Sara no podía creer lo que escuchaba. Obviamente no quería acostarse con Caspian. Pero entre él y los perros la respuesta era obvia.—Caspian, no lo quiero hacer contigo, pero tampoco lo quiero hacer con los perros. —Es una lástima, mi paciencia se ha agotado, debes de elegir.Sara Aturdida y con el miedo a flor de piel propuso—Quiero un contrato que me asegure que te vas a divorciar de mí, apenas te entregue mi cuerpo. —Sí, eso es lo que quieres. Dentro de 2 días tendrás el contrato y esa misma noche dormirás conmigo. Y acercándose lentamente al rostro de Sara añadió. Lo que ocurrió aquí si alguien se entera, tu familia lo va a pagar. ¿Me entendiste?Sara, mirando el rostro del hombre agachó la cabeza y asintió. —también toma en cuenta que si me gusta tu cuerpo. Lo seguiré poseyendo hasta que se me dé la gana. Incluso después del divorcio. —¿de qué demonio estás hablando? Después del divorcio no tenemos nada que ver. —Estás en lo cierto, por esa razón es que quiero acostarme contigo
Mientras Sara se mantenía en silencio. Caspian, sólo se la pasaba observando cada milímetro de su rostro hasta detenerse en los labios. Sentía un gran impulso por besarlo y al ver que Sara no hablaba ni decía nada. No se contuvo.Antes de darse cuenta, Sara estaba siendo besada de forma intensa por Caspian. Y por más que luchaba. Él no la dejaba en paz. Hasta que logró zafarse por un minuto y decir. —¿Estás ebrio?Hasta ese momento, Sara no había notado que Caspian había bebido. Y él sólo respondió, mientras la sujetaba fuertemente —Aún estoy sobrio, ¿No habías dicho que yo te atraía? —Sí, pero eso fue antes, ya no me atraes ni un poco.Caspian, le sonrió. Y esto a ella le puso nerviosa. —Eso se puede arreglar. Fue lo que respondió. Sara no tuvo tiempo de refutar. Porque sus labios, otra vez, fueron presas de los deseos de Caspian, él estaba poseyendo sus labios, sin darle tregua de respirar a Sara, había introducido su lengua, hasta tocar la campanilla de su garganta.Antes de que el
¿Humor de perro? Después de pensar en esa frase, Caspian sonrió de manera sarcástica. Y se dijo para sí mismo, tienes toda la razón, estoy de humor de perro. La mujer que me gusta no siente nada por mí y estoy a punto de entregar el divorcio. ¿Cómo quieres que me sienta?En ese momento, mientras estaba pensando lejos, sobre la situación. La puerta del despacho se abrió, quien entró fue Sara. Ya sabía lo que iba a pedirle, así que se le adelanto.—Los papeles de divorcio estarán en el registro civil al finalizar la semana. No te preocupes. Dijo eso con su cara típica de póker. Aunque por dentro estaba comiéndose vivo. No quería levantar la mirada porque ver a Sara era un dolor insoportable para él. Tenía que ir desapegándose de ella a cualquier costo. Y la indiferencia parecía ser un buen camino.Por su parte, Sara, al escuchar esta declaración, se sintió satisfecha, por una parte. Pero por la otra estaba enojada. ¿Por qué estaba enojada, no era lo que quería? Se dijo a sí misma. Mient
Fuese virgen o no, no le importaba realmente. Sólo quería estar dentro de ella. Si quería que fuese amable, lo sería empezó a desvestirla y en menos de unos minutos, ella se encontraba desnuda en la cama. Siendo tocada y acariciada por todo el cuerpo Caspian, era un maestro, en el sexo no por nada era un Mujeriego. La razón, por la cual las mujeres caían ante él, no era por su riqueza, ni por su belleza, sino por cómo realizaba el acto sexual. Era dedicado, como si estuviera esculpiendo a la mujer en sí. Sin embargo, él no estaba consciente de ello.Y en ese momento, Sara se estaba dando cuenta de este hecho. El hombre la había excitado demasiado, estaba más necesitada, de lo que esperaba. Quería ser penetrada, el hombre estaba siendo demasiado lento y eso era una tortura. Pareciera como si lo hiciera a propósito. Sara, que ya no se aguantaba, empezó a abrirse de piernas y tratar de chocar su deseo, con su miembro. Caspian a darse cuenta de eso, empezó a reírse en el oído de la mujer.
El hombre le agarro ambas muñecas y las amarró encima de su cabeza. Impidiendo que pudiera moverse. En ese momento se separó de su boca por un segundo. Y le dijo. —¿Qué te pasa? Si te vas a ir, con otro hombre de todo modo, después del divorcio. Por lo menos déjame saciarme. Ya que tu primera vez, me la regalaste, no debería de importarte esto, déjame seguir poseyéndote por más tiempo. Te juro, que no te volveré a molestar después.Al escuchar lo que decía Caspian, Sara no daba crédito. ¿De quién habla, que otro hombre? De pronto, recordó las palabras que había dicho, durante la noche. Espera desde donde escucho Caspian. Sara no tuvo, tiempo de decir una sola palabra, Caspian, le atacó la boca. Impidiendo que ella pudiera hablar, su intensidad había aumentado, ya no era amable, estaba siendo demasiado rudo, como si estuviese enojado, frustrados, y se estuviese desquitando por un malentendido. La estaba penetrando, de manera salvaje, mucho más que antes. No podía seguirle el ritmo, Cas
Si no fuera, porque tengo la voz ronca y las cuerdas vocales dolidas, En este momento, estaría riéndome a carcajadas. La que debería estar celosa y enojada por una, infidelidad soy yo. Él, se la pasa con otras mujeres, cada rato, ahora que lo pienso, ah, esa tal Sabrina, él la sacó de las greñas. La última vez que la vi.Y, por cómo trató a Sabrina, asumo que trata, a las mujeres así, se veía, tan acostumbrado que no me sorprendería. A mí casi me lanza, a una Jauría.Siempre, me estaba preguntando por qué las mujeres les seguían. Ahora, ya se el porqué, tiene buen paquete y de paso, es buen amante. Además, de ser un millonario. Maldición, quiero a ese hombre, a pesar de su al genio sigue siendo guapo.En ese momento, mientras revisaba el correo, la mujer se dio cuenta de que Michael, le había enviado una notificación. ‘Me olvidé, por un minuto de Caspian y empecé, a revisar de qué trataba’.—Princesa, tenemos un problema. Uno de los ejecutivos de la Wall Street, solicita tu presencia.
A Erika, este tipo de actos, la enojaba, no le gustaba, que le ignoraran, ni menos un hombre. Y si pensarlo 2 veces, le dijo. —cuidado, Caspian, conozco demasiados secretos tuyos, que podrían llevarte a la ruina. O aún más, a un divorcio precipitado. Al escuchar eso, Caspian, no pudo evitar sonreír, de forma sarcástica. Y esto a Erika le impresionó, no esperaba dicha reacción. Lo que Erika, no sabía es que Caspian, se estaba divorciando. Aunque, no era la intención de él hacerlo, sólo lo hacía, para complacer a Sara. —Erika, si quieres mantenerte con vida, no te metas en la mía. Dijo eso, con su cara de póker y una sonrisa siniestra. En ese momento, Erika entendió que hablaba en serio. Algo, que sabía muy bien de Caspian, es que él era despiadado. Incluso, al tener relaciones, con ella en múltiples ocasiones, utilizaba métodos, sádicos para complacerse, con el dolor provocado. Varias veces, resultó herida, por causa de esas sesiones. La razón, por la cual ella volvía, y le gustaba es
Parece ser, que Sara había entendido, lo que le había dicho al principio. Teniendo eso como pensamiento, se separó de su centro, la miró a los ojos. Y le pregunto. —¿Qué necesitas? Ella temblorosa, sudada y excitada. Le contestó. —Penétrame como bestia, me has dejado fatal. Al escuchar esa expresión, Caspian no pudo, evitar sonreír. Y para molestarla, le dijo. —Existen maneras de pedir las cosas, preciosa. Sara, al ver la cara que tenía Caspian, quería propinarle una bofetada fuerte. Pero debía contenerse, necesitaba que la penetraran, para que se deshiciera, de ese malestar que tenía. Así que levantó el rostro, miró a los ojos al hombre, Y con una sonrisa angelical, la cual solía utilizar para coquetear, le dijo —Amor, Tu esposa necesita, ser penetrada urgentemente. ¿O acaso tienes impotencia? Al escuchar estas frases, la primera parte a Caspian, lo complació, la última lo enfureció, ¿Era tan siquiera, necesaria esa última frase? Pensó. Y reaccionando, encolerizado por la última fras