CAPITULO 4: CUANDO ABRI LOS OJOS

—Sara, Ábreme la puerta o la derrumbo, quiero respuestas. ¿Por qué te casaste conmigo? ¿Qué te ofreció mi padre? En el tono de voz se notaba Caspian, furioso. Por lo visto no se iba a detener. Sara no sabía qué decir o qué hacer, tampoco estaba interesada en que él supiera sobre su secreto, pero si no abría la puerta temía que la derrumbara, estaba cansada y harta dio un respiro profundo, se levantó de su cama y se dirigió a la puerta al abrirla, sintió un fuerte golpe en la frente, después no supo nada.

Cuando abrió los ojos, pudo escuchar desde lo lejos el Tono de Caspian hablándole a los médicos de forma preocupada e insistente el preguntaba si estaba bien, un médico le preguntó cuál era su relación con la mujer y el contesto es mi esposa. Qué gracioso pensó ella para sí misma. Soy su exesposa. No su esposa, pero no tenía fuerza para hablar, el golpe que recibió la había dejado sin fuerza, solo quería dormir.

Cuando Sara volvió a abrir los ojos, se encontraba en una habitación blanca. Su madre y su padre estaban allí. Se veía muy preocupados. Apenas se percataron que su hija había despertado. Le empezaron a preguntar.

—¿Sara, es cierto que te golpeaste con la puerta? o ¿ese mal nacido te golpeó?  Al escuchar esa pregunta de parte del padre. Sara se dio cuenta que Caspian no le dijo la verdad, si ella hablara, probablemente se metería en problemas con Caspian. Así que prefirió seguir el juego.

 —Si tu hija es algo tonta y distraída, no me percaté que la puerta se había cerrado. Y me choqué con ella, me di un golpe bien fuerte. Me sentí mareada y bueno ahora es que despierto.

—Oh, mi niña, has estado en cama desde hace 2 días. ¿Tienes hambre de seguro?

Desde hace 2 días. Me quedé en shock. Entonces no he comido, desde el desayuno. Antes del matrimonio con razón me sentía tan débil debo alimentarme. —Sí, mamá, la verdad es que tengo hambre. ¿Por cierto, dónde está Caspian? Aunque no esté realmente casada con él, tiene que estar aquí para, fingir, aunque sea. —El joven Hilton, estuvo acompañándote durante estos 2 días, tenía que presentarse hoy en una reunión de trabajo. Por eso nos quedarnos nosotros mientras él iba a la reunión dijo que volvería ahora en la tarde.

Mientras Sara comía. Su padre, el señor Ricardo, empezaba a comentarle un tema sobre su situación actual por causa del incidente.

—Tu situación actual ahora es algo compleja. Hay muchos detectives, buscando la pista sobre quién hizo las inversiones en el último minuto. Jeff está moviendo todos los hilos de contacto que tiene dentro de la bolsa de valores, Wall Street. Según los peces gordos lo que podemos hacer para borrar este hecho y que quede en el olvido. Sería renegociar la situación financiera, te quieren contratar como inversionista y que colabores en la recuperación de la crisis.

—Sólo colaborar y ayudar al sistema financiero, no me molestaría. Pero si me quieren como esclava generando para ellos, olvídalo. —Eso fue lo que le dije a Jeff, él me dijo. No la quieren como esclava, simplemente quieren recuperar lo que perdieron.

—¿De ser así, ¿cuánto fue lo que perdieron? En total, se lo devuelvo y multiplicado de ser necesario. Lo que quiero es que nadie diga mi nombre y si en tal caso alguien me acusa más adelante. Ellos lo ignoren y pasen la vista gorda como si esto nunca hubiese sucedido.

—Sabes mejor que yo Sara, que eso no va a pasar esa gente son lobos, siempre van a velar por su propio beneficio. Si ellos te conocen de inmediato, van a sacar provecho de tus habilidades a tus costillas incluso.

—eso lo tengo claro, papá, y por esa razón es que debo limpiar mi nombre y borrar cualquier rastro de aquel proceso, debo realizar algo lo suficientemente fuerte como para borrar ese incidente y posicionarme a mí y a mi gente en un lugar en la cual no nos puedan derribar fácilmente.

Y todo eso tengo que hacerlo antes que culmine este mes, antes de que Caspian anuncie nuestro divorcio oficialmente.

—¿Entonces, porque no intentas enamorar a ese sujeto? ¿Con eso consigues un poco más de tiempo, ¿no?  Un hombre Alto, Delgado, tez blanca. Bastante carismático realiza dicha pregunta. — El hombre no me gusta, es demasiado narcisista, arrogante, Michael, no hagas ese tipo de broma.

—Sara vamos eres una chica bastante inteligente. De seguro logras que caiga en tus redes solamente tienes que aguantar un mes. Quién sabe, quizás él sea el que termine persiguiéndote después del divorcio. —Dudo que eso pase y ya estamos divorciados.

 En ese momento, Ricardo recibe una llamada, proveniente de su trabajo. Sale de la habitación mientras se despide a lo lejos de su hija. Seguido por su esposa.

—Michael, te dejo el cuidado de Sara, cualquier cosa me dice.

—Entendido no se preocupe, señora Jimena yo me haré cargo de Sara. Hasta que su esposo aparezca. —Qué esposo, yo no tengo esposo.

—Espera, ya te divorciaste. ¿No iban a esperar hasta el final de mes? ¿Hay algo que no sepa? —Michael, 15 minutos después de Casarme, me divorcié. El hombre trajo un abogado y me obligó a firmar el acta de divorcio y a renunciar a mis derechos como esposa, no me toca nada del divorcio.

—Qué mal, yo pensaba que te ibas a divorciar al final de este mes y me tocaría, aunque sea una tajada de esos bienes, Como soy tu mejor amigo, Dice todo esto de forma graciosa y Coqueta.  —Michael tú, nunca cambias, ¿verdad? Bueno, ya que estás aquí me vas a tener que ayudar.

—por supuesto que haré cualquier cosa que me pida la princesa. Menos acostarme con un hombre. —Michael, eres único en tu especie no, no quiero que te acuestes con un hombre. Quiero que arregles el problema de la Wall Street, limpia mi participación en el proceso de inversión, que causo la recesión interna de los mercados

—Sara, si yo pudiera arreglar esta cosa, ten por seguro que hace mucho tiempo lo hubiera hecho. No tendrías que haberte casado. —ahora la situación es un poco diferente, tenemos la ayuda de Jeff —¿Quién es Jeff? —Jeff Peterson es uno de los socios de mi padre tiene contacto en la Wall Street y según lo que nos informó. Están dispuestos a hacer negocios con nosotros a cambio de que le devolvamos la ganancia perdida durante el proceso con interés. —pero eso me parece injusto. Al Fin de Cuentas, tú invertiste, ellos perdieron por haber invertido en contra. ¿Así es como funciona la bolsa de valores o me equivoco?

 —sí. Y en eso tú tienes razón, pero esta gente son lobos viejos con mucho poder adquisitivo e influencia y si descubren que fui yo la que hizo dicho proceso, alguien que no posee respaldo, te aseguro que me estarán cazando antes de que te des cuenta, así que sólo tengo 2 caminos, uno enamorar a Caspian hasta los huesos, cosa que la verdad quisiera evitar, porque en mi punto de vista es un mujeriego, que no tiene reparo en hacer lo que se le venga en gana y abandonar a las mujeres en su desdicha. O la segunda opción, limpiar mi nombre antes de que termine mes, con algún proceso que borre el anterior si tienes una idea acepto sugerencia.

—bueno. Aún sigo pensando que enamorar a Caspian resulta ser más sencillo que escapar de las manos de estos capitalistas, pero lo único que se me ocurre vendría siendo. Invertir en los países que fueron destruidos tras el proceso de inversión. Y ayudarlo a que se recupere utilizando tu propio nombre como respaldo y si colocas a las empresas como fuente de ingreso, te aseguro que la gente no dudará de que tus inversiones son factibles, Incluso ellos querrán invertir contigo, solamente por el buen gesto de ayudar a los países que cayeron en inicio de recesión. De esa manera, si existe un rumor o alguien te intentara a acusar en el futuro, lo pondrían en tela de juicio, porque estarías invirtiendo en esos lugares.

—Esa estrategia me parece magnífica, Michael, eres un genio, ven aquí. En ese momento le da un fuerte abrazo y un beso en la mejilla. Y para su mala suerte en ese preciso instante ingresa Caspian.

—por lo visto te ves mejor, tienes la fuerza como para abrazar y besar a un hombre. ¿Ya debería salir del hospital, no te parece? Señorita Cosette. con una sonrisa forzada, dice esto último. Mientras, le lanza una mirada fulminante a Sara. En cuanto a Michael, simplemente lo ignora.

—Eh, Sara. lo que me has pedido lo realizare de inmediato, yo te voy dejando. Buenas tardes, señor Hilton. después de decir esto último. Sale de la habitación del hospital. Mientras la pareja se queda a sola dentro de la habitación.

—¿Qué le has pedido el huesudo? —¿Huesudo? Michael es Delgado, pero tampoco están en los huesos fue lo que pensaba Sara, con una sonrisa le respondió. —no es de tu incumbencia. ¿Por cierto, creo que me debes algo, no te parece? —con la mirada fija en Sara, le cuestiona. ¿Qué te debo?

—una disculpa, me diste un puñetazo en la frente. —Es tu culpa por no avisar, sabias que estaba golpeando la puerta.

Durante un tiempo. Ambos se miraban mutuamente de forma agresiva. Era como si quisieran matarse con la mirada hasta que Caspian rompió el silencio.

—eres una golfa oportunista. —y tú un mujeriego, narcisista además de maltratador de mujeres. —No es culpa mía que abrieras la puerta en el momento en que estaba golpeándola. —¿Entonces soy la culpable de recibir el golpe? ¿Cuándo quien me lo propinó fuiste tú? Le has dicho mis padres que me golpeé con la puerta.

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