Capitulo IV La primera magia del universo

Capitulo IV

La primera magia del universo.

-¿Quieres ser un mago verdad?- Volvió a decirle el árbol a Naim

-Sí, sí quiero, pero es extraño. ¿Cómo sabes eso? Se supone que era algo que solo sé yo y algunas personas de mi pueblo. ¿Cómo es posible que un árbol sepa acerca de todo esto?-

-Somos la naturaleza en sí misma joven aprendiz, somos el pasado, el presente y el futuro de las cosas. ¿Sabes cómo se originó el mundo?- Interrogó el viejo árbol cada vez más entusiasmado con poder hablar con un joven muchacho humano.

-No señor árbol, realmente no lo sé, pero ¿podría decirme? Estoy curiosos acerca de este hecho.-

-Bien joven aprendiz, siéntate acá mientras escuchas esta breve historia.- Dijo el árbol mientras hacía crecer una de sus raíces a un punto cerca de las caderas del joven, y con un gesto en la mirada el viejo árbol le invito a sentarse.

-Gracias, y una pregunta más antes de que empiece con la historia. ¿Por qué me llama joven aprendiz?-Preguntó con curiosidad en sus ojos Naim.

-A esa pregunta te responderé al terminar la historia, con una proposición joven, mientras tanto ten paciencia, es nuestra mejor arma, ahora escucha, hace tanto tiempo, cuando ninguno de estos árboles estaban acá, ningún animal existía sobre la faz de esta tierra, y ni siquiera ella misma existía ocurrió una gran explosión de energía, la magia había alcanzado esta pequeña parte del Gran Universo, el gran universo es el lugar donde nos encontramos más allá de estas tierras y el azul eterno de nuestro cielo, la magia se propago a una gran velocidad creando muchas cosas a su paso, poco a poco cada parte del universo empezó a ser habitada por grandes estrellas, como el sol, grandes seres cuyas funciones, era dar brillo y calor, y así poder dar la probabilidad de Vida, fue así como en cada tierra, empezó a nacer la vida, primero pequeños gusanos súper pequeños que iban de un lugar a otro, y fueron evolucionando poco a poco, así que luego después de millones de años, tuvimos los primero animales, y así sucesivamente hasta nuestros días, incluso nosotros los árboles venimos de ese mismo gusano, el Ancestro Común, por eso todo lo que hay en esta tierra tiene un conexión y esa primera magia o energía esta en todo, lo que permite muchas cosas más, esta es la base de la magia joven aprendiz, ahora bien sabiendo esto, nosotros la naturaleza en general puede enseñarte la verdadera magia de las cosas, podrás pulirte muy bien, pero para poder encontrar todo el poder de la magia deberás viajar a otras tierras como estas e incluso a otros mundos, más allá de lo que nunca pensaste amigo mío.- Dijo el árbol mientras le daba una sonrisa cálida.

- ! Wow ¡!Pero para ser un mago uno debe de hacerse aprendiz de un mago en el reino, ¿no es cierto?¡-

-En la mayoría de los casos sí, pero tú eres una excepción joven, no buscas el poder, no buscas riqueza, no buscas admiración, en tu caso, buscas experiencia, solidaridad y la humildad la llevas contigo, por eso nosotros los árboles hemos querido hablar contigo, ahora la pregunta es ¿Aceptas o no?-

-Sí, señor árbol si acepto.-

-Pues bien joven empecemos.- Dijo el árbol.

Mientras que Naim aprendía a hablar con la naturaleza el tiempo pasaba, los árboles se hacían más y más amigos del muchacho, le enseñaron a caminar entre el bosque, le enseñaron a drenar su energía, le enseñaron a hablar con los animales salvajes, desde las pequeñas ardillas hasta los grandes osos, el joven poco a poco fue haciéndose uno con la naturaleza, además, sus aura cada vez era más pura y limpia, se notaba a simple vista que podía ser un mago, los árboles le habían enseñado a ser mucho más educado y a tener más estilo a la hora de vestirse, mientras que le hacían un escudo de Roble, para el día que tuviera que partir, le enseñaron a trasmitir la energía desde su cuerpo hasta sus alrededores, Naim poco a poco supo hacer crecer plantas con su energía, hacer que un árbol diera frutos más rápido, y aprendió a tener ojos y oídos en todos los lugares, cada planta, cada árbol y cada animal de la tierra, podía transmitirle un mensaje a Naim y podía servirle de medio para comunicarse con alguien más, las estaciones del año estaban pasando, cuando llegó el frío invierno, trajo con él a los Trolls.

Por fin el bosque hacía gala de su nombre. Las criaturas habían aparecido y deshacían muchas cosas a su terrible paso, tiraban árboles, Pisaban las plantas sin ninguna compasión, esperaban a los viajeros cerca de las carreteras para asaltarlos, quitarles todas las pertenencias y de vez en vez se devoraban a uno que otro viajero, el bosque estaba cansado que cada mitad del año tuvieran que soportar las atrocidades de los trolls pero sabían que este año sería diferente, Naim había empezado su viaje empezando el año, en menos de tres meses había aprendido lo necesario e incluso mucho más de lo que debía aprender en esta parte de su camino, el bosque quería que los trolls aprendieran su lección.

Era casi la media noche, Naim había encontrado una cueva donde podía acampar y allí había estado durmiendo desde el primer día, los paso silenciosos de los trolls empezaron a mover la tierra, ya Naim había aprendido a escuchar más allá de lo que se puede oír, por tal motivo, se despertó al sentir las vibraciones en cada paso que daban los trolls, eran mucho, millones si no se equivocaba, las cosas estaban un poco más que feas, los trolls habían sentido el olor de humano, carne fresca, además que no se olía más era uno solo un festín para los primeros que llegarán y para el Rey Troll Chumba.

La velocidad de las pisadas iba en aumento, los trolls eran despiadados, más sin embargo, eran muy sigilosos, al punto que sus actos, se le descubrían por el desastre que dejaban atrás, los primeros trolls que llegaron a la cueva se lanzaron sobre Naim sin mediar palabras.

-!Comidaaaa¡- Decían los trolls cuando tenían a Naim a su merced. Unos diez lo rodearon.

En seguida Naim solo puso una mano sobre la tierra y los diez fueron absorbidos por la tierra, esta escena fue vista por unos pocos que estaban llegando detrás, se detuvieron en seco, miraron a Naim y luego sacaron sus afiladas espadas, en ese momento unas raíces empezaron a salir del suelo, algunos lograban quitarse las raíces de encima cortándolas pero eran tantas y crecían tan rápido que les era imposible detenerlas a todas, el miedo se apodero de ellos y rápidamente la tierra raíces se fundieron con el suelo, mientras que los trolls desaparecían con ellas, los demás cada vez más asustados retrocedían, pero eran tantos que tenían la certeza que en algún punto podrían ganar la batalla.

Hasta que ya casi todos rodeaban la salida de la cueva, ninguno se atrevió a atacar nuevamente, a pesar de ser muchos más tenían miedo, en ese instante de entre la multitud de trolls, apareció uno con más cadenas, y una figura mucho más atlética que los anteriores.

-Yo soy Chambo el Rey de los trolls. ¿Quién ser tú joven humano?- Preguntó el Troll que salía de entre la multitud.

-Yo soy Naim, guardián del bosque, mi misión es que no dañen a los seres que viven acá y a sus alrededores, además que dejen de hacer sus desastres por acá.- En ese momento Naim echó un vistazo alrededor y se percató que no había ninguna mujer en las hordas de trolls.

-¿Guardián del bosque? Eso no existir acá, nosotros ser amos del bosque, dueños de tierra, tu ser un invasor.- Dijo el Troll de forma amenazante mientras se acercaba a Naim.

Chambo tomó con su mano izquierda la espada que tenía en la espalda, mientras que los demás trolls se preparaban para atacar, Naim solo sonrió para sí mismo y en ese instante la horda de trolls lo atacó en todas las direcciones, en ese momento todos llegaron al punto donde estaba el joven humano, pero sorpresa, ya no estaba allí. Los trolls confundidos miraron en todas las direcciones, cuando las tierras en donde estaban de pie, empezaron a tornarse movedizas, todos los millones de trolls estaban atrapados, todos empezaron a desesperarse, veían en todas las direcciones, y allá arriba de un árbol estaba Naim, sonriendo.

-Les daré algunas opciones, fíjense si prometen ser buenos con el bosque los dejaré venir hasta acá, si dejan de comerse a las personas sin razón también, no digo que no se las coman, pero ajá solo por la avaricia de querer carne humana, no lo ven como comida realmente, para ustedes es como un trofeo. Lo siguiente es que me den algunas explicaciones acerca de ustedes y su vida, y si me llevan al lugar donde viven ustedes la otra parte del año. ¿Les parece bien el trato?- Les dijo Naim desde las alturas.

-Nunca.- Respondió Chambo desde las arenas movedizas.

-Está bien, tengo toda la noche para estar acá.- respondió Naim, mientras se preparaba para acostarse en la rama del árbol, la naturaleza a su alrededor disfrutaba de la escena, querían darle una lección a los trolls desde hace mucho tiempo, pero faltaba alguien que les ayudará a hacer fluir la energía, y esa persona por fin estaba allí, dando su energía y canalizándola.

El tiempo paso y paso, la luna estaba a punto de esconderse y el sol a punto de salir, cuando ya los trolls solo mantenían su cabeza afuera de las arenas movedizas que había dispuesto Naim, Chambo miró con furia reservada al joven humano, pero sabía que no era alguien común y corriente, había sentido su aura pura y poderosa, pensó que podría vencerle, pero la realidad es que le sería imposible hacerlo, si no se daba por vencido, la muerte sería su opción siguiente así que tuvo que tomar una decisión.

-Chambo estar de acuerdo con términos de guardián.- Dijo finalmente Chambo. 

-Muy buena decisión Chambo, muy buena, bien haremos lo siguiente, los dejaré ir, y ustedes me mostraran como viven ¿Les parece?- Naim a pesar de ser un joven aprendiz de mago, quien aprendió algunos trucos de la naturaleza era una persona muy curiosa, quería saber qué cosas sucedían en cada ámbito de la vida, él podría preguntarle a la naturaleza como vivían los trolls y más, pero sería aburrido, además él ahora sabía que tenía un camino por recorrer, ya su camino en el bosque había culminado, ahora debía seguir su camino.

El viejo árbol que le habló cuando recién llegó al bosque estaba orgulloso, su discípulo había dio muy bueno, y excepcional, aún le faltaba mucho por aprender pero él sabía que su discípulo sería el mago más poderoso del mundo, incluso del que no existe, sonrió de satisfacción al recordar esas palabras.

Chambo asintió afirmando la pregunta que les hacía Naim.

-Chambo enseñarte vida Troll, guardián ser guardián bosque y guardián Troll, Chambo promete.- Dijo chambo respetuoso. Naim bajo del árbol de un salto, cayó al suelo y cada Troll empezó a salir de la tierra movediza, además los trolls que habían desaparecido en la tierra durante el primer ataque salieron también, Chambo se sorprendió, Naim no había matado a nadie, solo los había hecho retroceder y desaparecer para que no fueran una amenaza, en ese instante Chambo empezó a ver a Naim como algo más, algo que nadie podía describir. Naim había completado su primera tarea, la primera magia del universo, había empezado a controlarla, y sin saberlo empezó a generar simpatía y admiración por parte de la naturaleza y de los trolls, este joven aprendiz, sabía ganarse las cosas con poder y humildad, dos palabras que juntas no hacían mucha gala.

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