•05•

Narra Jade

Pensé que la universidad sería fácil pero estuve muy equivocada, a penas llevo tres semanas y tengo demasiados trabajos por hacer; todos los días se suma una tarea nueva y parece que nunca fuera a terminar lo que ya tengo.

—¿Qué tal tu día? —me pregunta Anna.

Tenía días sin verla, pues la universidad no me ha dejado tiempo para nada.

—Igual que todos, tengo mas trabajos que vida —digo cansada, puedo apostar que tengo ojeras de mapache.

—Yo también estoy igual y no me ando quejando —no puedo evitar reírme, aunque ambas somos buenas estudiantes, ella siempre sabe como manejar el estrés.

—Cierto —le doy la razón— ¿salimos? —le pregunto haciendo ojitos.

—Puede ser, tenemos cosas que hacer y trabajos que entregar para el lunes Jade —me recuerda y se encoge de hombros—. No debemos estar pensando en ir de fiesta —coloca los ojos blanco.

¿Olvide decir que ella es la aburrida de las dos?, pues si, a ella le gusta todo correcto y que seamos responsables, por mi parte también me gusta hacer las cosas bien pero un poco de diversión no le hace daño a nadie.

—Vamos Anna es viernes y sabes que si no vas conmigo mi papá me dirá que no —le hago un puchero y le vuelvo a hacer ojitos.

—Sabes que no me gustan las fiestas —me reprocha fastidiada.

—Lo sé, pero prometo que te vas a divertir —le aseguro emocionada, para ver si se entusiasma.

—Bien, pero si me aburro me voy, mejor dicho —se corrige— nos vamos —me advierte seria y coloca los ojos en blanco.

—Esta bien —asiento con una enorme sonrisa en mi rostro— eres las mejor en serio —la abrazo y la aprieto a propósito.

—Si como sea, me asfixias —,se suelta de mi abrazo y me da un zape.

Esto es lo mejor de una amistad, cuando Anna no quiere yo la presiono hasta que me diga que si y siempre le doy uno de mis abrazos asfixiantes.

A todos nos invitaron a esa fiesta, pues es para darle la bienvenida a los nuevos y obvio que no me la iba a perder, aunque no soy de salir mucho a fiestas igual no me quiero perder esta; estoy muy entusiasmada por ir y mas con mi mejor amiga a mí lado, porque ir sola seria muy aburrido ya que soy nueva y no conozco a nadie de la universidad.

(•••)

Nos arreglamos para ir a la fiesta; aunque fue muy difícil convencer a mi papá para que me diera permiso, al final acepto con la condición de que nos iba a llevar y a buscar, y que sobre todo no podíamos tomar ni una gota de alcohol.

Me paro frente al espejo para ver mi aspecto y me veo grandiosa, preferí usar un vestido negro al cuerpo con escote en la espalda, unos tacones a juego y un maquillaje de noche sencillo que resaltara mis ojos y mis labios.

—Te ves genial —me elojia Anna.

—Tú tampoco te quedas atrás —ella me dedica una sonrisa y termina de maquillarse.

La verdad es que Anna también esta muy radiante, usa una falda rosa de tubo y un top del mismo color, unas zapatillas que le hacen juego y un maquillaje muy natural que le va muy bien.

Cuando estuvimos lista por completo, bajamos a la sala sin nada de prisa pues aun es muy temprano y no quiero que seamos las primeras en llegar, porque si eso pasa vamos a parecer unas desesperadas que nunca han ido a una fiesta.

—Se ven genial —nos dice mi papá con una sonrisa.

Anna se sonrojo un poco por el comentario de mi padre y yo le dedique una sonrisa.

Estuvimos todo el camino en silencio, solo se escuchaba la música de fondo que provenía de la radio; la verdad estaba muy nerviosa, nunca había ido a una fiesta de bienvenida, solo las veía por la televisión; además a las fiestas que he ido es con mi padre y no hago mucho que digamos.

—Llegamos —nos avisa mi padre.

—Gracias pá —me acerco y le doy un beso en la mejilla.

—Vale, se portan bien chicas, nada de alcohol y recuerden que vengo a las tres por ustedes —nos recuerda con su tono autoritario.

Ambas asentimos, nos bajamos del carro y nos despedimos con la mano.

Al entrar nos recibe un ambiente muy colorido y con muchos olores que no puedo diferenciar muy bien para ser honestos, la persona que esta a mi lado tiene una cara de emoción y curiosidad, sabía que le iba a gustar haber venido.

Después de un rato nos recibe una chica muy hermosa y empieza hablar desde una terraza con un megáfono.

—Como saben esta es la fiesta para recibir a los nuevos —todos comienzan a chiflar y gritar muchas cosas que no puedo entender muy bien— cálmense un poco —se queja la chica y todos hacen silencio— bueno les quiero dar la bienvenida de nuevo y que esta noche sea la mejor de todas sus vidas, ahora nuestro servidor quiere decir unas palabras —ella le pasa el megáfono a un chico y esta se despide lanzando un beso al aire para todos.

Cuando el chico toma el artefacto todos chiflan y gritan aun mas fuerte.

—Gracias Taty, para los que no me conocen soy el organizador y anfitrión de esta fiesta —las chicas gritan algunas cosas obscenas que me causan gracia—. Para los que no me conocen mi nombre es Terry y estoy a la orden para las señoritas —guiña un ojo y prosigue— disfruten, una bienvenida no es todos los días —tira el megáfono y desaparece de nuestra vista.

La música suena incluso mas fuerte y todos mueven sus cuerpos al ritmo de la misma; por un rato bailábamos entre nosotras mismas pero a medida que cambiaban la música los chicos se nos acercaban y pedían bailar con nosotras, gustosas (más yo) aceptábamos bailar con todo aquel que nos los proponía.

No sé cuánto tiempo llevo bailando pero ya me duelen mis pies, no debí haberme colocado tacones pero se veían tan bien que quise tomar el riesgo, al terminar la canción me tomo un descanso y busco una silla en donde sentarme y poder calmar este dolor en mis pobres pies. Después de caminar por mucho rato al fin consigo un sillón y sin pensarlo dos veces me siento para quitarme los tacones y dejar que mis hermosos piesitos tomen un poco de aire.

—La fiesta es alla abajo —me dice un chico serio y con un tono de voz amargado.

—¡Mierda! —,exclamé sobresaltada— me diste un tremendo susto —me volteo para ver de donde proviene la voz y me percato que es el mismo chico que hablo hace un rato.

—¿Qué haces aquí? —me interroga, su voz suena algo ronca.

—Solo buscaba donde sentarme estos tacones me estaban matando —tomo los tacones y se los muestro.

—¿Eres nueva en la universidad? —me mira de arriba abajo con curiosidad.

—Si —me encojo de hombros.

—¿Viniste sola? —levanto una ceja y me cruzo de brazos.

—No, vine con mi mejor amiga —le respondo con simpleza y seriedad.

—Eres muy bonita —me dice coqueto y con una sonrisa pícara en su rostro.

—Lo sé, me lo dicen todo el tiempo —sé que mi respuesta fue poco un cortante y arrogante, pero no me importa.

—Vaya una chica segura, eso me agrada —me dice divertido.

—Si quieres sexo, lo buscas en el lugar equivocado —me vuelvo a colocar mis tacones para irme de aquí ya.

Cuando comienzo a caminar él me toma del brazo para detenerme y me da la vuelta para quedar de frente a frente.

—Nos volveremos a ver, muñeca —dice finalmente y me suelta.

Yo me voy lo más rápido que puedo de ese lugar, ese momento fue muy incómodo y quisiera que nunca se volviera a repetir; aunque no puedo negar que ese chico es muy guapo, ¿cómo es que era su nombre?, ah, si, Terry, es alto, su cabello es castaño oscuro, sus ojos al contrario de su cabello son un castaño muy claro, y que decir de su cuerpo parece hecho por los mismísimos dioses del Olimpo.

Busco a Anna por toda la fiesta, ya son las 2:45 a.m. y mi papá ya debe estar por llegar, al dar como mil vueltas la consigo hablando con un chico muy lindo, aunque por la falta de luz no puedo distinguir sus rasgos físicos muy bien.

—Al fin te encuentro —le grito para que me pueda escuchar, a pesar de que por esta parte la música es mas baja igual tengo que gritar para que me pueda entender.

Ella se acerca a mí a paso lento y tambaleándose, ¿acaso estaba tomando?, cuando se acerca más mis sospechas se vuelven realidad.

—¿Por qué m****a has bebido Anna? —le aprieto el brazo— joder, ahora vamos a tener problemas con mi papá —ella se encoge de hombros divertida y no me dice nada, solo sonríe como una tarada.

Ahora si que estamos bien jodidas, lo primero que le dicen y es lo primero que hace, y se supone que ella era la responsable de las dos, ja, menuda m****a con esta chica, ahora entiendo cuando dicen que no conocemos a las personas que nos rodean las cien por ciento, ella es el vivo ejemplo de ese dicho.

Tal y como lo dijo a las tres estaba enfrente de la casa para llevarnos.

Mi papá me recibe con una sonrisa pero hace una mueca cuando se percata del estado de Anna, con la mirada le pido que no diga nada y él parece hacerme caso. 

Verdaderamente el camino a casa fue incómodo, Anna cayó en los brazos de Morpheo y solo balbuceaba ridiculeces sin sentido.

Mi papá me ayuda a subirla a mi cuarto y la dejamos tirada en la cama.

—Creo que debe tener una buena explicación —le digo a mi papá para aligerar el ambiente.

—Ya veremos —responde serio, ime da un beso en la frente y se va de mi cuarto un poco enojado.

¡Mierda!, olvide revisar si tenia todo lo que llevaba desde el principio. La reviso completamente y gracias al señor tiene todo lo que se llevó, porque sino hubiese sido peor.

A pesar de este pequeño incidente, hoy fue la mejor noche de mi vida y la disfruté al máximo, hasta que mis pies ya no pudieron más; le quito el maquillaje a Anna y le coloco una pijama para que duerma más cómoda y cuando termino con ella hago lo mismo conmigo, de verdad estoy muy cansada y solo quiero dormir. Espero que Anna tenga una buena explicación, después de esto lo más probable es que no nos dejen salir juntas de nuevo, espero que al menos haya disfrutado.

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