Los corazones enamorados se atraen, se consuelan y se esperan, el gran amor de Laura Marina y Diego esta apunto de sobrevivir y florecer a todas las adversidades presentadas.
Capitulo XXXVIEra muy grato sentarse en la terraza al atardecer, ver llegar la noche y sentir el aire fresco de la montaña, esos placeres le brindaban tranquilidad y paz, se relajaba y dormía muy bien, al despertar estaba a la espera de ver llegar a Diego, tenía muchas ganas de abrazarlo y descifrar su rostro al ver su estado de embarazo.Durmió relajada, creyó ser el día que paso tan agitado, que la hiso descansar. Con tanto reposo, sin tener nada que hacer se aburría enormemente, algunos días los recuerdos llegaban y otros los alejaba, no todo lo quería recordar, ahora quería planificar su vida con su hijo.Desayuno ovíparamente, se dedico ese día y los siguientes a repasar sus investigaciones y a cuidar su jardín, sin poder doblarse por su panza, se sentaba en una silla, pronto llegaría la primavera, ya las flores comenzaban a brotar de sus capullos.El agua del río invitada a darse un chapuzón, no se atrevía por su estado muy avanzado de gestación, si se cayera podría en peligro
Capitulo XXXVIICamino rápidamente a su casa, fue divisando la silueta de ella, al estar más cerca la vio sentada en su mecedora en la terraza. La saludo con su mano derecha y noto que ella seguía sentada.Dio marcha hacia ella aligerando su camino y noto su figura.Laura Marina se sentó una tarde en la mecedora que se había convertido en su asiento favorito, era un día claro y rodeado de flores, estando allí sentada en el jardín de la casa y lo vio venir, vestía un pantalón corto y una bella camisa, le sonreía desde lejos y se quedo sentada, la barriga la cubrían los matorrales.Llego al portón, se fue acercando y solo al estar muy cerca la vio completamente.Su mirada se quedo en su abdomen, se fue acercando y pasó sus manos sobre ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas. La abrazo y beso muchas veces, sus lágrimas se confundieron.Al separarse, le dijo que le informaron que había cambiado y estaba muy hermosa, no se imagino que serie tan agradable ver su abdomen tan grande con un hi
Capitulo XXXVIIILos días siguientes fueron muy ajetreados, cansados y fatigados para todos y más aún para ella. Preparando el escenario completo para el gran evento, la inauguración del puente que serviría para la unión de las dos “Soledad”.Y llego el momento, Diego y Laura Marina vivían felices todos los días que transcurrían juntos después de su llegada.El día 25 de mayo, fue escogido para el gran acontecimiento, estaba claro y el sol muy radiante para efectuar la inauguración, a los extremos estaban los principales personajes de ambas comunidades, en el centro del puente fue improvisado y colocaron una especie de altar para oficializar formalmente la apertura. Con la participación de los párrocos de cada comunidad.Se realizo el intercambio de experiencia por ambos intendentes y al final los párrocos dieron inicio a la misa para consagrar la inauguración de la unión, en el oficio se dieron las gracias a quienes participaron en su construcción. Al finalizar esta actividad come
Capitulo XXXIXSe despertó y vio a su lado a la señora Rosangela, con cara de preocupación. Le sonrió y ofreció traerle café. Eso siempre la reconfortaba. En ese instante entro Diego que venía del baño, por su cabello mojado, la saludo y beso en los labios, preguntándole:-¿Estas mejor?-Sí, le indicó y tú, ¿Cómo dormiste?-Bien, me despertaba y te observaba.-¿Debes ir a la casa a descansar, ya la señora Rosangela esta acá y me iré con ella.No. Nos iremos juntos.No dejo que siguiera la conversación, se le veía preocupado y dispuesto a tomar las riendas de la situación por ambos.Suspirando y solas con Diego, le dijo:-Debes estar tranquilo, no pasara nada, ya me siento bien.-Se que estas mejor, pero esto no volverá a pasar. No puedes estar en ninguna actividad que te exija estar de pie o realizando cualquier cosa, desde este momento estarás en la casa acompañada todo el tiempo, ya dispuse una persona que se turnara con la señora Rosangela para tus cuidados, y no voy a admitir ning
Capítulo XLRecordó en sus tres hijos con María, cuando fue a tenerlos todo había resultado muy bien, se le presentaban los dolores salían a la clínica y en dos horas aproximadamente ya estaban todos felices, María descansando y el niño a su lado.Continúo Diego meditando.-Ahora era totalmente distinto Laura Marina no era igual, ni su sistema inmunológico tampoco. Siguió caminando para aminorara la llegada a la casa y calmar sus nervios, tenía que relajarse para no preocuparla, siempre era ella quién le daba calma y paz, ahora le tocaba a él.-Debo comunicársela o Laura Marina con todo la calma y el tacto posible. Termino de hablar para él mismo y se decido hacerlo de una vez.Se dirigió a la casita, antes de llegar vio a un niño con flores recién cortadas para la venta y le compro algunas que no tenían mucha fragancia, el exceso de olor le pudiese ocasionar alergia y al estornudar le produciría esfuerzo y contracciones. La olio y decidió las más pequeñas. Llego cargado a la casa,
Laura Marina se levanto de la cama por hambre, sentía un gran vacío en el estomago nunca fue propensa a retener sus deseos de comida, busco en la despensa y la habían abastecido para unos tres o cuatro días. -Seguro fue la amable y querida señora Rosangela, siempre tan atenta con ella. Pensó en voz alta. Invariablemente cuando su cuerpo necesitaba alimentación en extremo procedía a cocinar arepas fritas o plátanos fritos, con huevos, mortadela o cualquier embutido que tuviese para el momento, tenía todo hasta le buen queso de la comunidad. Se hizo lo más rápido para comer que era freír plátanos con dos huevos, queso frito y mortadela. Comió con hambre y deseos de fortalecer su cuerpo y estomago, hasta el punto que casi se ahoga con su desesperación, luego respiro profundamente, sabía que si se alteraba todo su alimento iría a parar al inodoro. Terminó de cenar y lavo todo lo que ensució al cocinar, revisó los estantes y fue a sentarse frente a la ventana que daba al rio, eso la t
Capítulo XLIIEn el hospitalito estuvieron Laura Marina y su bebe cuatro días, hasta que Cristóbal estuvo seguir que no sufriría otra hemorragias, en esos días la visitaron los ayudantes en la cirugía conoció a la gineco obstetra y a la partera del pueblo, quienes se sintieron muy felices de haber participado y colaborado en la cirugía. La gineco obstetra tomo nota de todo y le aseguro realizar un artículo para publicarlo, sobre la importancia de atención a las pacientes que eran portadoras del factor 8 y de la posibilidad de poderlo hacer en cualquier lugar del mundo con los debidos medicamentos y atención adecuada.La recuperación fue amorosa. Diego no se separo ni un segundo de ambos, el niño crecía y lo cargaba un rato. Los cuidados estaban a cargo de la señora Rosangela e Isabel, el amor de Diego hacia Laura Marina y a su hijo floreció y se transmitía.La naturaleza de la vida y ser madre comenzó su camino y recobro poco a poco su salud. Las atenciones de sus ayudantes aunados a l
Capitulo XLIIIPor su lado Diego quería presentarle a sus dos hijos a Diego José, se llamaba igual que su hijo fallecido, por eso al principio no quiso llamarlo así, hasta que comprendió que era un niño nuevo con otra mujer y eso debía llenarlo de satisfacción por decidir perpetuar su nombre.Laura Marina comenzó a empacar lo necesario para su viaje, algunos objetos los vendió y otros los regalaría. Todavía sin la certeza de regresar a la comunidad. Diego terminaría sus obras y saldrían ambos a finalizar su jornada oficialmente y a solucionar sus vidas familiares.En medio de sus objetivos principales que eran reestructurar su vida juntos establecer su casa, les llego la información de los organizadores para que se presentaran en la institución, donde comenzaron la jornada. Comenzaron a planificar su vida y la de su hijo en torno a ello.La salida a la ciudad seria en dos meses, en los cuales tendrían que vender, regalar y seleccionar lo que se llevarían, que sería muy poco, prácticame