Capítulo IV Pesquisa

El modo en el que operó en su origen, no se parecía a la última.

- Carlos, estoy yendo a la casa ¿Sabes qué pasó? – Mario por el celular.

- Encontraron un muerto en uno de los cuartos, quieren interrogarnos a todos – contestó Carlos muy asustado.

Dos eventos trágicos en la misma noche, no era normal, qué pasaba en esa casa que todo había terminado tan mal, esto se preguntaba Luis el policía a cargo de la investigación.

Mario estaba a menos de una cuadra de su casa cuando vio los distintivos de la policía y no solo estaban para levantar el cuerpo, también había policías con abrigos de la sección de homicidios.

- Mierda, creo que cometí un error, no es posible, yo revisé y limpié todo antes de irme – Mario en su mente.

Corrió hasta la puerta de su casa y lo recibió una persona alta, de cabello rubio, aparentaba una edad mayor a la que tenía y parecía no ser tan serio con su trabajo, este era el detective Luis.

- Buenos días ¿Te he visto en alguna parte? – Luis.

- No lo creo oficial – Mario.

- ¿Me puede informar que pasó en mi casa? – dijo Mario muy alterado.

Mario vio que Alejandro estaba por la entrada de la casa.

- ¡Alejo! Dime que pasó – Mario gritó al ver a su amigo.

- Tu amigo ese, bueno él que estaba al principio lo encontramos con Carlos y José, entrabamos a dormir, prendimos la luz y ahí estaba – Alejandro

- Mario agarró del hombro con fuerza a Alejandro y le dijo – estaba ¿Qué?

Estaba tan nervioso que hasta se salió Mario un poco de control, esto no estaba dentro de sus planes, el chico que yacía muerto y no pasó tan desapercibido, hasta intuyeron que era amigo de Mario.

- Me complicas la vida hasta muerto – Mario en su mente y se tocó la cabeza con su mano mostrando preocupación.

- Alejo, eso no explica por qué la unidad de homicidios está aquí - Mario le dijo ya más exaltado.

- ¿Dime cómo estaba? ¿Qué vieron y que pasó después?, ¿Por qué todo terminó así? – seguía Mario.

- Señor Alejandro, retírese por favor, tenemos que interrogar a Mario – cortó la conversación Luis con una voz firme.

Que detonante fue todo esto para Mario, la inseguridad de antes volvió y ahora estaba más perdido de su propia historia que según él iba a decir, cuantos contratiempos más tenía que pasar, y que tipo de cosas le iban a preguntar, ya no podía ni imaginárselo, lo único que tenía ahora era su ingenio.

- Mario ¿Qué hacías entre las 12 de la noche y las 2 de la mañana? – preguntó Luis.

- A media noche fui al bar de mi casa y estuve ahí por un buen rato, Astrid me vio – respondió Mario.

- ¿Estás diciendo que no entraste al cuarto del fallecido a ningún momento? – Luis.

- En la noche no, pero en la mañana si, es mi casa y puedo andar por donde se me dé la gana – dijo Mario ya un poco enojado.

- Última pregunta, ¿De dónde conocías al chico y por qué estaba en tu casa? – Luis.

Sabía que algo estaba mal en esta pregunta, si decía demás, el “suicidio” se caería de volada, si respondía a medias también levantaría sospechas.

¿Cómo decir a un policía que era alguien que había “aceptado” en su casa e inyectado varias sustancias para mantenerlo dócil?

- Lo conocí hace algunos meses porque iba en mi universidad, no traté con él hasta un par de meses que coincidimos en un evento por amigos cercanos y me contó que tenía problemas en su casa, su novia había terminado con él y solo quería cambiar de ambiente, me pidió vivir en mi casa por un tiempo y que me pagaría como si fuera un inquilino – dijo Mario con mucha naturalidad.

- Eso es todo, pero antes de ir con tus amigos ¿Me puedes dar el número de Astrid para confirmar tu coartada? – Luis.

- Lo siento la conocí hoy, pero está en el hospital más cercano, su hermano ingresó hoy en la madrugada – Mario.

Su coartada dependía de una desconocida, que tal vez ni la fueran a llamar o que podría mentir y decir que pasó otra cosa. Además, no estaba enterado de qué habían encontrado así que corrió donde sus amigos y entre ellos Carlos era el que más calmado estaba.

- Sabes ¿Por qué estaba el departamento de homicidios aquí? – le dijo Mario a Carlos con mucha curiosidad.

- No, pero escuchamos algo sobre que estaba desaparecido y pensaban que lo habían secuestrado y matado – dijo Carlos inseguro.

Esto cambiaba el panorama otra vez, pero con esto podía disimular y apegarse a su plan, puso su mente fría y comenzó a pensar en cómo proceder.

- Mario pensó en ese momento – Al chico si lo habían visto los vecinos y triste pero lúcido, él me ocultó información, pero sé que no me afecta en nada, no tienen mensajes que me puedan culpar hasta donde sé, tampoco han descubierto nada sobre el cuerpo aún, los niveles de potasio al morir siempre son altos, no tienen por qué sospechar, solo me queda pensar, cuando encuentren la sobredosis de morfina y asuman que es su causa de muerte, buscaran en su cuarto y tratarán de ver, dónde la conseguía, pero eso lo tengo cubierto.

- En eso sus amigos le dijeron – vamos a dormir en la casa de Carlos.

- Me salvaron, no sé cómo iba a pasar la noche aquí – Mario fingiendo estar muy afligido.

Mario cogió todo lo que podía y se fue a la casa de Carlos.

Volviendo un poco en el tiempo, había gente al momento que llegaron los policías, Astrid y Kique no tardaron mucho en enterarse lo que había pasado, fue un poco después que Mario saliera de prisa a su casa, exactamente.

La expectativa crecía entre ellos, empezaron a decir toda clase de teorías locas mientras pasaban un buen rato entre amigos dentro de lo que podían y al parecer solo lo dejaron de hablar cuándo por azares del destino, informaron a Astrid que ya podía entrar a ver a su hermano, pero que él se encontraba dormido y anestesiado por unas horas más.

Astrid empezó a llorar y esta vez de alegría, su hermanito viviría un poco más.

Pasó una hora desde que Astrid entró al cuarto de hospital de su hermano cuando llegó el detective Luis.

- Toc, Toc – golpeó a la puerta.

- Sea quien sea, estas no son horas de visitas – dijo Astrid enojada.

- Es importante, soy detective de la policía, sé que estaba en la fiesta donde encontramos el cadáver y también nos informaron que salió de ahí porque su hermano sufrió un accidente.

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