Capítulo 6

Voy camino al trabajo, está lloviendo torrencialmente, voy bajo el paraguas tratando de no mojarme, el hambre me está matando, no comí nada desde ayer en el almuerzo, no he podido comer en casa, al parecer esto de estar tarde se me está volviendo una muy mala costumbre, ha de ser que lo de Vero se me está pegando, este día está iniciando mal, no pego una, no puse a cargar el móvil por ende se apagó a media noche y no sonó la alarma, no he visto a Verónica, decidí darle su tiempo, aun no sé si faltará nuevamente hoy al trabajo. 

Llego a la cafetería, voy muy tarde, pero si no como me muero; entro al lugar que para mi suerte hay una fila tremendamente larga, me formo en ella, estoy horrorosamente aburrida, sin música no soy nada <<Como es que se me ha olvidado cargar el móvil, pero que despistada soy>> finalmente es mi turno y una sonriente chica toma mi orden, como siempre pido mi capuchino de vainilla y mi Croissant, pago el consumo y mientras espero, pienso en el pobre Tom que ha de estar solo liado con el personal, miro mi reloj de pulso <<al menos este no se me olvido>> son las 8 horas 15 minutos.

—¡Madre mía! —Susurro, se supone que mi entrada es a las 7:45, esto está de locos, vivo a 30 minutos andando y no es posible que llegue tarde. Estoy agonizando con mi tardanza, cuando la chica me llama para entregarme mi orden, una vez lo tengo en mano, salgo como alma que lleva el diablo. 

 Al pasar por casa de la señora Benson, ahora con su querido nieto, no puedo evitar pensar en lo que él le ha confesado a amiga. Al fin llego a The Space.

—Hola Tom. —No me detengo a esperar su contestación, voy enseguida a marcar mi entrada, pero al pasar por las cajas veo a Verónica <<¿Ha  llegado temprano? ¿De qué me perdí?>> dejo las preguntas para después y sigo mi camino, desecho los envases al pasar por la papelera, dejo mi Barneybolsa en mi casillero y al llegar al marcador, está la parásito justamente al lado del reloj, paso de ella y marco. 

—¿Llegando tarde Neon? —pregunta con su chirriante voz, provocando escalofríos por lo aguda que es y mi nombre en su boca suena aun peor. 

—Hola Carmen —saludo por educación—. Si se me hizo tarde. —No digo más que la verdad, es algo obvia su pregunta.

—No sé por qué Leonard te tiene tanta... consideración <<¡Es ridículo!>> respiro hondo, no llego tarde todos los días <<¿por qué tendría que tenerme consideración?>> —si no cuidas tu trabajo, tendremos que darle tu puesto a otra persona que se lo merezca. — Suelta con sus labios hinchados de Botox y exageradamente pintados con un rojo encendido, le miro con los ojos muy abiertos.

—No llego tarde todos los días y por cierto, si no me tuvieras aquí retenida diciéndome cosas que claramente no merezco, ya que soy la persona más responsable que ha trabajado en este lugar, no por nada mi jefe —enfatizo en eso ultimo— me ofreció la gerencia, ya estaría en mi caja atendiendo a los clientes. —Digo mirando las cajas, por la mañana solo se abren tres hasta que llega el segundo turno.  —Si me disculpa...— continuo sarcásticamente —debo cuidar de mi trabajo. —La dejo ahí parada y voy a mi lugar, por lo menos sé que la admiración que nos tenemos es mutua.  Llego a mi caja y hago el conteo a toda prisa, Verónica no me mira, no me habla, no me determina y eso me hace sentir verdaderamente mal, hablaré con ella en cuanto lleguemos a casa, no creo que me espere esta vez para almorzar juntas, por lo general, soy yo quien atrasa su comida para salir con ella, al igual que Tom, pero su cabreo es más que notorio. Mi mirada cae directamente sobre Tom y este, como si notara la atracción, me observa a su vez, quiero descifrar si Verónica ha tenido el valor para hablar con él y pedirle perdón <<¿Aunque para que vendría aquí tan temprano sabiendo que Tom estaría aquí prácticamente solo con ella?>> Me dejo de tantas preguntas por segunda ocasión y me centro en mi trabajo. 

Llega la hora del almuerzo y sale Verónica, como lo supuse no me esperó, una hora más tarde voy yo, Tom si me ha esperado. 

—¿Al restaurante de la esquina? —pregunta mi compañero sonriendo.

—Sabes que si. —Pasa sus largos brazos por alrededor de mis hombros y besa mi cabeza, lo quiero es un estupendo amigo. 

 Caminamos en silencio por la vereda que nos conduce a ese restaurante que tanto nos gusta, hasta que yo lo rompo el silencio.

—¿Verónica llegó en el primer turno? —Pregunto lo obvio. 

—Si. —No dice más <<vaya que bien está resultando esto>> mi lado cotilla lucha por salir y yo le concedo la libertad que me reclama. 

—¿Y? —Me mira, no sonríe pero yo sí que lo hago, que ironía siempre es lo contrario, pero hoy no, hoy se cambiaron los papeles y lo disfruto. 

—¿Y qué? —Se hace el tonto, y allá van mis ojos a ponerse totalmente en blancos, ningún orgasmo en mi vida me han hecho voltear los ojos como lo hago con Tom.

—¿Hablaron? —Suspira.

—No. —Frunzo el ceño ¿Es en serio esto? 

—¿Qué? 

—No. —Repite su contestación 

—Te oí a la primera, pero ¿Cómo que no hablaron? tenían la oportunidad de arreglar las cosas. —Llegamos al restaurante y nos sentamos a la mesa de siempre al fondo del local, se siente extraño, nos falta Vero. 

—Pues no hablamos y ya está, dejemos el tema. —Le miro con desaprobación.

—Pues no, no lo dejaré porque ustedes tienen que estar bien, no soporto verlos así Thomas, tú la quieres y… 

—La quería. —Me interrumpe tajante.

 —Y un coño, las personas no dejan de querer de un día para otro por mucho daño que les hagan. —Gruño.

—Por supuesto que si cuando se decepcionan. —Suspiro, contra eso no puedo objetar y estoy perdiendo la batalla, tengo unas ganas diabólicas de decirle que ella también le quiere, pero Vero no me lo perdonaría nunca, además si no he roto mi promesa con él ¿por qué lo haría con mi amiga? <<Joder que complicado es guardar un secreto que puede solucionar todo de una vez por todas>> creo que me asignare el cargo de celestina para que estos dos cabezotas arreglen su problema, creo que enfrentarlos y decirle todo lo que sienten les hará entrar en razón o me odiaran, pero algo debo hacer.

—Deja de soñar o maquinar que hacer para que Verónica y yo nos arreglemos porque no funcionará. —Me advierte con mucha seriedad. No digo nada, me callo, he perdido la batalla y antes de que pueda decir algo que me deje mal también con él, lo dejo estar. El camarero llega y nos pide la orden. 

—¿Quedamos el viernes en el King West? —Me mira como si tuviera dos cabezas yo carcajeo llamando la atención de algunos comensales, creo que no volveremos más ahí, no después de lo que pasó el sábado. 

—Christian abrirá el antro este viernes. —Christian es el amigo del que me habló Verónica, hasta eso tienen en común esos dos, será nuestro jefe próximamente.

—¡Vaya, que pronto abrirá! —Estoy sorprendida, no pensé que sería tan pronto.

—Si, deberíamos ir para ver el ambiente y conocer el lugar ya sabes para familiarizarse. —Tiene razón, no sé cuándo iniciamos pero conocerlo desde ya será bueno. 

—Claro que iremos. —Sonrío con malicia, hoy debo arreglar las cosas con Verónica y con suerte ella también se apuntará. Nos traen nuestra comida, la cual disfrutamos como siempre.

—Bien vamos yo invito. —Mi amigo cancela nuestro consumo. Una vez de vuelta a nuestro trabajo nos ponemos a lo nuestro. El día se pasa con gran lentitud, el supermercado no estuvo tan lleno y Carmen estuvo paseando su operado culo por todo el lugar y más por la línea de caja, Verónica se fue a la hora que se suponía yo tenía que salir, Tom terminó su turno como siempre, este último se despidió de mí, cosa que mi amiga no hizo, se me hace extraño salir en un turno al que no estoy acostumbrada, llevo 5 años aquí y en solo un par de veces he salido al segundo turno y una vez en cierre. 

Son las 18 horas y voy caminando de vuelta a casa, al pasar por el edificio donde vive la señora Benson, me detengo, no la veo desde el domingo y ya la extraño, doy un paso a la puerta, pero me detengo no quiero ver a Alahin, gracias a sus confesiones discutí con mi amiga, así que decido seguir de largo <<Ya la visitaré en lo que queda de la semana>> además hay que darle tiempo con su nieto, al fin y al cabo que casi no se veían. 20 minutos después estoy en casa, no veo a Verónica, pero sé que está en su habitación porque la luz está encendida, voy a mi recamara a dejar mis cosas, conecto el móvil a cargar antes de que se me vuelva a olvidar, cambio mi ropa por un traje de algodón y me dirijo a la cocina, debo preparar mi perdón. Después de beber agua, me pongo manos a la obra, esta vez los pancakes los preparo rellenos de Nutella, la nata montada para decorar con las fresas. 

Todo me ha quedado de vicio, mi creación es deliciosa y el smoothie es una fantástica delicia, esta vez ha sido de frutos rojos. Una vez puesto el contenido en sus respectivos platos y vasos, los coloco en la bandeja y voy directo a por mi perdón, como último recurso le propondré ver nuestra película favorita.  Frente a su puerta respiro hondo estoy lista para hacer las paces, toco pero no hay contestación de su parte, sin embargo, escucho sus pasos que se arrastran hacia la puerta, al abrirse mi cara automáticamente se convierte en pucheros, Vero no sonríe, sé que se está conteniendo para no hacerlo, se aparta dejándome espacio para que yo pueda pasar. <<¡Bien! >> Como siempre, jamás podemos estar peleadas más de un día. Camino por su lado directo a la cama. 

—¿Comprando perdón? —su voz es algo seria, igual que su gesto, pero logro percibir un tono burlón, me encojo de hombros.

—No, pero no está de más pedir disculpas y traer algo para apoyo ¿o sí? —Mi cara es de arrepentimiento total, gracias a Dios mi gesto no sale aunque no es del todo falso, si pensé comprar perdón pero decir que lo traje como apoyo estuvo mejor. —No quise decirte todo eso o si lo quise decir porque si no lo hubiese querido decir no lo hubiese dicho —por los nervios no se ni lo que digo. —Ahhgg. —Gruño frustrada. —Lo que quiero decir es que no pretendía decirlo así como lo dije y me siento terrible, cuando te di los consejos para que hablaras con Tom, tú solo te limitaste a decirme que no y tus motivos y yo… yo fui una mala persona, me dejé llevar por mi mala leche, esta situación me pone de los nervios y ¡ay Dios! no sé qué me pasa. —Dejo la bandeja que aun llevo en mis manos, sobre el mueble de noche junto a la cama.

—Calla tonta. —Mi amiga camina hacia mí, luego de cerrar la puerta se sienta a mi lado y me abraza. —Te quiero y lo sabes, lo que has dicho ayer es toda la verdad y dejemos esto de lado !joder huele delicioso! —Me suelta y toma uno de los platos al acomodarlo en sus piernas procede a cortar un pancake y al hacerlo de este sale la Nutella derretida, da un jadeo de placer, yo sonrío.  —Pero que pasada, con esto perdonada y serás querida. —Carcajea y yo la acompaño y es así como una compra el perdón de la otra con comida y siempre funciona vaya que si, aunque ahora solo fue de "apoyo".

—Me corté en el proceso, pero ha valido la pena. —Se preocupa de inmediato por mí, pero la tranquilizo no fue nada grave. 

—Es hora de Coyote Ungly. —Sonriendo deja el plato de lado y va por su portátil, se mete directo a Netflix y le da play a esa peli que tanto nos gusta. Nos acomodamos cada una con su torre de pancakes y su batido, nos sumergimos en la película. Quiero preguntarle por qué fue hoy temprano, someterla a un tercer grado, pero no quiero jorobar nuestra reconciliación con estos temas que son tan complicados para nosotras. 

—Me ha dicho Tom que Christian abrirá el antro este finde, podemos ir el viernes y así ver que tal el ambiente, después de todo será nuestro lugar de trabajo. —Me mira y esa mirada me da a entender que lo está reconsiderando, es por Tom él será guardia de seguridad y con ello compañero de nosotras, ahora me doy cuenta de lo que quería saber y es verdad lo que me ha dicho Thomas hoy, no han hablado, no entiendo por qué no se animaron a hacerlo. —De eso nada, hemos dicho que trabajaríamos en ese lugar y no lo vas a estropear por tu pequeña disputa con Tom, así que no estés reconsiderando porque no hay nada que reconsiderar. —Le advierto muy seria, la conozco y cuando se pone plan “reconsidero”, las cosas nunca son buenas, solo piensa en lo malo.  Su mirada cambia y ahora si es de temer, una fina sonrisa se le dibuja en la comisura de sus labios, por un instante quisiera que no abriera la boca para decir lo que tiene en mente. 

—Voy si invitamos a Alahin a venir con nosotras, al final yo tengo que soportar la presencia de Tom, sería justo que tú soportaras la de Alahin. —Sonríe y es una sonrisa triunfante, maldigo por lo bajo, en serio quiero divertirme y pasarlo bien en aquel lugar antes de que se convierta en mi lugar de trabajo, pero esto con Alahin no será fácil, soportar su hechizante mirada y su maravillosa sonrisa y, aun peor, soportarlo a todo él quien ha sido producto de mi lujuria estos últimos días. Me estoy planteando muy en serio qué es lo que debería hacer. —Si aceptas, tal vez y solo tal vez, trataré de arreglar las cosas con Tom. —La película desaparece por completo, es mi momento de indagar de por qué no hablo hoy con él.

—¿Por qué no lo has hecho hoy en el trabajo? —Se le borra la sonrisa socarrona que tenía y da un gruñido.

—Me acojone tía, iba con toda la decisión y las ganas de hablar, en serio estaba convencida de que lo haría, pero cuando vi esos ojos de felino que tanto me gustan, joder los nervios me atacaron y me robaron toda mi valentía, fue impresionante como de golpe cambie de opinión, mi corazón se quería salir de mi pecho literalmente, se escuchaba los golpes que le daba a mi caja torácica, cometí la mayor idiotez, puse mal gesto cuando me saludó, no sé porque lo hice, quería hablar decirle lo que sentía pero ¡No! Lo que hice fue mirarlo mal. —Está arrepentida, su tono y su gesto me lo confirman, y no solo eso, está muy confundida. Pobre, la entiendo, me pasa con Alahin, deseo ser linda con él, pero me sale lo contrario y sin saber por qué. Ahora que lo pienso si me siento como Verónica es porque yo siento por Alahin lo que ella por Thomas <<pero joder que lo acabo de conocer ¿Cómo es esto posible?>>

—Te entiendo. —Doy un largo suspiro, la verdad deseo que mis amigos arreglen su situación. —Acepto tu condición, invita al nieto de abue y trata de arreglar las cosas con el tigre, trataré de no ser tan borde con el castaño de ojos verdes. —Ríe, está satisfecha. —¿Has logrado lo que querías? —Ella asiente con un gesto de cabeza y ya cerrado el tema y aceptadas las pautas y condiciones, nos centramos en la película nuevamente, nos hemos perdido una buena parte.

Al fin es viernes, estos últimos días han sido una tortura, ha sido una semana interminable, estoy muy sensible y me irrito con mucha facilidad, bendita vida de mujer y nuestro encuentro cada vez con la naturaleza femenina. 

 Hemos visitado a la señora Benson y de paso invitamos a su nieto, quien se puso muy feliz de salir con nosotras <<que exagerado>> no me quitó los ojos de encima, bueno ni yo a él no lo voy a negar, creo estoy aceptando lo que él provoca en mí. <<¿Pueden dos personas enamorarse en tan poco tiempo? >> A él se le ve muy seguro cuando habla de que yo le gusto, ha sido muy claro y directo y eso me gusta.

—¿En el mundo feliz de Neon? —Se burla mi amiga sacándome de mis pensamientos, le hemos pedido a Leonard el favor para que Verónica entrase en el primer turno, después de todo fue ella quien me cubrió días atrás cuando llegué tarde y por supuesto el jefazo aceptó, y aquí estamos, caminando en dirección a casa para prepararnos y pasarla de lujo esta noche.

—No. —Miento con descaro y mi gesto me delata, Verónica dice que contraigo la nariz cuando miento, mi madre igual lo dice así que le creo. 

—Que mal mientes querida. —Ríe, caminamos a paso lento con la voz de Pablo Alborán de fondo, es el cantante favorito de mi loca amiga.

—Ha sido una semana muy movida en The Space ¡Dios Santo! —no puedo evitar quejarme de la vida.

—Tenemos un consuelo cariño, hoy toca diversión. —Celebra mi amiga, quien todavía no habla con Tom, no que yo sepa, solo se dan miradas y ninguno da el paso, espero que hoy lo den porque la verdad, todo se puede tornar aún más raro que en los almuerzos.

—¿Hablarás con Thomas esta noche verdad? —Le miro de reojo y ella no intenta siquiera fijarse en mí.

—Sí, recuerda nuestro trato, si tú te portas bien con Alahin yo hablo con Tom. —Bien, veo que está dispuesta a que yo dé el paso antes de que lo dé ella, no sé cuál es su empeño en que yo trate “bien” al nieto de abue.

—Sabes que se acerca mi periodo y estoy que todo me irrita o me pone de malas. —Intento poner excusas, casi acepté lo que provoca Alahin en mí, pero eso no significa que lo deba tratar como a un rey.

—Pues deja la mala leche y te comportas, él es muy lindo contigo, no trata de reprimir lo que siente por ti y tú solo sales con tus chulerías y malas contestaciones. —Me da un pequeño empujoncito a modo de juego, yo se lo regreso y en esa nos pasamos todo el trayecto <<¡que infantiles somos!>> —Pido baño primero, sabes que mi melena debe ser peinada y no es nada fácil conseguir eso. —Mi cabellera da batalla un día si y día también. 

—De acuerdo yo haré unos sándwiches para cenar algo antes de salir. —Asiento y me meto al baño,  Primero lavo mi cabello y luego mi cuerpo, me relajo mientras paso la esponja por mi cuerpo tallándolo con mimos hasta que se me viene Alahin a la cabeza. Termino rápidamente la ducha, me envuelvo como de costumbre con las dos toallas.

—Ya he terminado. —Aviso a Verónica quien llega casi enseguida antes de que yo entre a mi habitación.

—El sándwich está en el microondas y hay smoothie en el refrigerador. —Se mete al baño y yo decido desviarme e ir a por mí cena. Una vez comida en mano vuelvo a mi habitación, debo domar mi cabello así que lo hago mientras le doy mordidas en ocasiones a mi sándwich. Una vez desenredada mi melena y terminada mi cena voy a por mi ropa, elijo una lencería de encaje negra de tanga, esta vez me vestiré distinta vamos a un antro, no a un bar, así que escojo un vestido corto en color dorado con escote en la espalda que abarca los costados, el lado de enfrente es alto cubriendo mis senos pero ellos que son bastante considerables sobresaltan aun así, lo completo con unos tacones de plataforma en negro, mi cabello rizado perfectamente peinado suelto y para darle un pequeño toque coloco una pulsera de plata en mi muñeca derecha. 

—Woauuu —Escucho en un susurro con voz de asombro. —Estás preciosa. —Se acerca a mí y tomando mi mano me da una vuelta, le sonrío a mi amiga. 

—Tú no te quedas atrás. —Le devuelvo el piropo, ella viste una falda lápiz corta en gris, una blusa holgada y escotada en negra, lleva el cabello suelto abundante y de lado sobre su hombro izquierdo y unos preciosos tacones en el mismo color que su blusa.

—Gracias, es hora de las fotos. —Sonreímos y posamos para la cámara, que vanidosas podemos llegar hacer.

—Venga ya, que llegamos tarde. —Tomo mi bolso, esta ocasión lo amerita, elijo uno de color negro como mis zapatos. —Pero ¿quién eres y dónde está Neon Caribba Justiniani Lasso? —Su mirada es traviesa. —Tu vestimenta no será por y para Alahin ¿o si? —Abro mucho los ojos, me ofende.

—¿Estás loca? Visto por y para mí, Dios que ridícula eres Verónica De Los Ángeles Mohamed. —Digo indignada. Nos aseguramos que todo esté en su lugar, apagando las luces salimos del departamento, del edificio y tomamos un taxi. —Creo que me coloqué demasiada loción.

—Para nada hueles de maravilla y ese típico olor a fresas de tu cabello hacen justicia, no los atraerás solo por tu vestimenta sino también por tu delicioso olor a frutas, Alahin hará una ensalada contigo. —Carcajea pero yo no le veo la gracia, treinta minutos después estamos frente al antro.

—Wow —Farfullo, el lugar es enorme desde afuera no me imagino el interior, en el letrero pone "Chil out", caminamos a las puertas de entrada donde nos dan paso enseguida, al entrar el lugar es hermoso, todo tiene un estilo electrónico, está muy a la moda, todo está en negro incluyendo paredes y pisos, hay muchísimas mesas con sus respectivas sillas, un área bastante grande con sofás lujosos, supongo que es el área VIP y lo que más me gusta es la enorme pista de baile que está al costado derecho de la entrada, la barra es enorme se extiende a lo largo de la pared del fondo solo dejando un espacio, el cual da a un pasillo supongo son los aseos, al costado derecho está un altillo donde se encuentra el DJ, el lugar es una pasada, aún está medio vacío por la hora es muy temprano y ya puedo imaginarme el buen trabajo que tendremos aquí. Caminamos a las mesas del fondo quiero sitio cerca de los baños, esas filas en el aseo de chicas son un infierno siempre, a medida que vamos caminando las miradas nos siguen y me incómodo un poco, Alahin y Thomas aun no llegan.

—Este lugar está guay, joder que pasada. —Comenta mi amiga igual de impresionada que yo, tomamos asientos y no dejamos de curiosear todo.

—Voy a por los tragos. —Me ofrezco pasado unos minutos. —¿Qué vas a elegir? — espero expectante a que decida, es una loca de los tragos fuertes.

—Lo que tu pidas me traes. —Abro mi bolso, saco un billete de 20 euros, el lugar se ve pijo y no sé cuánto cueste cada trago, dejo mi bolso en la mesa y me dirijo a la barra, al parecer todos han querido pedir cuando llegué yo, así que debo esperar mi turno.

—Que preciosa estás, tu color de piel es muy atractivo. —Escucho que dice el tipo sentado a mi lado. 

—Gracias.  —No sonrío, ni le miro.

—He visto que estás sola con tu amiga, si deseas les puedo hacer compañía, yo les invito toda la noche— <<Bueno ¿y este?>>

—No gracias, estamos esperando a nuestros acompañantes. —Le miro seria. —Además podemos pagar nuestro consumo. <<¿Por qué no me atienden de una buena vez?>> Estoy cansada de hacer gestos con la mano, quiero alejarme de este tipo y su descarada mirada.

—Que acompañantes más inútiles, como se permiten llegar tarde y dejarlas solas e indefensas. —Pero que pesado es joder, doy un gruñido y le atravieso con la mirada, mi voz pasa de la seriedad al cabreo.

—De indefensas nada, puedo hacer que te tragues este puto billete de 20 euros en un segundo. —Miento, no me gusta ser agresiva ni decir malas palabras. —¿No has pensado que hemos sido nosotras las que decidimos llegar antes y solas? ¡Ah! Espera, todo indica que no eres un ser razonable porque me has provocado en segundos. 

—Vaya que carácter. —Ríe divertido, por fin me atienden y para mi sorpresa por ser día de la inauguración las chicas toman gratis hasta la hora cero, lo acepto y huyo del tipo tatuado, no es que no me gusten los tatuajes, pero a este solo le falta mi firma, es muy guapo para que tenga tantos tatuajes. Llego con Verónica.

—Toma la casa invita, es la especialidad de la noche, le ponen “Love”. —me encojo de hombros. —Y no inicies, tampoco me preguntes que lleva porque no lo sé, no pregunté, son gratis hasta la hora cero por la inauguración. —Le digo lo mismo que me han dicho a mí minutos atrás. —Le salí huyendo al tío que está sentado ahí. —señalo con la cabeza, con disimulo ya que no quita ojo. —El que nos está viendo, que parece un  librito andante de tantos tatuajes. —Desvío la mirada y le doy un sorbo a mi bebida la cual es dulce, sabe a fresas con menta y creo lleva vodka, el color es rosado. 

—Wou me encanta. —Suelta Verónica con un suspiro de placer como siempre que prueba algo que le gusta. —Y el librito andante como lo has llamado es Christian. —Le saluda y sonríe, yo me siento morir, <<¿qué he hecho?>>

—¡Mierda! —Cubro mi cara con mis manos sin estropear el maquillaje. —Lo he tratado de la hostia, si no me quiere contratar lo entenderé. —Vero carcajea, le ha hecho mucha gracia yo sin más nada que hacer la imito y miro al librito andante quien ríe también supongo, ya se abra enterado de todo, o mejor dicho yo me enteré de todo, me hace un gesto de afirmación con la cabeza y yo le miro apenada sin dejar de sonreír. Superada la vergüenza, Vero se empeña en decirme que debo vestir más de este modo y yo defiendo mi posición, me gusta estar cómoda, cosa que los vestidos y tacones para nada lo son, estamos en ese debate más de 1 hora hasta que la presencia de dos castaños, llaman por completo nuestra atención. 

—Buenas noches. —Saludan a la par, no les quitamos los ojos de encima, es como si una fuerza mayor nos obligara a mirarlos y nosotras no damos resistencia, están guapísimos. Alahin lleva unos vaqueros en negros, se notan que son nuevos, una playera blanca con mangas la cual se ciñe perfectamente a su cuerpo, dejando a la vista sus músculos y unos Converse blancos, su barba perfectamente recortada y su cabello peinado a la perfección. Thomas igual, por supuesto, pero a diferencia que Alahin lleva su cabello despeinado, mejor no le puede ir. Lleva una chaqueta de cuero al puro estilo chico malo, una playera blanca con mangas, unos vaqueros azulones y una deportivas  negras que están de muerte. 

—¿Estáis bien chicas? —Llama Tom nuestra atención, ya que nosotras estamos babeando, ya sé por qué le dicen a la bebida “Love”. —No somos unos fantasmas, ni mucho menos unos modelos reconocidos. —Se burla este, si supieran que son mejores que unos modelos reconocidos, jodido trago este del amor.

—No… digo sí, es solo que han tardado mucho. —Frunzo el ceño, en defensa por la pillada que me han dado al quedarme viéndolos como si se tratara de Jason Momoa, mi actor favorito.

—Lo sentimos. —Se disculpa Alahin quien se sienta a mi lado. —Estás hermosa Caribba. —Me sonríe <<Dios su sonrisa>> 

—Gracias Alahin, tu tampoco estás nada mal. —Desvío la mirada hacia mi amigo quien se sienta junto a Verónica, se sonríen uno al otro. <<Bien>> aplaudo mentalmente, eso ya es un avance no se miran con reproches.  Los chicos se van por los tragos, incluidos lo de nosotras, esta bebida es una pasada, en solo hora y media llevamos más de 10.

—¿O es el trago que me hace verlos así o es que en serio están para darles y no consejos.? —Pregunta mi amiga totalmente juguetona.

—No creo que sean los tragos, están para comérselos con todo y huesos. —Opino igual que ella, carcajea en mi compañía. —Este trago es peligroso, ahora que lo pienso está ayudando en todo esto. Actuamos como si nunca antes los hayamos visto, ¿Todo bien con Tom? —Ella suspira. 

—Bueno hemos decidido tratar de llevar la fiesta en paz para no jorobar el ambiente y las cosas no se tornen raras y densas, además. —Se interrumpe por los chicos quienes llegan con los tragos.

—¿Un trago llamado “Love”? —Comenta mi amigo, al parecer el nombrecito es toda una controversia, pero cuando carcajea, lo miro mal, ya estamos y sé por dónde va. 

—Thomas no inicies por favor, no me jorobes la noche. —Se sienta y su cara guasona dice que apenas inicia, gruño con desespero.

—Por Dios si solo le falta el “Nena”. —No para de reír y contagia a Verónica por supuesto, Alahin quien no sabe nada solo les mira divertido, pero claro su ignorancia termina cuando esos dos lo ponen al corriente. <<Con amigos como esos para que enemigos>> Alahin ríe y me mira por lo menos es una risa cariñosa y no tan burlona o eso creo yo.

—Nena Love. —Repite este último para él mismo como lo hizo aquella vez con mi nombre, no puedo evitar gruñir. La música sube y el lugar se va llenando por lo que dejan sus mofas de lado y nos divertimos hablando como siempre, una vez más confirmo que Alahin es un amor de persona, aunque ya lo sabía, esta vez no queda duda alguna.

—¡NOOO! —Grita Vero al escuchar los primeros acordes de esa canción que tanto nos gusta "Can't Stop The Feeling" de Juntin Timberlake, de un salto, ambas quedamos de pie y vamos directo a la pista donde bailamos nuestra perfecta coreografía, nuestras caderas se contonean al ritmo de aquella canción tan enérgica y movida, nuestros brazos apoyan nuestros movimiento haciendo que sean aún más pronunciados.  Terminada esa canción seguimos bailando junto a las demás personas que están alrededor de nosotras en la pista, vaya traguito que está haciendo su trabajo, seguimos los pasos de "Happy" de Pharrell Williams, "Love Never Felt So Good" de Justin Timberlake ft. Michael Jackson, "GoodRock—Party Rock Anthem" de LMFAO ft y Lauren Bennett. 

Sudorosas y satisfechas por el momento, volvemos a nuestro lugar con los chicos, divertidas llegamos aun moviendo nuestros cuerpos. 

—Ustedes dos deberían divertirse y bailar no solo estar de tragos. —Les aconseja Vero quien toma su trago enseguida, yo le imito, pero esos dos están más ocupado en su conversación y pasan de ella, los miro y sonrío, Alahin le pregunta a Tom si siempre somos así y este le responde que debe acostumbrarse a pasar estas vergüenzas porque con nosotras siempre es así, claramente se gana un divertido golpe de mi amiga que nos hace reír a todos, incluido el toca pelotas de nuestro amigo. 

—¿Nunca les da pena nada verdad? —pregunta Tom lo evidente. 

—Querido amigo mío, lo que se sabe no se pregunta, así que no hagas que salgas con mi sarcasmo, ya sabes tú que es mi lengua nativa y mira que hoy no la he utilizado no vaya hacer que se salga y no la pueda detener ya más. —Este me mira y ríe divertido igual que los demás. 

—Que bien bailas. —Me halaga Alahin mientras coloca un mechón rebelde de mi rizado cabello detrás mi oreja y en el proceso acaricia mi mejilla, es el primer contacto que tenemos desde aquel día que nos conocimos y me jorobe los dedos con el lavavajillas. 

—Gracias. —Le sonrío y trato de ignorar ese corrientazo que me ha dado aquella caricia. 

—No sé bailar, quizás, puedas enseñarme. —Baja la mirada apenado y muerde su labio, ahora soy yo la que no deja de sonreír. 

—Bueno tú dirás, podría ser esta misma tarde si así lo deseas. —Le miro expectante, una muy grande parte de mi quiere enseñarle a bailar y así pasar mucho tiempo con él <<ok este trago no por amor al arte le llaman "Love", me está haciendo decir tonterías y sentir cosas>> 

—Me encantaría que fuera hoy mismo —calla y le noto pensar por un momento —pero no puedo. —Esta apenado y mi corazón se contrae, trato de disimular mi decepción y aparto la mirada, cuando le voy a responder este se me adelanta. —Hay un mataron de "Dragón Ball GT". —Le miro de golpe, mi cara pasa de la decepción, al asombro. 

—¿Puedes creer que lo había olvidado? —Digo muy indigna es un pecado no acordarme de esto, desde que este tipo llegó a mi vida lo olvido todo solo por pensar en él. 

—Lo podemos ver juntos. —Propone, no es una mala idea, para Verónica no es algo que le guste, ella es mas de jugar esos juegos virtuales de amor con jefes y compañeros súper sexies, los juego en ocasiones, pero sin duda prefiero mi anime, seria grandioso verlo con alguien que lo disfrute tanto como yo, por lo que más que encantada le miro y acepto.

—Tú llevas las cervezas, los chuches incluido el chocolate, los snacks y las palomitas, yo pongo la casa y las pizzas ¿qué me dices? —Sus hechizantes ojos brillan quedando un verde aún más bellos que lo normal, sin pensarlo acepta y yo le dedico una gran sonrisa, una sonrisa que jamás le había dedicado a él.

—Excelente, es un trato. —Me mira con interés. —Es un hecho eres mucho más bonita con esa sonrisa que me muestras por primera vez. —Mi corazón sin recibir orden bombea con fuerza.

Entre bailes, risas, mofas, diversión y mucho "Love" damos la juerga por terminada. Christian se acercó a nosotros, no podía evitar mi cara de vergüenza, le hablé de malos modos al que será mi jefe, pero este más que divertido dice que le encantó mi temperamento y que si podía servir tragos como mesera pero al escuchar de mis cursos dados en Panamá, decidió que me ocupara junto a Verónica de la barra como bartender, servir buenos tragos y nuevos será algo que a las personas les guste, Tom como ya sabía va de seguridad, el librito andante como le digo yo se empeñó en que Alahin trabajara como seguridad, tenía el porte y todo lo que se requiere pero este con su sonrisa de siempre se negó, aunque tiene dicho que es bienvenido cuando desee.

—Bien chicas hasta mañana. —Se despide Tom de nosotras con un beso en la mejilla, cuando se acerca a Alahin hace ademan de hacer lo mismo y este le da un empujón a modo de juegos <<¿Desde cuándo son tan unidos y buenos amigos?>> 

—Yo me iré con las chicas vamos al mismo sitio. —Le informa Alahin a nuestro amigo mientras se despiden con un choque de puños, Tom monta en el primer taxi y nosotros le imitamos en otro, somos las primeras en llegar.

—Hasta más tarde Alahin, descansa. —Beso su mejilla y él sonríe de esa manera que tanto me gusta, no sé porque ando de besucona, ni por qué me ha gustado aquel contacto, pero echémosle la culpa al traguito de la noche.

—Nos vemos guapo. —Se despide de igual manera Vero.

—Con que besitos eh... —Se mofa mi amiga. 

—Thomas también te dio uno y normal. —Enarco una ceja y sonrío. Entramos al edificio y subimos las escaleras hasta el último piso que es nuestro, para nuestra suerte solo son 5 pisos, esto de estar subiendo y bajando escalera cuenta como ejercicio y por ello ni lo práctico. 

—Sí pero no es lo mismo. —Se encoje de hombros y le resta importancia.

—¿Como que no es lo mismo? Bueno ha de ser porque Alahin no es mi amigo y tú con Tom si lo son, supongo que a eso te refieres. —Llegamos a nuestro nido y enseguida me quito los tacones, me están matando, tiro mi bolso al sofá y me siento a su lado, ella hace lo mismo. 

—No es por eso, solo no es igual y ya está, no des la nota por favor. —Un gruñido sale de mi boca, ya estamos nuevamente <<¿No era que iban hablar? Se suponía que arreglaría las cosas con él>>

—Pero vamos a ver... Si se han comportado de lo más guay, el ambiente fue como el de antes, vi sus miradas cómplices, sus bromas y sus roces, pensé que ya estaban en algo. —Estoy descolocada e incrédula. 

—Pues no, solo quedamos en el acuerdo que te conté en el antro y listo. No pude decirle lo que sentía, cuando estuve a nada de confesarle todo me salió con eso de "te extrañe loca amiga", joder que me ha dicho amiga así que sin más capte la indirecta. —Flipo, pero flipo en serio con estos dos atontados. 

—Ustedes no tienen remedio alguno y no se dejan ayudar, entiendo que pensaste que ya solo te quería como amiga, pero venga que tú toda una experta con hombres ¿No te das cuenta de las cosas? Tom muere por ti y como todo hombre es un cero a la izquierda con todo este rollo del amor, él jamás sabrá cómo proceder si tú no le das un indicio, pero uno muy claro para que él sepa las cosas. —Ya estoy harta de ocultar todo, sin no se cuidan también le diré a Tom que ella muere por él. Sin decir nada más, recojo mis tacones, tomo mi bolso, me levanto del sofá y le miro. —Venga a descansar —miro el reloj. —Es tarde son las 4 menos 15. —Como no encendimos la luz a oscuras caminamos hasta nuestra habitación, solo a los segundos de tirarme a la cama dispuesta a dormir sin cambiarme, algo caliente baja por mi entrepiernas 

—¡Noooo¡ —Me levanto enseguida, tomo una bragas de mi gaveta y me dirijo al baño, al desnudarme y limpiarme con papel en efecto llegó Andrés, el que me visita cada mes, me doy una ducha rápida, me coloco la comprensa en las bragas me las coloco y me enrollo en una toalla y le ruego a todos los santos que esta vez se apiaden de mí para que no sea infernal mi periodo, sufro de ovarios poliquístico y no es fácil, en mi habitación me coloco una camiseta holgada y larga para irme a la cama, con la esperanza de que esta vez no haya sufrimiento.

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