Capítulo 5- me gustas

Ivar

Al despertarme espero algunos minutos para ponerme de pie y luego ducharme,  de inmediato tomo mi celular y ver la hora. Apenas son las 7:30 Am, pensé que era más tarde.

Al entrar al w******p veo unos mensajes de un número no registrado que dicen: 1) Hola Ivar soy Mariela espero y que estés bien, vi que tomaste mucho alcohol. 2) No me preguntes cómo conseguí tu número, solo mantente en comunicación conmigo por aquí. 3) Buenas noches y duerme bien.

Esos fueron los tres mensajes que me dejó la maestra Mariela, no tengo dudas de que fue Víctor quien le dio mi número, porque él fue el único que habló con ella personalmente. No me voy a enojar por eso, Víctor cuando toma se pone muy hiperactivo.

No sé que ellos hablaron, pero se nota la insistencia de la maestra Mariela en tener comunicación conmigo. Decidí actuar como un hombre, ya lo de adolescente quedó atrás y se irá junto con la timidez.

Le escribiré y trataré de no mostrar ningún temor, más sin embargo, estaré firme en no tener nada con ella. Le escribo: Hola maestra Mariela, estoy bien y gracias por preocuparse. Podemos comunicarnos por aquí no importa cómo consiguió mi número.

Me quito un gran peso de encima al escribirle, anteriormente no le había escrito, pero ya está hecho.

Salgo de mi habitación directamente para la cocina, necesito beber agua y un poco de leche para subir mi glucosa.

María: acaba de despertar el borracho de la casa ¿Cómo te sientes?

— Mamá no exageres, y estoy bien. Buenos días.

María: buenos días.

Carmen: mamá se me hace tarde, Llévame a la escuela.

— Vayan bien y que tengan un excelente día.

María: la casa queda bajo tu responsabilidad.

— No se preocupe, no haré nada malo.

Me preparo un sándwich y tomo un poco de leche. Después de algunos minutos me siento mucho mejor, no tengo resaca y eso es bueno para mí.

Sentado en el sofá decido escribirle a los chicos por el grupo de w******p para saber de ellos.

— Buenos días ¿Qué tal están?

Pasan algunos minutos hasta que empiezan a responder.

Frederick: buenos días yo estoy muy bien.

Francisco: por aquí todo bien.

— Eso es muy importante. 

Víctor: también estoy bien, aunque tengo un poco de resaca.

Frederick: era de esperarse anoche usted bebía como loco.

— También bebí mucho, pero me duché y desayuné, todo se puso más ligero.

Francisco: Víctor sigue ese ejemplo de Ivar.

Víctor: lo intentaré.

— Chicos creo que tienen razón, la maestra Mariela anoche me escribió, no fue nada especial. Sé que fue Víctor quien le dio mi número.

Víctor: ella prácticamente me suplicó por ese número, no pude resistirme.

Francisco: eso es un punto a tu favor, si quieres estar con ella solo hazlo.

Frederick: sigo neutro en ese caso.

— No tengo intenciones de hacer más nada que no sea platicar con ella, si sus intenciones son otras lamento que no sean correspondidas.

Víctor: deja de actuar así, por más respeto que le tengas. Si ella quiere tener relaciones sexuales contigo, solo hazlo.

Francisco: esto sucede pocas veces, pero esta vez corroboro con Víctor.

— Bueno, le escribí para saber de ustedes y decirles que ella me escribió.

Frederick: queden bien, tengo tareas que hacer.

Víctor: y yo una resaca que quitar.

La conversación con los chicos me dejó pensativo, aunque ya tomé una decisión y me mantendré firme.

Mariela

El día en la secundaria se tornó muy largo, ya tenía ganas de salir e irme para la casa.

Al revisar mi celular veo que Ivar me escribió, sentí una satisfacción por eso al ver que no se enojó.

Llego a casa y dejo mi maletín en el sofá, de inmediato le escribo.

— Buenas tardes, Ivar.

Ivar: buenas tardes, maestra Mariela.

— Deja la formalidad y dime Mariela.

Ivar: entendido, como usted desee.

— Tampoco me diga usted, como si te llevara veinte años.

Ivar: lo que me dice es que deje el respeto y la admiración por usted hacia un lado.

— Eres muy inteligente, eso es justamente lo que quiero.

Ivar: ¿Cómo estás?

— Todo bien, acabo de llegar de la secundaria.

Ivar: me alegro.

— Espero y que estés bien.

Ivar: lo estoy gracias a Dios. Ahora quiero que me diga porqué le pidió mi número a Víctor.

— Solo quería estar con contacto contigo ¿Hay algo de malo en eso?

Ivar: no hay nada de malo, siempre y cuando todo fluya normal.

— ¿Qué quieres decir con eso?

Ivar: que podemos tener una conversación normal, que sea sana y respetuosa.

— No te preocupes, no te daré preocupaciones.

Ivar: ¿Qué espera lograr de esto?

— ¿Quieres saber la verdad?

Ivar: es lo que quiero desde el inicio de esta conversación.

— No sé cómo lo vayas a tomar, pero tengo que decírtelo. Ivar me siento atraída por ti, me gustas mucho. No te puedo decir cómo sucedió o en qué momento; sin embargo, está sucediendo y no lo puedo evitar.

Ivar: gracias por ser tan directa, porque yo también lo seré contigo. Eres una mujer casada, eras mi maestra de secundaria, no creo que sea justo que te guste.

— Ivar no le veo nada de malo en que me gustes, soy humana y tengo sentimientos.

Ivar: tal vez no tenga nada de malo, pero no puedo hacer nada por ti.

— Querías saber la verdad y te la dije, no me siento mal por eso.

Ivar: digamos que te gusto ¿Qué pasará si tú no me gustas ó no podemos estar juntos porque ya estás casada?

— Quizás pueda no gustarte, pero no te preocupes porque esté casada, últimamente mi esposo está muy distante de mí y ya no siento esa química que antes teníamos.

Ivar: estoy muy confundido y no sé qué decirte exactamente, sin embargo, en estos momentos mi decisión es que no podré complacerte.

— Solo te dije que me gustas, lo que pueda querer de aquí en adelante te lo diré otro día.

Ivar: tengo que pensar muchas cosas, no me digas más por ahora. Cuídate y hablamos después.

— Igualmente. 

LLEGÓ ESE MOMENTO, MARIELA LE DIJO A IVAR LO QUE SIENTE POR ÉL. IVAR ESTÁ CONFUNDIDO ES MUCHA INFORMACIÓN PARA UN SOLO DÍA.

¿ACEPTARÁ IVAR ESTAR CON SU MAESTRA MARIELA?

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