recursos humanos... Saca estas fotocopias..... Has estos pendientes....no sabe el significado de secretaría ejecutiva, no malinterpreten amo mi carrera, pero este hombre, me odia, no sé cuál es su problema conmigo, es como si no me quisiera cerca de él.Pensar que me quedecon la boca abierta por ese hombre cuando lo conocí,¿Y cómo no? Si es unDios griego, lástima que sea un idiota, a mi cabeza llega mi primer día de trabajo.FlashbackLlego a un edificio de 15 pisos con una fachada antigua, pero hermosa, p
LeandroVeo la retirada de Fischer y ese trasero me está volviendo loco, la he tenido de cartero,llevando papeles, haciendo fotocopias y quejándome del café, que debo decir es el mejor que he probado en mi vida, todo para tenerla lo más lejos posible de mí,es que no quiero que vea lo mal que me pone al tenerla cerca.Mi pene solo la quiere a ella,heestado con varias mujeres en esta semana rubias, morochas, coloradas hasta una asiática que estaba infernal, pero ninguna es como esta alemana, que con solo darme una mirada me trae babeando y me pone duro al instante. Estoy más irritable de lo acostumbrado, mi familia no me tolera, mi padre fue muy claro el domingo cuando nos sentamos a tomar un trago después del almuerzo familiar en su casa.Flashback—Hijo ¿Por quéno buscas a la mujer que te tiene as&i
Marlene Después de esa extraña sonrisa que me dedicó por la sal del café, no sé como no me despidió aún.Vine almorzar a un restaurante a dos cuadras de la empresa con Leyna, mi hermano y Gravel que vinieron a visitarnos. Cuando estoy ingresando veo a mis amigos y hermano al final del sitio, un camarero se acerca a mi encuentrome lleva hasta ellos yel primero en abrazarme es Derek, ni que hiciera siglos no me ve. —Te extrañé pequeña, me haces mucha falta. —susurra en mi oído, mientras revuelve mi cabello. —También lo hago Dereck, pero quita tus manos de mí. —le doy un manotazo para que deje mi cabello en paz. —Ya suéltala, deja algo para mí, —habla Gavrel, mientras posa sus manos en mis caderas, me mira fijamente y medaun beso cerca de laboca,me tensoen seguida, parece notarlo y me sonríe de lado. —¿Cómo estás? —inquiero soltándome disimuladamente. —Muy