—¡¡¡¿Quién eres?!!! No me parece gracioso
—Ya te lo dije soy Jake… el niño que botaron como si fuera basura — el tono de su voz está lleno de rencor.
Esas palabras hacen que el teléfono caiga de sus manos, su corazón comienza a latir fuerte, el sudor comienza a correr por su frente, le duele el pecho y el estómago, cierra sus ojos y la respiración comienza a faltarle.
El nombre Jake, Jake, Jake comienza a repetirse en su mente una y otra vez, intenta recobrar el aliento, pero cae desmayada perdiendo el conocimiento.
(...)
Han pasado ya, varios días, desde que Rick viajo a Italia a visitar a su tía y aunque han conversado diariamente, ambos se extrañan.Hoy es la inauguración de la feria, todo ya está organizado, Samantha acaba de colgar la llamada con Rick, él está por subir al avión que lo traerá de regreso.Acomoda sus lentes de sol y toma un sorbo de su bebida helada, es un día caluroso, el sol aún está en lo alto del cielo, mira su reloj para calcular el tiempo disponible hasta la inauguración.— ¡Sami! — le habla Glen bajando desde la rueda de la fortuna — tienes que subirte — tiene una gran sonrisa en su rostro — definitivamente este es mi juego favor
Samantha abre los ojos, asustada por lo que pueda pasar, se pone delante tratando de que lo suelte, el detective está inmóvil solo viéndolo con una sonrisa de lado dibujado en su rostro.—Rick por favor — él no la mira, ambos no se quitan la mirada de encima — claramente está bromeando — voltea a ver al detective — ¿verdad? — lo mira asustada—Si… por supuesto señor Morris… es una broma — sus palabras son lentas y su voz es tranquila.— ¡Podría hacer que lo boten por su estúpida broma! — sigue molesto y aún no lo suelta.—Rick, por favor amor — Samantha trata de hacer que Rick suelte al detective — su&eacu
El detective se detiene frente a Rick mirándolo a los ojos, retándolo.—Tienes derecho a permanecer en silencio — comienza a decirle sus derechos ante la mirada atónita de todos a su alrededor — todo lo que digas puede ser usado en tu contra…— Lo lamentará detective — Rick sonríe negando con la cabeza—Tienes derecho a llamar a tu abogado — continua sin detenerse — si no tienes uno el estado te proporcionara uno.Rick es escoltado por los policías hasta la comisaria, Samantha va tras ellos en el auto con su guardaespaldas.Llega a la comisaria acompañada de Glen, Frank,
Bajan a desayunar, el día está nublado, el sol se ha escondido y no tiene interés en aparecer, las nubes cargadas indican que una fuerte tormenta está cerca, saludan a David que ya está despierto con nana Julia, ambos se acercan a llenarlo de besos y, pasan un lindo momento familiar sin pensar en policías, ni denuncias, ni nada por el estilo, Sonia la chica que los ayuda en casa se acerca con el periódico, nana Julia se levanta y ve el titular del periódico, levanta su mirada, ve a los tres disfrutar del desayuno sonrientes y esconde el periódico.——¿Sonia el periódico? — pregunta Rick levantando su taza de caféSonia mira a nana Julia sin saber que responder&mda
Samantha llega a su casa, saluda y después de pasar tiempo con David, sube a su habitación, mira la hora y aún tiene tiempo para darse un relajante baño en la tina.Llena la bañera y se introduce en ella, dejando que las esencias florales hagan su trabajo, se acomoda cerrando los ojos, perdiéndose por un instante en la nada de pronto siente delicadas cosquillas recorrer desde su frente continuar por su mentón y perderse entre sus pechos, ella abre los ojos suavemente, encontrando que la culpable de dichas caricias es una rosa roja, levanta la vista y se encuentra con Rick que la mira sonriente, lleva en sus manos un ramo de rosas rojas.— ¿Hay lugar para mí? — se acerca a darle un tierno beso en los labios. Samantha se pone de pie y siente un escalofrío recorrer su cuerpo, volver a esa noche y traer a su memoria la cara de Jill, la hace descompensarse.—Fue una conversación corta — por fin habla mientras sale al balcón, Rick la sigue, ambos se apoyan a la baranda y miran el hermoso jardín y a la luna reflejada en la piscina — lo único que ella quería era molestar, sembrar la duda en mí… — se queda pensativa— ¿Duda sobre qué? — Rick no comprende sus palabrasSamantha lo mira a los ojos—Duda de tu amor hacia mí, me dijo que ustedes se comunicaban y hablaban en italiano para que yo no entienda cuando estabas a mi lado — Rick inmediatamente recuerda la PSICÓPATA
—Gracias por acompañarme — Samantha sonríe y come un poco de su helado — sentía que los nervios me consumían.Caminan por las largas calles congestionadas de transeúntes del centro de New York, todos van apurados con las bolsas de sus compras en sus manos y ellas no son la excepción, detrás de ellas va el guardaespaldas y dos policías encubiertos que juran que nadie se ha dado cuenta.—Para eso estamos las amigas — Andrea le sonríe — ¿Vas a ir a buscarlo más tarde?—No, solo estaría nerviosa y no quiero estorbar, como mi nana siempre decía, “Si no ayudas no estorbes” — agacha la mir
Él la suelta—Te dije que no quería que vuelvas a verte con él — su mirada es fría—Solo lo dije para molestarte porque no me quieres contar… no lo dije en serio—No quiero que lo digas ni en broma — su voz está cargada de cólera—Quería hacerte enojar, pero no tanto… — mira a otro lado y luego devuelve la mirada a él— ¿Dónde estuviste? — le pregunta — llegue y no estabas—Salí con Andrea… fuimos a hacer algunas compras — cuelga sus brazos en el cuello de Rick, él está impasible — y luego fuim