Cama Extra

D A M O N

Desde hace días tengo un dolor en el pecho que no se va. He comido muy bien y dormido las horas correctas siempre, me pregunto que podrá ser. Nos atacaron dos veces esta semana y salimos victoriosos, me sentía más fuerte en las peleas y derribaba grandes cantidades de intrusos, al igual que mi lobo, también nadie salió herido. Eso a subido mucho mi ánimo, hasta arreglé las cosas con mis hermanas, nada podría salir mal ahora.

Iba bajando las escaleras cuando me quedé paralizado y escuché un chillido en mi cabeza, coloqué las manos en las orejas y cerré los ojos con fuerza.

—¿Alpha se encuentra bien?—escuché a alguien preguntarme.

Caí de rodillas y esa persona me tomó por los hombros, comencé a toser con fuerza y había todo un remolino en mi cabeza.

L I L Y

Escuché los gritos de una de las sirvientas y no dudé en correr hacia allá, al llegar vi a Róger y Kou cargando a Damon quien tosía como loco y cerraba los ojos con fuerza. Me acerqué a Adam y lo único que me dijo fue que había sido de un pronto a otro.

Llegamos a la habitación de Damon y al pasar las horas nada que mejoraba, me preocupé realmente. Leah me tenía abrazada pero no era suficiente para calmarme.

—Señoritas, hay alguien abajo desesperado y las busca—Leah y yo nos dimos una mirada y caminamos abajo en compañía de Morgan.

Nos quiso acompañar por si era peligroso. Me sorprendí al ver a la fastidiosa de Jane jadeante y caminando por todos lados. Morgan nos dejó detrás de él y habló:

—¿Qué haces aquí?—preguntó.

—Y-Yo yo-yo...—tomó aire y luego habló seguido y rápido—Necesito al Alpha, Jessica no está bien.

Todos nos repartimos miradas confundidos.

—¡Por favor! Ella está muy mal, no le baja la fiebre y tiembla como loca—me acerqué a ella.

—Damon no podrá ir...

—Sé que él no la quiere pero debe ayudarnos un momento...ella puede morir—abrí mis ojos sorprendida. No quería que la Luna muriera.

—Damon está igual de enfermo, enviaremos un médico que atienda a tu amiga—contestó Morgan seco.

—O...los podemos poner juntos—dijo Leah con su carita pensativa—Si estar separados los puso mal, estar juntos los pondrá bien.

Morgan rodó los ojos y envió un chófer con Jane en busca de Jessica. Nosotros alistamos otra cama en la habitación de Damon, no explicamos nada y solo actúabamos, era por el bien de todos.

Al tiempo llegó Jane con Jessica y Alexa, traían ropa deportiva y me pareció extraño ya que no habían clases de entrenamiento hoy. En fin...como Jane dijo: Jessica estaba con alta fiebre y no paraba de temblar, Morgan la cargó hasta la cama que habíamos instalado. Todos se sorprendieron al verla ahí y fijaron su mirada en nosotros tres.

—Está igual de mal que Damon, si los unimos un par de días tal vez se recuperen—llegaron dos médicos y todos salimos.

Alexa y Jane fueron a la sala con nosotras, después de un par de minutos en silencio, Leah habló:

—¿Y por qué esa ropa?

—¿Me vas a comprar otra?—le contestó Alexa en defensa. Leah la fulminó con la mirada.

—Alexa tranquila—le dijo Jane—Salimos a correr, escuchamos a Jess toser un par de veces pero le restamos importancia. Ya casi llegábamos a nuestra meta cuando Jess se desplomó y comenzó a temblar.

—¿Por qué no la llevaron al hospital?—pregunté. Jane me miró como si fuese obvio—Para mí no es obvio, Jane.

—El hospital es para los importantes y los que tienen una tarjeta y millones—dijo mientras rodaba los ojos. Pensé que Alexa la iba a reñir pero asintió levemente con la cabeza.

Iba a decirles que Jessica es la Luna pero recordé que nadie lo sabía y tampoco Damon la había reclamado como suya.

Róger llegó donde nosotras y clavó ferozmente su mirada en Alexa, ella sonrió cínicamente y puso una posición más elegante.

—Alexa—la nombró mi hermano.

—Hola, Róger ha pasado un tiempo—él asintió lentamente con la cabeza.

—Alexa, deberíamos ir a ver a Jessica—le dijo Jane. Ella parecía saber algo.

—Sería lo mejor—ambas se levantaron y desaparecieron de ahí.

J A N E

Cuando entramos a la habitación vimos a los padres de Damon hablando con este. Él ya se veía mejor y con más energía la cual se fue al vernos llegar, no pude evitar sonreír, disfrutaba causar eso.


—Buenas—hicimos una pequeña reverencia.

Alexa al igual que yo, estaba disfrutando causar incomodidad en esos tres seres. Habíamos escuchado por ahí que para el padre de Damon lo más sagrado eran las Lunas y se enfadó demasiado con él cuando rechazó a mi amiga.

Lo admitiré, nunca me reservo mis comentarios u opiniones, las personas deben saber la verdad aunque les duela: mejor eso a ser unos hipócritas. No les dimos tanta importancia a ellos y caminamos hacia la cama donde tenían a mi amiga, ella a diferencia de Damon parecía empeorar y sé por qué es, aunque no sé si ellos lo saben.

—Jessica, estamos aquí—susurré cerca de ella.

—¿La habrán curado?—me preguntó Alexa.

—Claro que lo hicimos—contestó el Alpha Kurt.

Nos volteamos hacia ellos y solo la madre de Damon tenía una mirada dulce hacia nosotras. Agradecimos y le prestamos atención a Jessica denuevo.

—Quiero una explicación—dijo el Alpha Kurt.

—Si me hace...—dejé la frase en el aire.

—Jane...

—Por favor, cariño, ¿qué le sucedió a tu amiga?—preguntó la Luna Dara, la madre de Damon.

Alexa suspiró y sin muchas ganas contestó con la mirada clavada en Damon:

—La hirieron cuando nos salvó, en uno de los ataques. Todos los días nos quedamos en la biblioteca hasta tarde estudiando y al salir ocurrió el ataque—se cruzó de brazos y desvió la mirada. Iba a llorar así que mejor seguí yo.

—No sé si lo sabrán y no me importa pero Jessica no se puede transformar y nosotras sí. Lo hicimos y la protegimos, pero aún somos novatas y no tenemos tanta experiencia como sus "grandes lobos", así que no duramos mucho de pie—Alexa pareció retomar el valor y continuó.

—Nuestras heridas no fueron tan graves, pero nos inmovilizaron y cuando nos iban a atacar de nuevo, mi amiga se interpuso y recibió el impacto. Tenían garras así que la herida fue profunda y extensa—la corté ahí y con todo mi odio posible, dije:

—Cuando sus grandiosos lobos llegaron Jessica se desangraba y nos dijeron que la lleváramos a casa. Ahí la curamos nosotras basándonos en un tutorial de Youtube—sentía la gran tensión en el aire.

—El hospital está abierto para cuando hay heridos en los ataques—dijo la madre de Damon.

Ella no lo sabe...que tonta. Y yo no voy a ser quien se lo diga.

—En los ataques siempre está lleno—contestó Alexa seria.

Kou y Morgan entraron en ese momento, el primero llegó a la cama de mi amiga mientras el segundo se sentó al lado de Damon. Nada podía cortar la tensión en este momento porque Damon y su padre sabían las reglas de ese estúpido hospital.

—Pero no se preocupe, Luna, en cuanto Jessica despierte nos iremos de aquí ya que su hijo está mejor, no la necesita—Damon entrecerró los ojos.

—No tienen porqué irse, la niña puede descansar aquí un par de días—contestó ella y se acercó a la cama.

—No queremos abusar, agradecemos que la hayan atendido y que su hijo se encuentre mejor—dije y sonreí falsamente.

Diosa mía, esta mujer es tan inocente y a esta edad. El médico entró con una bandeja de comida y una inyección.

—La señorita Bloom solo está dormida, la despertaré para que coma y luego le inyectaré estas vitaminas—¿vitaminas?

—¿De qué habla? Ella solo está mal por el ataque—dije e impedí el paso del médico.

—Mis estudios revelaron bajas las defensas de la señorita. Ella no ha comido en días—todos se sorprendieron al escuchar eso.

—¿Qué?—dijimos Alexa y yo al mismo tiempo.

—Puede tener al menos unos 5 días sin comer, me sorprende que no recayó antes—dijo super tranquilo.

Entonces recordé...cuando la encontramos dormida en la biblioteca al día siguiente llegó fatal, no almorzó porque fuimos a hablar con los mimados y ni siquiera sé si desayunó, conocemos la situación de Jessica y no entiendo cómo fue que llegamos a descuidarla tanto.

El médico me rodeó e hizo lo que dijo, Jessica parecía estar en trance pues no volteaba a ver a nadie y tampoco preguntaba nada, abría la boca cuando el médico le decía y parecía que masticaba automáticamente.

—¿Por qué se comporta así?—preguntó Damon desde su cama.

—Ella recibió mucho medicamento y hasta se puede decir que pasó varios momentos traumáticos, su mente no está del todo conectada aquí pero no se preocupe, volverá—explicó tranquilamente mientras metía la cuchara en la boca de mi amiga.

—Yo seguiré con eso—dijo Alexa un tanto inquieta.

El médico asintió y dijo que volvería dentro de un rato a inyectarle las vitaminas. ¿Momento traumático? ¿estará hablando del ataque o de otra cosa?

—Mamá...—susurró Jessica. Alexa la vió con un infinita tristeza.

—Shh, shh, todo está bien Jess, mamá está aquí—Alexa acarició su cabeza.

Damon se levantó y se colocó los zapatos, se acercó a la cama de mi amiga y pude ver como una pequeña pizca de duda y tristeza cruzó por sus ojos. ¿En qué estará pensando?

—La niña se puede quedar aquí hasta que se recupere. Yo me siento mejor así que me iré—se dirigió a mí.

—Alpha—lo llamé antes que se fuera—Usted sabe cómo soy yo, me ha castigado varias veces. Y sabe que no me callaré cuando le tenga que decir algo.

—Ve al punto, Xedler—dijo serio.

—Cuando se vuelva a sentir "mal", Jessica no vendrá a curarlo con la conexión de ambos. Si usted no necesita de ella y tampoco la acepta, entonces curese sin la ayuda de mi amiga—tenía la frente en alto. Hasta el momento, yo era la única persona que le decía sus verdades.

—¡Claro! Eso no será un problema—contestó y salió.

Me relajé para no saltarle encima a ese idiota, si tan poderoso se creía entonces que muera por la lejanía. Él no es como los demás Alphas que conocí, él era orgulloso y ambiguo, no le importaba lo que dijera una simple pueblerina y castigaba a quien desafiaba su autoridad. Si supiera las miles de ideas que tiene Jessica para mejorar esta b****a de manada, probablemente ella tendría el poder de quitarle su puesto; y sería él quién esté sufriendo por ella.

El Alpha Menzon no escucha a nadie más que a él, su lobo y su familia, no cree en la capacidad de otro ser para proponer ideas. Cuando Jessica mejore, haré que ninguno de los hermanos Menzon se acerque a ella, por más que lo intenten.


—Jane basta, tienes esa mirada—me dijo Alexa.

Hasta ahora noto la presencia de Kou que aún sigue ahí. Él me ve con curiosidad pero también con desconfianza, y no lo culpo, si alguien que tiene la mayor cantidad de castigos llega a mi casa, no confiaría en esa persona ¿por qué hacerlo? Después de todo esa persona sería vista como un criminal.

—Bien Alexa, ¿ya terminaste?—ella sonrió orgullosa de su trabajo y dejó el plato vacía a un lado.

—Llama al médico, por favor, entre más rápido inyecten a Jess mejor—volvió a asentir y salió.

Jessica se acostó denuevo y cerró los ojos. Fijé mi mirada en Kou y mandé todo el odio que poseo a él.

—¿Qué me ves?—pregunté amargamente.

—Eres interesante, Jane. ¿No te cansas de que te castiguen? Deberías aprender a mantenerte en silencio—dijo él de igual modo.

—¿Ah sí? Pues no lo haré, la boca se hizo para hablar y comer, y no la voy a desperdiciar manteniéndola cerrada—contesté.

—Juegas con fuego.

—Estoy acostumbrada a él. Te diré algo, #4: las personas de mi categoría prefieren morir castigadas a mantenerse calladas.

—¿#4? Interesante. Pero te diré algo yo también: se nota que Jessica te necesita y tú a ella, y para eso necesitas estar viva—él se acercó lentamente a mí.

—Tengo un plan D, por si muero, gracias por preocuparte—di dos golpecitos en su hombro y me senté a la par de mi amiga para acariciarle el cabello.

—Morgan no estará feliz de esto—su comentario me sorprendió y encendió algo dentro de mí pero no podía caer.

—Desde hace tiempo me vale lo que piense o no Morgan.

—No deberías, a él si le importa.

—Pareces muy seguro pero no caeré en tu trampa, #4. Morgan es solo un idiota malévolo con aires de grandeza—lo escuché suspirar.

—Las cosas no son así...—susurró y salió de la habitación.

Miré la herida de mi brazo, fue la que más me dolió pero quedó en el pasado. No traeré otra vez a la Jane sensible, voy a permanecer como hasta ahora y protegeré a mi niña.

—Ya era hora de que se fuera—escuché y bajé mi mirada, sonreí.

—¿Verdad que sí?

—Claro, ya quería hablar con normalidad—bufó.

—Casi me engañas con lo de "mamá"—se sentó en la cama normalmente.

—Ese era el truco.

Me encantaba hablar con la Jessica natural, ella podía ser una maldita si se lo proponía además de ser buena actriz. Obvio sabía que Jessica no había comido por eso le dimos bastante de comer al día siguiente y la obligamos a almorzar siempre pero al parecer algo pasaba en esa casa y Jess no cenaba; se nos tuvieron que pasar algunos días para que se pusiera mal. También fue que ella solo quería pasar una última vez con el Alpha y traernos a visitar esta mansión. Lo del ataque sí fue en serio pero tal vez su parte loba hace que sane rápido con ayuda de medicamentos.

Jessica es muy tímida con los nuevos pero cuando agarra confianza habla hasta matar a alguien. Solo Alexa y yo conocemos esta faceta y nos alegra. Cuando Jess dijo "mamá" sabíamos que ya estaba bien y que pronto nos podríamos ir pero...la mirada que puso después de la última oración me preocupó.

—¿Todo bien?—pregunté.

—Sí. Es solo que...pensé que por un minuto él iba a mostrar un poco de interés en mi salud—hizo un círculo invisible con su dedo en la sábana.

—Compensaremos eso con dejarlo morir la próxima vez que te necesite—la abracé bien fuerte.

Escuchamos que iban a abrir la puerta así que volvió a poner su cara de me estoy muriendo y volvimos a actuar. Eran Alexa, el médico y el insoportable de Jair, Alexa me explicó que se lo encontraron de camino acá pero si viene no es para nada bueno.

—Muy bien, parece mejorar. Cuando le inyecte esto se la podrán llevar caminando sin ningún problema—explicó.

—Lamento mucho las molestias que causa la niña, ella no sabe dejar de causar problemas—dijo Jair.

Alexa y yo no podíamos decir nada ofensivo cuando él estaba porque Jair no se detendrá en arrancarnos la cabeza de un golpe.

—No es ninguna molestia, todo por la Luna—dijo el médico con una sonrisa.

Abrí mis ojos con sorpresa al igual que Alexa y Jair, quien después nos vio con molestia a ambas.

Gracias, doc, ahora me quedaré sin cabeza.

¡Hola hola! Aquí Alexa. ¿Qué les pareció el engaño de Jessica?

Jane y yo somos buenas actrices ¿no?

Sino entendieron algo del mega plan, pueden dejar su pregunta en los comentarios y la escritora lo contestará con gusto.

¡Adiós!


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