Mark sonríe pícaramente y se mueve rápidamente para correr tras ella, mientras ella corre como una adolescente hasta el baño, sacándose el vestido en el camino, Mark hace lo propio, ella llega primero abriendo la ducha sonriente, por este momento ha olvidado los prejuicios, solo quiere sentirlo, quiere ser feliz, aunque sea momentáneamente.
Ingresa bajo el chorro de agua refrescándose de ese calor intenso que la consume por dentro, ese calor que solo Mark puede apagar.El agua recorre su cuerpo, por un momento Mark se detiene en la puerta observándola con deseo, ella lo llama con el dedo índice, él sonríe e ingresa a la ducha junto con ella.Cuando está cerca le aprieta el trasero juntándose a su cuerpo, la mano de Lizzy busca su enorme miembro y comienza a acariciarlo mientras se besan, la boca de Mark comienzan a recorrer el cuello y pechos llenándola de placer, Lizzy siente como el miembro va tomando tamaño en su mano, sus venas se están hinchando haciéndolo lucir apetitMe muevo suavemente cuando siento un beso en mi cuello, me remuevo y sonrío, abro los ojos para encontrarme con los de Mark, acaricio su rostro y nos besamos. —Me encanta despertar a tu lado — susurra a mi oído y la piel se me enchina, haciendo que me estremezca. —A mí también, me gusta mucho despertar entre tus brazos — me acomodo dándole la espalda, me jala pegándome por completo a su cuerpo y siento su miembro duro apretarse en mis nalgas. Empezó a besar mi cuello, mientras sus manos vagaban desde mis pechos hasta mi coño, acariciando cada parte, pasando sus dedos suavemente por mis labios vaginales, acariciándolo, ya estoy completamente mojada, siento como se frota su polla en la raja de mi trasero, pero nunca lo he hecho por ahí y tengo miedo, así que logro afloja
—Es que me da nostalgia, Mark ya será padre y en cualquier momento tu también me darás la sorpresa, están creciendo muy rápido y siento que no puedo con esto — trato de justificarme con una tontería, lo sé, pero no tengo otra opción. —¿Esto es porque se arruinó los planes que tenías con Joel? Quizá querías casarte y tener hijos — me mira confundido y yo solo asiento, no tiene caso explicar ni decir nada, que piense lo que quiera —tú eres aún joven y hermosa, cualquier hombre querrá formar una familia contigo. —No me hagas caso, estoy en mis días y eso me pone muy hormonal y sencible —no debería usar mi regla inexistente como pretexto, odio cuando los hombres usan eso para decir que somos locas lloronas, pero en este momento, no me interesa, solo quiero escapar de mi hermano.<
—¿Rompe hogares? Ustedes no están casados. —Pero pronto lo estaremos — se acaricia el vientre — este bebe necesita una familia y eso seremos, una hermosa familia feliz… así que no te metas. —Bianca, en serio, yo… —En serio te hablo yo — habla molesta interrumpiendo — si te metes con Mark y él no se casa conmigo, me iré lejos y él no volverá a ver a su hijo, este niño crecerá sin su padre por tu culpa, me aseguraré que odie a su padre porque prefirió a una mujer antes que a su hijo, y Mark te culpará por haber hecho que su hijo desaparezca. Lizzy tuerce los ojos y sigue su camino, Bianca la detiene del brazo. —Más te vale que no digas ni una palabra de lo que acabamos de hablar, porque si Mark me reclama algo, te juro que me encargaré de hacer tu vida más miserable de lo que ya es. —No me amenaces — la mira fijamente a los ojos, está molesta por el atrevimiento
—Lizzy, ¿Estás bien? — Sam se acerca y pregunta al ver a su hermana ebria.—La llevaré a su habitación —Mark se dispone a caminar con ella.—¡No! —Mark voltea asombrado, él nunca le había hablado en ese tono, al menos no de grandes — es mi hermana, yo la llevaré.—Pero yo puedo hacerlo, tú vas a viajar mañana temprano, necesitas ir a dormir — trata de justificar el motivo por lo que la quiere ayudar.—Te he dicho que yo la llevo —se acerca a Lizzy y la abraza, recostándola a su cuerpo, ella solo se deja, está con los ojos cerrados quedándose dormida.—Ok, nos vemos e
—Estás enfermo—Solo es gripe, nada serio… es mejor que me vaya.—Estás empapado, tu auto está un poco lejos, llueve torrencialmente y aparte no creo que te sientas bien para manejar… pasa.—No quiero causarte molestias o incomodar — se niega a hacerlo.—No es ninguna molestia, tú me ayudaste afuera, déjame ayudarte a que te sientas mejor, secaré tu ropa y cuando deje de llover podrás irte.—¿Estás segura de que no te molesta? — me mira ladeando su cabeza.—Estoy segura, no puedas manejar en esas condiciones. MarkLa veo dormir a mi lado, acaricio su rostro suavemente no quiero despertarla, desde la primera vez que la vi sentí algo especial por ella, hubo un tiempo que me negué a eso, pensé que con el tiempo esos sentimientos se borrarían o pasarían; nunca me imagine que al contrario, se intensificaron. Cada día que paso lejos de ella es una tortura, la extraño, quisiera estar con ella, es la única mujer que amo y la que amaré por siempre.Dibujo la línea de su cuerpo desnudo con mi dedo, estuve con otras mujeres, pero ninguna se compara a ella.“Te amo Lizzy” repito en mi pensamiento ya que no se lo puedo decir.CierroBÉSAME... POR FAVOR
Me pongo de pie, escucho la puerta de la casa cerrarse con fuerza. Mi respiración está agitada y limpio la lágrima que se desliza por mi mejilla. Me lo tengo merecido, después de todas las veces que lo he botado y rechazado, venir ahora a pedirle que me bese; ha sido una completa tontería de mi parte.Empiezo a vestirme; si antes no quería ir, ahora no quiero ni estar en la misma ciudad. Como leyendo mis pensamientos un mensaje llega a mi teléfono de Claudia.“Te estamos esperando, Auxilio, necesito tu ayuda”Le contesto con un rápido “Ya voy” y dejo caer mi teléfono en la cama.Me siento a un lado a colocarme los zapatos, me gustaría decir que me enferme y que no voy a poder ir, pero ya conteste ese mensaje.Me acuesto y miro el techo, escucho la puerta abrirse y por un segundo sonrío pens
Giro y me encuentro con su mirada penetrante, me mira confundido.—Mark, solo…—Señor Scott, disculpe que interrumpa, pero el señor Johnson lo está esperando en la sala de juntas y ya va retrasado — interviene la señorita que viene a su lado.—Sí, ahora voy — me mira — espérame en mi oficina te alcanzo en un momento.—Es que solo quería — me quedo con la palabra en la boca porque ya ha desaparecido por el ascensor. Giro a la señorita de recepción.—¿Dónde está su oficina?Me indica el camino y subo el ascensor para dirigirme allá, en el escritorio afuera de la oficina hay una señorita amable, que al parecer ya ha sido alertada de mi intrusión y abre la puerta, permitiendo ingresar.