—Cariño. Necesito una mano por aquí —dice Mark mientras espero sentada fuera del probador, me pongo de pie y el abre la puerta del probador

—¿Que ocurre Mark? —me hala dentro y me besa  

—Nada. Solo se me acaba de ocurrir algo —me dice mientras sube la mano por la falda que llevo y él está sin camisa

—Estás loco —me rio y lo aparto—- no voy a tener sexo contigo en un probador. Qué tal que nos encuentren  

—Vamos —sube más su mano, toma mi pierna para colocarla a la altura de sus caderas—-no seas aburrida —empuja sus caderas y fricciona mi centro lo que me hace gemir

—No creo que sea correcto… —Mark me besa y pierdo la cordura. Le respondo el beso con la misma intensidad

Termina por conversarme ¡Cristo! Esto es una locura. Reparte besos por mi cuello y sus manos viajan más arriba de mis muslos hasta el borde de mis bragas y las rasga

— ¡Mark! —Exclamo  

—Estaban en mi camino amor —gruñe y las mete en el bo