Arlet
—Buenas tardes, Arlet —me susurró contra el cuello, poniéndome a cien.—Mmm, Hola. —Dije y entrecerré los ojos sospechando de sus intenciones. Escondió las llaves en la mano y abrió la puerta trasera.—Después de ti… Al entrar, me deslicé hasta la ventana. Él se me acercó en cuanto cerró la puerta.Miré hacia otro lado un poco avergonzada, pero Ezra me cogió la barbilla para que lo mirara, me gustaba su forma intensa de desnudarme con la mirada y no importaba que solo hacia unas horas habíamos estado juntos en su apartamento. Podría decirse que yo temblaba, literalmente, de anticipación, preguntándome cuándo comenzaría a desnudarme nuevamente.En cambio, me miró a los ojos y me trazó la línea de la mandíbula y los labios con los dedos. SArletLas semanas pasaron como si fueran segundos, y me hicieron empezar a desear no haber enviado aquel correo electrónico donde decía que aceptaba comenzar en febrero. Me había sentido tan contenta en el momento, tan feliz de que mi sueño de estudiar lo que me apasionaba se pudiera hacer realidad que no pensé en lo que podría significar para nosotros.Habían sido las semanas más maravillosas que había vivido, por lo que «nosotros», cobraba un significado completamente nuevo. No sabía cómo iba a hacer para soportar la distancia.Pasamos juntos todos los momentos de vigilia durante los últimos días. Me ayudó a comprar y conseguir todo lo que necesitaba para el viaje, incluso me regaló una maleta nueva y se ofreció a enviarme lo que no cupiera. Uno de sus empleados se encargo de encontrar un departamento que me quedara cerca de la universidad y mi trabajo para que no debiese trasladarme más de lo necesario.Nos deleitamos en el cuerpo del
ArletPermanecí en la cocina de casa de mis abuelos, marinando pollo en la salsa, mientras mi bobe preparaba las ensaladas.—Ezra me cae muy bien y tu abuelo adora a Marcus, se llevan muy bien. —aseguró, sonriente.Al ver a Ezra con mi abuelo colocando las sillas al tiempo que Marcus y Noha colocaban la mesa me sentí afortunada.—A mí también. —Miré por la ventana al patio trasero, donde se encontraban. Ezra llevaba una sudadera con capucha y solo se le veía una parte del rostro. Me parecía tan mono que deseaba correr a besarlo —. Sinceramente, es perfecto.—¿En serio? Parece un buen chico y sus padres son muy agradables.Lo era y me apenaba no haberlo visto mucho tiempo antes. Ezra era todo lo que había soñado y mucho más, ahora que vivíamos una relación sin complicaciones era
ArletEzra me guiaba en la pista de baile con la misma gracia que lo hacía siempre.«Muy bien, Art. Dos pasos adelante, uno para atrás… Muy bien…».Ezra me soltó y se separó con rapidez. Luego me giró, tomándome entre sus brazos.—Eres una bailarina estupenda ¿Has recibido clases o es un don natural?—He aprendido… Con un profesor excelente.—Bueno, quienquiera que te enseñara fue muy buen maestro. Estoy impresionado. Deberías recompensarlo, no debe ser muy fácil cuando su alumna tiene poco sentido de la orientación. —Me puso las manos alrededor de la cintura y me apoyé en su pecho sonriendo.Mientras recorríamos la pista de baile, comencé a preguntarme como había hecho para vivir sin él durante tanto tiempo. Ezra me hacía muy feliz. Ya habían pasado seis meses desde que me propuso mudarse conmigo a Nueva York y cada día era mejor que el anterior.Estaba atento siempre a todas mis necesidades, salimos a comer ca
Hola, Matty...Son demasiadas cosas para contarte y no se muy bien por donde comenzar. Ya te imagino poniendo los ojos en blanco y pidiéndome que deje de dar tantas vueltas.Tengo que decir que Nueva York es la ciudad más hermosa del mundo.La echo de menos cuando estoy lejos unos días para visitar a mis abuelos o mis amigos, y cada vez que veo desde el avión el horizonte de Manhattan, sé que es allí donde pertenezco.Los fines de semana, desde nuestro piso, en Park Avenue, veo cómo flotan sobre el río Hudson todas la risa de la gente que pasea despreocupada y me preguntó si son tan felices como lo soy yo. Sigo escribiendo y pensando en todo lo que ha ocurrido, solo que esta vez no tengo que preguntarme si alcanzaré mi propio éxito.Ya tengo todo lo que quería.Estoy sentada en la terraza de una librería, preparándome para
ArletEstaba segura de que el destino se reía de forma histérica a mi costa, como un cruel villano. La fiesta a la que Carola me había llevado no era en uno de los salones de los edificios Meyer como la que se había realizado anteriormente, sino en la del edificio Goltman en Park Avenue, y aunque se suponía que no podían asistir los residentes, estar allí me hacía pensar únicamente en que era probable que Ezra o su nueva novia estuvieran ocupando la suite, eso me estresaba muchísimo a pesar de que habíamos terminado en buenos términos y que el divorcio era pacífico por el bien de las niñas.Cada veinte minutos, Carola se acercaba para presentarme a un tipo distinto, alguien que según ella era el hombre ideal para quitarme el estrés post traumático luego de casi un año de abstinencia, pero por el que yo nunca me sentía atra
Matheus30 de Octubre del 2010Justo cuando estaba recordando que casi nos habíamos besado en la fiesta luego de pelearse con Noha, sentí que me vibraba el móvil. Era ella.Arlet: ¿Qué tal tu cita?Dudé antes de responder. No sabía muy bien qué decir a excepción de que había sido un completo desastre. Sólo podía pensar en el idiota de Noha tocando y besando a mi mejor amiga.Desde ese momento todo era confuso, al menos para mí. Ella estaba bastante ebria por lo que dudaba que lo recordase nuestro súbito acercamiento.Yo: Maravillosa. He tenido el mejor sexo de mi vida.Arlet: Te he preguntado qué tal tu cita…, no por tus fantasías de cerdo petulante…Yo: ¿Qué tal ha ido la tuya?Escribí, sintiendo como mi estómago daba un vuelco.Quería decirle que odiaba a su novio y que no estaba dispuesto a soportar que su primera vez fuese
Arlet Me gustaba creer que Matt y yo íbamos a ser amigos para siempre. Después de todo ya habíamos superado el terrible lapsus de amor no correspondido o más bien yo lo superé, porque en lo que a él respecta nunca sucedió. Era mejor así de habérselo dicho todo se hubiese ido al demonio.Seamos sinceros, si la basura sale a la luz todo se complica.Entonces hice lo más sensato para todos; me quedé callada y me enfoqué en sacar de mi corazoncillo cada vestigio de cada molécula de ese tortuoso amor no correspondido que experimentaba por mi mejor amigo. Nada de extrañas fantasías sexuales, nada de declaraciones, nada de ch
ArletDebería ser ilegal permitir elegir profesión antes de cumplir los 20. Cómo se supone que con 18 años alguien puede elegir de forma correcta que va a hacer durante los próximos cincuenta años, es ridículo pensar que el ciento por ciento de jóvenes va a acertar.Por desgracia, yo era un número más en ese porcentaje que no acertó sobre lo que le apasionaba hacer para el resto de su vida. En algún momento entre Matemática financiera o Concursos y Quiebras perdí completamente el rumbo. Simplemente no podía imaginarme pasar la vida rellenando hojas de cálculo, me asfixiaba la idea de pasarme horas y horas en un despacho.La verdad es que me gustaba lo que estudiaba hasta que un día me tope con mi v