Recordar momentos felices con familiares y amigos siempre será gratificante.
Laura Marina estando en su apartamento recordó varios episodios de su vida. Cuando llego allí lo hiso con una cocina, una sillita de plástico, muchos objetos de adorno y utensilios para cocinar, una cama individual, un ventilador de mesa y una escaparte, éste era una especie de closet de madera y se colocaba en cualquier espacio casi siempre cuadrado con dos puertas, una de ella tenía espejo y gavetas, además de los mobiliarios unas inmensas ganas de iniciar su vida de soltera, comprar el apartamento, tener carro propio, estudiar posgrados y doctorados y cumplir cabalmente en su trabajo. Todo estos sueños los logro en abundancia, llego hacer Directora Institucional de su centro de trabajo, tuvo cargos como docente en varias universidades y finalmente su reconocimiento llego al ser incluida en la jornada de educación e investigación fuera del país. Nunca imagino que la asistencia a la jornada sellase su vida futura, solamente en el mayor deseo con la realización de ser madre. Miraba
El deseo de Diego era casarse con Laura Marina, al formalizar su relación estarían más unidos, para él esto era el pilar fundamental de una familia. Por su parte Laura Marina, no creía en el matrimonio, le daba igual si convivían sin ningún documento legal, para ella vivir felices era disfrutar de la vida y amarse. Mientras volaban pensaba Laura Marina en todos los objetivos que se trazo en el apartamento, no lo quiso vender, quizás lo necesitaría en otra oportunidad que regresara a su país o el mismo Diego José también cuando fuese adulto. Estos objetivos no los había compartido con Diego, quería planificarlos e investigar todo lo relacionado con ellos. Para eso tendría oportunidades en los próximos meses. Uno de ellos era encontrar una buena institución para su hijo donde le ofrecieran además de educación de calidad, otras actividades para ayudar a su educación completa. A Diego José le gustaba la música y al arte, Laura Marina quería que mientras permaneciera en la institución ade
Una vez que comenzó Diego José a asistir a su escuela, Diego y Laura Marina iniciaron sus trabajos respectivos y tuvieron menos tiempo para planificar la boda, por ello contrataron a una chica en la comunidad para que se las organizara. Casi todas las tardes cuando Laura Marina regresaba la chica la esperaba para mostrarle sus ideas, en cuanto a adornos, comidas y todo lo que era necesario para la celebración, hasta las fechas probables en el registro civil. Esto a Laura Marina la agotaba, acepto casarse con Diego creyendo que sería algo sencillo y por lo que le presentaba la chica se estaba agrandando en la celebración. En vista de la constante y reiterativa disciplina de la chica y lo grande que se estaba planificando la celebración le dijo tajantemente que solo se realizaría un pequeño brindis en la plaza del pueblo con los que quisieran asistir, luego de efectuar la matrimonio en el registro civil. La chica acepto no muy convencida. Le insinuó que le gustaban las bodas con tod
Al día siguiente de la conversación con su esposo Laura Marina les comunico a su madre y a su hijo la resolución, se irían por 15 días ó más, dependiendo de lo que descubrieran, si era necesario inscribir en una nueva institución educativa a su hijo llevaría consigo las constancias respectivas y las notas de los lapsos pasados. Ella tenía pensado separase definitivamente de Diego, ya no soportaba más su genio, sus olores y su desagradable conducta. El sexo murió desde que comenzó a llegar con esa fetidez. Empaco lo que creyó hacerle falta, para ella y su hijo, ya habiendo notificado o en la escuela la ausencia de Diego José solicitando lo que creía necesitaría para la prosecución de sus estudios en otra ciudad y que quizás no regresaría a terminar el año escolar por ello exigió por escrito las calificaciones y notas, agregándole sobre su conducta y dónde indicaran su comportamiento y su grado cursado, además de una carta explicativa de su buen rendimiento educativo. Se despidió de u
Al regresar su hijo a pasar unos días con ellas noto el cambio de ánimo de Laura Marina, la veía más alegre y complaciente. Se lo hizo saber diciéndole que estaba muy contento por ella le notaba algo nuevo, mientras que su madre Marta no se lo reparaba aún. Estas salidas comenzaron con su nueva vida, cada mes se encontraba en días diferentes, con Edmundo los martes y con Evencio los jueves o viernes, en semanas sin coincidir. Si era cotidiano que después de disfrutar del sexo salían a cenar, para Laura Marina era la vida perfecta sin compromisos de ninguna clase. Laura Marina además de disfrutar con dos hombres diferentes al mes también disfrutaba con amigas y sola, bebía, comía y solía bailar sin buscar más que relajarse y vivir alegremente. Cumplía cabalmente en su trabajo y su vida familiar. Muchas veces los sábados salían ella y su madre de compras, a algún restaurante o al cine, cuando Diego José estaba con ellas la pasaban extremadamente bien. Al comienzo de sus relaciones cr
En la conversación que tuvieron Marta y Rosangela está última no pudo narrarle mucho de su historia, se había casado y enviudo al poco tiempo, nunca más pensó en consolidar otra unión, no tenía capacidad para estar atada a un hombre haciéndole los oficios del hogar y estar preparada cuando éste quisiera tomarla sexualmente. Entendía fácilmente a Laura Marina cuando el señor Diego comenzó a llegar malhumorado y con olores mefíticos. Volviendo a la realidad Marta agradecida por la vida, supo sobrellevar la muerte de su esposo muy joven, de su hija mayor y también las preocupaciones que vivió con su hijo menor, estaba tranquila y en paz por haber decidido vivir con su hija y nieto, con ellos era feliz. Con este cambio de vida Marta se separo también de su hijo, fue muy consentido y lo había ayudado hasta casarse, sin querer éste proponerse a cambiar. Lo último que supo de él fue la venta sin consultarle de la casa materna y el despilfarro de dinero, también le conto su hija que compro
Laura Marina se vio obligada por las circunstancias a regresar a la ahora parroquia llamada Paz y amor, para solventar la situación con Diego, ya no quería seguir ligada a él legalmente. Le envió un mensaje al que nunca recibió respuesta, Diego le enviaba continuamente dinero a su hijo, eso era todo lo que hacía, no lo llamaba ni se preocupaba últimamente por saber de sus estudios. Laura Marina tenía razón al no querer formalizar su estado, pero como él lo solicito tantas veces no quiso defraudarlo. Al final la vida le demostró que así sería, Diego solo se preocupaba por él mismo, ya lo había manifestado incontable veces. Cuando le comunico la partida física de su madre, solo recibió un "Lo siento" y ella le respondió con el mismo tono, “Gracias”. Al decidir regresar y cambiar su estado civil, le comunico a la señora Rosangela para verla y conversar con ella, ya tenía nuevo trabajo con otra familia y disfrutaba de hacerlo. Llego la tarde de un viernes, suspendió todas sus activid
Laura Marina se levanto temprano desayuno y salió a buscar al transporte que la llevaría donde estaba Diego, se tardo dos horas en llegar al pueblo, allí se construían casas rurales y un puente pequeño de unión con otros dos pueblos cercanos a Paz y amor. En el viaje observo el paisaje. El pueblo era pequeño y muy atractivo le hubiese gustado estar allí con su hijo, a él le agradaban las montañas y los ríos, además era muy buen pescador, seguro que hubiese inventado pescar y cocinar a la orilla del rio. Se bajo del bus para buscar la posadita donde estaría alojada mientras se aclaraba la situación con su actual esposo, así lo creía sobre todo por las conversaciones que tuvo con el párroco y la señora Rosangela. Esta última en su encuentro para merendar dejo claro su total apoyo en lo que necesitara, le indico qué hacer al llegar a la posada: -Debes comunicarle al encargado que estás allí de mi parte. -Perfecto Rosangela, sí lo haré. Le dijo Laura Marina. Conversaron muchos so