5. Confesiones y Propuestas

[Un par de horas después]

Estoy en la encrucijada más grande de mi vida, buscar un hombre con quien casarme, aceptar la herencia de mi abuelo y salvar a todos los empleados que podrían quedar en la calle, o simplemente dejar las cosas como están y empezar con el plan para cerrar los hoteles y echar a toda esa gente.

—Buenos días, señorita Cabassi. — me saluda Cristina amablemente cuando entro al edificio.

—Buenos días, Cristina, que tengas lindo día. — le saludo.

—Muchas gracias, igualmente. — responde y sigo mi camino hasta llegar al ascensor mientras que el resto de los empleados que caminan por el lobby me van saludando.

Subo al ascensor, presiono el botón número 40 y me apoyo contra la pared mientras que mi cabeza da mil vueltas a la idea de que es lo que debo hacer. Simplemente no sé qué hacer, no puedo ir por la calle poniendo un anuncio que diga “se busca esposo para heredar una fortuna” es simplemente una locura.

Las puertas del ascensor se abren en el último piso y al salir, me encuentro con los administradores de la cadena de suministro que están saliendo de la sala de juntas. Los saludo a medida que me los cruzo por el pasillo y al parecer la reunión fue de maravilla porque todos están sonrientes y muy animados. Avanzo hasta llegar a la sala de juntas y entro.

—Ya llegué. — le digo a Álvaro que está recogiendo unos folders de la mesa. 

—¿Y cómo te fue? — me pregunta terminando con su tarea y se acerca a mí.

—Es un desastre… ¿tienes tiempo para que te cuente? — le pregunto y asiente.

—Claro, vamos a tu oficina. — propone llevando una de sus manos a la parte baja de mi espalda y así haciendo que caminemos.

—¿Y a ti como te fue en la reunión? — cuestiono mientras vamos avanzando.

—Muy bien, les agrado tu propuesta y en 48 horas tendrán las proyecciones financieras y comparativas de costo listas. — anuncia.

—Qué bueno, al menos una buena noticia. — digo mientras abro la puerta de mi oficina. —cierra por favor. — le pido una vez que entramos. Cuelgo mi bolso en el perchero que tengo al lado del sofá color blanco que hay en mi oficina y después me siento — ponte cómodo. — propongo señalando el sofá que está justo en frente y él rápidamente se sienta.

—Cuéntame que paso. — me pide mientras deja los folders encima del sofá.

Sus ojos azules se fijan en mí y espera pacientemente —resulta que al parecer mi abuelo multiplico su fortuna considerablemente en los años que no nos hablamos. — comienzo diciendo —la herencia de mi abuelo está estipulada en unos $19.5 billones de dólares entre propiedades, empresas, acciones, efectivo, y demás cosas. —

—¡¿Qué? — exclama.

—Como lo oyes, yo pensaba que mi abuelo era simplemente millonario, pero no, era el quinto hombre más rico del país. — digo hasta sin poder creérmelo.

—Impresionante… es más de lo que te hace falta para el proyecto. — comenta.

—Claro que lo es, es más, con ese dinero podría llevar a cabo muchísimos proyectos que podrían no solo evitar los despidos, sino que podría generar fuentes de empleos para personas de bajos recursos y hasta podría hacer ese hospital que tanto sueño hacer en Tanzania. — explico y me sonríe.

—Siempre tan altruista tu…— comenta sonriente —desde los 20 años que tienes ese sueño. — comenta con un tono que me hace sonreír.

—Sabes que nunca fui la misma después de pasar aquel año en Tanzania junto a los cuerpos de paz. — explico.

—Lo sé y eso te hace una persona increíble, lo tienes todo y aun así te das tiempo para preocuparte por los demás…— comenta haciendo que mis mejillas se enrojezcan un poco.

—Lo que pasa es que no todo es tan fácil. — digo finalmente.

—¿Por qué lo dices? — cuestiona un poco más serio.

—Para resumírtelo, mi abuelo dejo una cláusula para que herede su fortuna. —

—¿Cuál? —

—Para heredar la primera mitad de la fortuna, me tengo que casar y para poder heredar el resto, tengo que tener un hijo con mi esposo. Además, no me puedo divorciar por un periodo de cinco años. — explico sin anestesia.

—¡¿Qué?! —

—Lo que escuchas… lo peor es que tengo 48 horas para decidir y tan solo un mes para casarme…—

—Es una locura…— dice al igual que lo pensé yo.

—Lo sé, y tengo mucha rabia porque ese dinero no solo ayudaría a que podamos seguir como estamos, sino que también podría llevar a cabo el proyecto de los hoteles ecológicos en zonas donde no hay mucho desarrollo ni empleos, ni hablar del hospital en Tanzania ni de cómo las empresas de mi abuelo podrían crecer para generar más empleos… son tantos beneficios, pero… esta esa cláusula… ¿de dónde sacare un hombre confiable que quiera casarse conmigo y tener un hijo sin querer quedarse con la mitad de la fortuna después? — cuestiono y es que realmente estoy muy frustrada.

Echo mi cabeza hacia atrás, cierro mis ojos y respiro profundo en medio del silencio que se formó en esta oficina —Kai…— me llama Álvaro y al abrir mis ojos, su mirada azul esta clavada en mí.

—¿Qué? — pregunto sin entender.

—Casémonos. — propone y creo que lo escuche mal.

—¿Qué? — cuestiono sin entender nada.

—Lo que oyes, casémonos y podrás llevar a cabo todos esos sueños. —

—Algunos son los tuyos también…— corrijo.

—Con más razón, casémonos. — insiste.

—Pero….— intento decir.

«Es una locura… él es gay…»

—Mira, nos casamos, heredas la fortuna y cumplimos todas esas metas y sueños. — explica.

—¿Y el hijo? Si no tengo un hijo con mi esposo en un periodo de un año tendré que regresar lo que ya heredaré al principio. — explico.

—Pues, tengamos un hijo entonces… sabes que me gustan los niños. — dice como si se tratara de cualquier cosa.

—Álvaro, no podemos adoptar… ni vientre de alquiler, ni inseminación artificial… ¿entiendes? —  explico.

—Sí, lo entiendo… pero ¿Cuál es el problema? — cuestiona como si fuera cualquier cosa.

Rio de nervios e intento controlarme —primero que nada, somos amigos… segundo, no estamos enamorados y tercero…— digo dejando la frase en el aire.

Él no dice nada, simplemente se levanta del sofá, se acerca a mí y se sienta a mi lado —¿y tercero? — presiona.

—Álvaro, no me lo tomes a mal… pero, eres gay… tu sueño no es estar conmigo… además, para hacer un bebe hay que… ya sabes. — explico nerviosa y por algún motivo él se ríe. —no entiendo, ¿de qué te ríes? — pregunto confundida.

—¿De dónde sacaste tu que yo soy gay? — me pregunta y para mi sorpresa mueve un mechón de mi cabello a un lado.

—Nunca te vi con ninguna chica… eres muy minucioso con muchas cosas y siempre sales con “amigos” cuando no estás conmigo... —

—¿Y eso me hace gay? — me pregunta divertido y solo encojo mis hombros —Kai… si no me viste con ninguna chica, es porque llevo años enamorado de una mujer que nunca me vio como un hombre sino como su mejor amigo. — me dice y acaricia mi rostro con delicadeza.

«Esto tiene que ser una broma…»

—Alva… yo…— intento decir, pero lleva sus dedos a mis labios.

—Lo sé, no me amas, no te sientes atraída a mí y eso lo acepto… siempre lo hice, pero mira, esto no se trata de amor ni de nada de todo eso, se trata de seguir adelante con los hoteles, de proteger a esas familias y de incluso cumplir tus sueños… acepta casarte conmigo, te juro que no te pediré nada a cambio y si no funciona nos divorciamos y ya. — propone.

—¿Y el bebé? —

—Vamos improvisando…— dice divertido —además, si no me equivoco, no confías en los hombres, pero si querías tener un hijo, ¿no? — me pregunta haciéndome reír.

—Sola… lo iba a tener sola. — explico.

—Bueno, en vez de pagar para que te embaracen y eso… ya sabes…— dice entre risas nerviosas.

—Dios… ¿Por qué siempre tienes que decir las cosas de una manera que me convences? —

—Porque te conozco… porque sé cómo eres y porque nunca haría nada para dañarte. Firmaremos el acuerdo que tú quieras y aclararemos cualquier punto que necesites aclarar, pero piénsalo. — me asegura.

—¿Me das hasta la noche? — le pido y sonríe.

—Te invito a cenar y me cuentas durante la cena, no dejes que lo que te dije que siento por ti influya… si no lo dije hasta ahora, es porque te respeto. — me dice y sin más se levanta, toma los folders del otro sofá y se va de mi oficina dejándome aquí con toda esta información dando vueltas.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo