Arlet
Cuando Matt se fue a responder una llamada y me dejó sola en el sofá me sentí incómoda y ansiosa porque regresará. Yo veía los muchos problemas de no poder apartar esa sensación de vacío de mi pecho cuando él no estaba. Pero aunque mi cerebro me decía que eso era peligroso mi corazón suplicaba por él. La sensación de que todos esos sentimientos guardados comenzaban a aflorar me traía consigo una calidez y tranquilidad que nunca había sentido.
Al otro lado de la ventana caía una ligera llovizna. Se podía escuchar el repiqueteo de las gotas y el viento moviendo las ramas de los árboles afuera. Era un día cálido, sin embargo mi cuerpo pedía a gritos el calor de su cuerpo y el agradable efecto que provocaban sus brazos alrededor de mi cuerpo.
MatheusCada vez que sentía que el mundo se me venía encima iba a recorrer Navy Pier el viejo puerto de hidroaviones de la marina que ahora funcionaba como paseo de compras y patios de comida. Caminaba junto al inmenso lago disfrutando de las vistas del puerto y me regalaba tiempo para meditar mientras observaba los grandes barcos y los veleros pequeños zarpar. Era agradable ver a las personas disfrutando, riendo desde la noria o maravillándose en el mirador.Nunca había compartido eso con nadie. Recordaba que en una ocasión lo recorrimos con Arlet y Alex para ver el lago congelado, sin embargo no le confesé ni a ella ni a nadie que era de esos lugares que me traían paz. Cuando estaba allí me embargaba esa extraña sensación de que todo estaría bien y por eso tenía la seguridad de nunca se
ArletFue como si esa cita sacada de un cuento de hadas marcase un antes y un después en nuestra relación que aún no sabía exactamente que era. Pero esperaba que eso se solucionará en los próximos días. Conocía bastante bien a Matty como para saber que no era demasiado adepto a las demostraciones en público, pero para mi sorpresa había propuesto que todos fuésemos a festejar incluyendo a Ezra el viernes por la noche a un sitio donde se realizaba karaoke. Me sentía muy optimista porque lo veía como el momento adecuado para “DNR”. Esas siglas me hubiesen aterrado un par de semanas atrás y ni siquiera hubiese pensado en definir nuestra relación, pero después del día maravillo que pasamos juntos todo había cambiado.Me enviaba mensajes todo el tiempo para ver como estaba o que estaba haciendo, se esforzab
ArletEl viernes por la mañana me desperté antes que Matty e intenté con todo mi esfuerzo quitármelo de encima y desenredar nuestras piernas. Tenerlo durmiendo en mi cama me hacía sentir la mujer más feliz del mundo. Toda la semana se había comportado como el novio perfecto y aunque sabía que no habíamos definido exactamente que éramos, estábamos cada vez más relajados y abiertos a lo que estaba ocurriendo. La etiqueta que tuviese no iba a definir lo que sentíamos en realidad, sin embargo en el fondo deseaba que me tomase de la mano en la calle, que no evitará abrazarme cuando estaban sus amigos o tener que contenerme para no besarlo en público.Me asustaba darme cuenta de cuán profundos eran los sentimientos que tenía por él, pero más me asustaba negar que en ocasiones me sentía como su secreto. 
MatheusSolo bastó una botella de champán para que Arlet y Sofía volviesen a ser tan buenas amigas como siempre.Gracias a esa reconciliación los hombres que estaban en el lugar iban a disfrutar de tres chicas sexys cantando y bailando en el escenario. Estaban en la cola para cantar junto al escenario chillando y dando saltitos más emocionadas de lo que yo esperaría. Sofí amaba el karaoke.—La amiga de tu chica, está buena —me dijo Astor que estaba a mi lado tomando una cerveza —¿podrías pedirle que me la presente?Miré confundido a Astor por referirse a Art como mi chica, pero después de verlo con la mirada perdida entendí que solo estaba lo
ArletPara cuando mi cabeza registró lo que estaba pasando Matheus ya estaba sobre Ezra, tomándolo por el cuello. Di un paso hacia atrás completamente paralizada mientras veía todo pasar en cámara lenta. Tara gritaba pidiendo que los separasen mientras las personas se agolpaban a nuestro alrededor para ver que era lo que estaba sucediendo. Entonces Ezra logró liberarse del agarre y estrelló su puño contra la mandíbula de Matheus.—¡Matheus para! —finalmente grité tomándolo por el brazo y tirando de él. Pero esté me repelió con una fuerza descomunal y terminé contra un grupo de chicas me estaban haciendo un video.Las personas a nuestro alrededor solo se limitan a mirar o grabar para inmortalizar el momen
Arlet—Te invitaría a entrar —le dije encogiendome de hombros —. Pero ni siquiera es mi casa y no quiero incomodar a Tara. Lo siento mucho.Ezra me respondió con una sonrisa encantadora y se sentó a mi lado en los escalones del departamento de Tara. Estaba segura de que había estado en los lugares más exclusivos del mundo y me avergonzaba quedarme en el porche de una casa que no era mía, sin embargo no estaba preparada para aceptar su invitación a cenar.—No tienes porqué disculparte, esto es diferente. Supongo que es eso lo que más me atrae de ti. No puedo descifrar que estas pensando —Preston nos lanzó una mirada cómplice desde el auto que estaba aparcado justo frente a nosotros —Por otro l
ArletCuando llegamos a la casa de Ben vemos unas chicas ligeras de ropa en el jardín. Al verlas con esos minúsculos pantaloncitos y esos pequeños tops observe mi atuendo y el de mis amigas pensando en lo fuera de lugar que estábamos allí. «No entiendo por qué decidimos venir». Pensé mientras intentaba calmarme.Ya estaba allí por lo que decidí tragarme la ansiedad y entrar a la casa. Escaneé la casa buscando algún rostro familiar, pero solo vi a Astor, que estaba prácticamente devorando a una chica que llevaba puesto un vestido que apenas le tapaba los muslos. Sofía contempló la escena horrorizada y yo rogué que Alex no estuviese en una situación similar. Caminamos un poco más hasta que llega
ArletEn cuanto vi arrancar el auto de Tara lancé al suelo el teléfono y comencé a dar puntapiés a los neumáticos del coche que estaba allí estacionado. Observé el móvil destrozado. Yo me sentía arruinado de la misma forma. Todo se había ido al carajo en tan poco tiempo que ni siquiera me di cuenta de cuán roto me encontraba. Me odiaba profundamente, me odiaba por perderla, me odiaba por intentar controlarla y me odiaba por haberle hecho daño. La quería como nunca antes y estaba muy seguro de que ella me quería también. Entonces no entendía cómo las cosas se habían complicado tanto, como no vi que estaba cometiendo una idiotez tras otra.Un gruñido profundo y bestial salió de mi boca cuando me desplome sobre el piso frío agotado.