Definitivamente, el soplar y soplar ante la puerta de Bernard no iba a traer ningún resultado, considerando que ese lobo ladino se ha hecho construir un bunker en mitad del bosque, que, como él mismo ha dicho, tiene unas paredes de dos metros de espesor, y, por más que alardeemos los lobos de nuestra fuerza sin igual, también es cierto que tiene sus límites.

Así que, necesitábamos ayuda por aquí, si es que queremos acabar con este lobo lo más pronto posible, antes de que siquiera intente volver a convertir humanos en lobos, trasgrediendo nuevamente las leyes de la manada y de la diosa Selene, una en la que ahora creo más que nunca, porque sé cuál es mi destino, acabar con la amenaza que representa estos lobos de linaje antiguo, especialmente, a Bernard Barnes, un lobo que se ha encargado de poner en peligro a la gente a quien amo.

Que ahora sé que amo y que estoy dispuesta a dar la vida por ellos.

―Dé la orden, mi alfa―indica Dante, justo cuando nos ponemos a buen resguardo de la expl