UN ALIADO PARA EL MAL

—Hola — dice — ¡¿Quién es?! — su voz es dura y se ha despertado por completo

Samantha abre los ojos, asustada esperando lo peor, Rick comienza a hablar en italiano perfecto, termina la llamada y sonríe.

—Nada amor, era un inversionista italiano, mañana tenemos una reunión y quería ultimar detalles — sonríe — vamos a seguir durmiendo.

—Me habías asustado — dice Samantha

Ella apoya su cabeza en el pecho de Rick para seguir durmiendo, cierra los ojos y rápidamente encuentra el descanso deseado, en cambio Rick no puede dormir, su mirada está fija en el techo y sus pensamientos hacen que su mente no pueda encontrar el descanso, acaricia el cabello de Samantha suavemente y la ve dormir.

Se siente mal por tener que mentirle, pero ella ya está demasiado nerviosa por todo, no quiere preocuparla más.

(...)

En algún lugar de Nueva York

—¡¡¡¿Qué acabas de hacer?!!! — dice molesto mientras lanza por el aire la copa de vino que llevaba en la mano estrellándola contra la pared.

—¡¡¡NO ME REPROCHES!!! — le contesta molesta mientras camina de un lugar a otro por el lugar— ¡porque tú no haces nada!, estás acá como una rata asustada — sonríe de manera perversa — ¿O ya los perdonaste?

—¡¡¡ESO NUNCA!!! — grita y se deja caer en el sofá sucio y polvoroso del lugar — solo que hay que esperar el momento oportuno, pegarnos al plan.

— ¿Y cuándo será eso? — su voz suena impaciente — ya he esperado un montón, no puedo seguir viéndolos feliz, siguiendo con sus vidas como si nada.

— ¿Qué daño te hicieron a ti? — le pregunta mirándola de manera interrogante — yo quiero venganza por mi hijo, pero tú…. — ríe fuerte — es verdad lo que dicen… no hay nada peor que una mujer despechada… o… mejor dicho… alguien que ni siquiera voltearon a ver.

—¡¡¡Cállate!!! — se acerca a él con furia — él iba a ser mío, yo iba a ser la señora Morris, si tan solo esta perra no se hubiera aparecido.

—Estás tan loca como estaba mi hijo — dice con amargura

—Sin embargo tú sigues con lo que él empezó — le dice en tono de burla

—¡¡¡Yo lo hago por MÍ!!! ¡Por qué ese tipo, me destruyó, me llevó a la ruina! — la mira con odio — y no descansaré hasta verlo en la ruina… arrastrándose como un gusano.

—¡¡¡SILENCIO!!! — una voz fuerte los calla, ambos voltean a ver a la persona que acaba de ingresar — parecen dos cacatúas gritando, sus chillidos traerán la atención de las personas.

—Es que no sabes la imprudencia que acaba de hacer, acaba de llamar a….

—Sí, lo sé, también sé que estuviste en la corporación — la mira duramente, la agarra del cuello fuertemente contra la pared, presionando su garganta, hasta casi dejarla sin oxígeno — si no puedes pegarte al plan, no nos sirves.

RICK

El sol ya alumbra desde el cielo, es un día más de verano, los pajaritos cantan en los árboles y todo apunta que será un día maravilloso.

Rick sale de la cama suavemente no quiere despertarla, ingresa a la ducha, se viste.

—Amor ¿ya te vas? — le pregunta medio dormida desde la cama

Él se acerca a darle un beso de despedida

—Sí, tú quédate y descansa — ella le sonríe y se levanta.

—Hoy pienso pasar todo el día con David — sonríe feliz colocándose su camisón

Salen de la habitación y bajan las escaleras.

—Buen día ¿No va a desayunar? — pregunta la nana Julia sonriente al verlo despedirse de David

—Se me hace tarde, tomaré algo en la oficina — llena de besos a su hijo y su esposa, se despide y sale con dirección al trabajo.

—Buen día, amigo — saluda Frank al ingresar a la oficina

Rick lo saluda con la mano, está concentrado en una llamada, Frank ingresa y se sienta en el sofá esperando que se desocupe.

— ¡¿Pero debe haber algo?! — dice Rick molesto — una conexión, no puede ser casualidad estos eventos — su voz es dura — espero su llamada.

Termina de hablar y cuelga dejándose caer en el sofá al lado de Frank tocándose la frente en señal de cansancio.

— ¿Qué pasó? — pregunta Frank un poco desconcertado — problemas desde temprano… la reunión con los inversionistas es en unas horas y todo está arreglado, el equipo de...

—No Frank — Rick lo detiene — no es nada del trabajo, desde ayer están pasando cosas extrañas.

Tocan la puerta y Rick se queda en silencio, mientras ingresa Luana entregando los documentos para la reunión con los inversionistas, ellos le sonríen y ella sale en silencio.

— ¿Nadie sabe? — pregunta Frank cuando Luana sale cerrando la puerta — ni tu asistente

—Ella sabe una parte, pero no creo que sospeche, igual no he querido que se entere de más, porque le contará a Samantha y ella ya está muy nerviosa con toda la situación.

— ¿Qué ha pasado?

—Primero, se malograron los ascensores, por un problema “eléctrico” — remarca las últimas palabras

— ¿Problema eléctrico? — pregunta — desde que la corporación funciona, nunca ha habido un problema así, para eso está el área de mantenimiento, que hace que todo funcione perfectamente — dice Frank sonando obvio.

—Exacto — dice Rick — y hoy hable con el jefe de mantenimiento y no se explica cómo pudieron haber fallado los fusibles, puesto que en la mañana habían revisado y todo estaba perfectamente.

—Bueno de repente, fallo en ese momento — las palabras de Frank intentan restarle importancia al asunto.

—Si, yo también hubiera pensado lo mismo, si no fuera porque falló dos veces y las dos veces Samantha estuvo dentro — dice preocupado.

—Que falle una vez puede pasar, pero dos veces — se recuesta en el respaldar del sofá — eso sí es raro.

—Luego Samantha me dijo que le pareció ver a Jill fuera de la corporación, obviamente descartamos la idea, pero…  — baja un poco el tono de su voz y se acerca a Frank como queriéndole contar un secreto, este también se acerca para escucharlo — casi la madrugada recibí una llamada de una mujer

— ¡¿Una mujer te llamo en la madrugada?! — dice Frank asustado y luego sonríe — amigo pensé que ya te habías retirado y que estabas bien con Samantha.

— ¡No es eso! — dice Rick molesto — me dijo que no veía las horas de volverme a tener frente a ella y que esta vez no me iba a escapar.

— ¿Quién crees que pueda ser? — pregunta Frank intrigado

—No estoy cien por ciento seguro, pero me pareció la voz de Jill — se apoya en el sofá y se soba la frente —aunque se notaba que estaba engrosando la voz, tuve que responderle en italiano para que Samantha no entienda lo que pasaba.

—Amigo siempre has tenido un jale con las locas — Frank sonríe — impresionante, perdóname sé que no es el momento, pero que mujer.

—Y trabajo tantos años a mi lado

—Entonces ¿Estabas hablando con el detective?

—No, yo hago mis propias investigaciones — dice serio mientras se levanta para caminar hacia su escritorio.

— ¿Sigues desconfiando de él?

—Sí, ya te lo dije… me parece que lo he visto antes… además hay algo muy extraño a su alrededor — Rick se sienta en la silla de su escritorio.

— ¿Extraño? ¿A qué te refieres? — Frank se sienta frente a Rick

Tocan la puerta e ingresa Luana con otros documentos interrumpiendo su conversación, continúan la mañana concentrados en el trabajo.

(………)

Pasan algunos días y todo parece haber vuelto a una aparente tranquilidad, Rick llega del trabajo, ya nada es igual porque la casa está llena de risas y juguetes, Rick sonríe feliz y se dirige al jardín donde ve a Samantha y David en la piscina jugando, disfrutando de los últimos días de verano, aprovechando esa cálida brisa que se siente las tardes, cuando el sol comienza a bajar.

Samantha levanta la vista y lo ve parado en la mampara mirándolos sonriente.

—Llego papá — dice contenta levantando a su bebe para que lo salude

—Papá, papá — repite él bebe sonriendo

Inmediatamente una gran sonrisa más amplia se dibuja en el rostro de Rick que se apresura para alcanzar a tomar entre sus brazos a su hijo y darle un beso, Samantha sale del agua y a ella también le da un tierno beso.

— ¿Cómo te fue amor? — pregunta Samantha secándose con la toalla

—Bien — contesta — Glen me pidió, que te diga que ya no te tomes más días libres — sonríe

—Pobre — ríe — pero necesitaba pasar unos días con mi bebe, estos días de verdad han sido curativos para mí — mira con amor a su bebe

 —No seas terca amor, no necesitas trabajar — ambos caminan hasta la habitación del bebe para bañarlo — puedes quedarte tranquila y cuidarlo.

—Rick no insistas de nuevo con ese tema — toma al bebe entre sus manos para sacarle su bañador, mientras Rick se saca su saco y llena su tina de baño — ya te dije que lo hago por mí, por mi salud mental.

—Ok, no insistiré — empieza a jugar con su bebe mientras lo mete en su tina.

Samantha lo mira contenta, quien pensaría que el serio Señor Rick Morris en casa se derrite y es pura muecas y encantos para su bebe y su esposa.

Terminan de bañar al bebe y la nana Julia aparece para llevarlo.

—Es hora que me lleve a David, tiene que comer

Samantha se lo entrega

—Gracias nana Julia — la abraza

Da media vuelta y se va con David en sus brazos.

Samantha camina con Rick a su habitación, él se saca la corbata y se lanza a su cama.

— ¿Vas a regresar o te vas a quedar?

—Me gustaría quedarme, pero tengo una reunión en 2 horas — la queda observando, mientras Samantha camina eligiendo la ropa que se pondrá.

Ingresa al baño y llena la tina, coloca esencias florales y cuando está por sacarse el bikini unas manos la detienen.

—Déjame ayudarte — le dice con voz suave y ella sonríe — te dije que tengo un poco de tiempo antes de ir a la oficina.

—Soy toda tuya — le sonríe pícaramente

Le desata el bikini y la deja completamente desnuda

Relatado por Samantha

Me toma de la mano y me lleva a la cama

—Acuéstate boca abajo — yo no digo nada solo obedezco, sé que lo disfrutaré — extiende las manos — luego me ordena

Ata mis muñecas con la corbata que se había sacado hace un instante y con otra me venda los ojos, estoy emocionada, estoy a su completo control y eso me excita.

Siento que sube sobre mi cuerpo, procura no aplastarme, acaricia mi espalda, cuello, trasero, besa cada parte de mi cuerpo, suelto gemidos ante tan deliciosa sensación.

Hace que flexione mis rodillas y siento su boca besar mis nalgas y apretándolos con sus manos, se abre paso por mi trasero, pasa a mi vagina, su lengua comienza a recorrer toda mi cavidad, con sus dedos comienza a meterlos en mí, acariciando mi clítoris, mi cuerpo empieza a reaccionar haciéndome gemir más fuerte.

—Me encanta como te mojas para mí — lo escucho decirme y muerdo mis labios para no hacer bulla, pero es imposible contenerme ante las caricias que Rick me hace.

Rick me da palmadas en el trasero y pasa su miembro por mi cavidad ingresa con fuerza, aguanto las ganas que tengo de gritar de placer, ingresa y sale de mí de manera firme, luego sale y sigue masajeando mi clítoris despacio y rápido al mismo tiempo, una y otra vez mis caderas se mueven al compás de sus manos, comienza a pasar su miembro por mi trasero, el orgasmo que me está dando solo con sus dedos lo siento en mi bajo vientre a punto de explotar.

Estoy tan mojada y excitada, Rick ingresa sus dedos en mí y saca la humedad que había en él para llevarlo a mi trasero ese lugar que no es desconocido para él.

—Relájate amor — me susurra al oído

Rick sigue lubricando esa zona con mi propia humedad llevándola con sus dedos y pasando su miembro, mete un dedo suavemente lo ingresa y saca, mis músculos se relajan, de pronto siento su miembro empezar a abrirse camino.

—Ah... Rick… me duele — digo ante el dolor que eso me hace sentir al principio

—Tranquila solo es al principio — me dice suave y se mueve lentamente

Poco a poco me voy acostumbrando a su grosor y a su sensación, con su mano comienza a masturbarme por adelante, siento una cosa que la introduce en mí, no puedo verla, pero puedo sentirla, es suave, es un vibrador, estoy sintiendo una doble penetración y me encanta siento que estoy volando.

Sus penetraciones son profundas, siento su miembro crecer más dentro de mí, mis manos se hacen un puño con cada embestida y muerdo la almohada para evitar gritar de placer, me palmea el trasero, con cada embestida.

—Me encanta lo deliciosa que eres, jamás me cansaré de hacerte el amor — me dice con voz excitada.

No puedo controlar un gemido y lo hago suave para hacerle saber que lo estoy disfrutando, ¡¡¡POR DIOS!!! ESTOY A PUNTO DE DESMAYARME.

—Oh... maldición ya no aguanto

Sus embestidas se hacen más rápidas, siento su miembro entrar y salir con fuerza de mí multiplicando el placer, mis dos cavidades están llenas, mi orgasmo comienza a llegar de nuevo y no puedo contenerme tengo que morder la almohada para no gritar el nombre de Rick a la hora que me vengo, siento como Rick también contiene sus gemidos.

Terminamos y me desata, nos besamos.

—Te amo mi amo

Le digo y me vuelve a besar con pasión, porque, aunque ahora estemos casados y sea su esposa en la cama él seguirá siendo mi amo y yo seguiré estando lista para complacerlo en todo lo que me pida.

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