Llegue al edificio, el taxista se me quedó viendo así que pague y me bajé. Me quedé contemplando el edificio mientras entraba, en la recepción estaba una secretaria muy sonriente y hermosa, se notaba lo joven que era por la manera en que me hacía las cosas, demasiado entusiasta. Así que apenas me vio le pregunte por el Licenciado Marcelo Varela, la secretaria inmediatamente se levanto y dijo: –¡Eres la señorita Verónica Rivera?.
– Si, soy yo.-
Mi aspecto debió impresionarla porque no hizo ningún comentario.
–Acompáñeme, la están esperando desde hace 30 minutos señorita.
Todos tenía una apariencia de preocupación en la sala estaban Kendall, mis padres Miguel y Noelia, mis hermanos, dos amigos de mi papá Arturo, Vanessa y por supuesto el licenciado Marcelo. Kendall llevaba un ramo de flores en la mano, además estaba vestido con un traje impecable de color negro, una camiseta color blanco lizo por debajo y una corbata roja, él era alto, con muchas líneas de experiencia en su rostro el cual parece que tenía varios hematomas, seguramente producto de Lucas, se notaba que de joven debió ser guapo, pero ahora solo se notaba la factura que le había pasado la vida, le hacía parecer de más edad. Mi padre llevaba un traje azul, mi madre y hermanos estaban vestidos como si fueran a un velorio, mientras que Arturo llevaba un atuendo más informal y que combinaba con el vestido rojo que llevaba Vanessa.
Cuando me vieron todos exhalaron de manera coordinada, a mis padres se les rompió el corazón en el momento en el que me vieron, tal parece que mi aspecto era terrible para este punto.
– ¡Hija de verdad no tienes por qué hacer esto!, prefiero vivir en la calle que tener que ver como mi hija se casa con alguien que tiene la edad de ser su abuelo.- dijo mi madre desesperada y con ojos suplicantes.
–Si tengo que sacrificarme para que mis hermanos puedan tener un futuro y estudiar una carrera, así como un techo sobre sus cabezas, lo haré sin pesar…- dije, llena de determinación.
Mi respuesta sorprendió a todos los presentes. Tal parece que el comentario de mi madre y el mío hicieron que Kendall se enfadara porque estaba rojo de ira, pero aún así se acercó a mi y me dio el arromo de rosas que llevaba en la mano. Yo observé el ramo de rosas que me había dado e inmediatamente lo tiré al suelo.
–Quieres casarte conmigo y ni siquiera sabes que soy alérgica a las rosas, mira mis manos se están comenzando a hinchar.- lo mire con furia.
Se quedó mirándome con ojos de sorpresa y me dijo: – Lo siento mucho, no lo sabía.- dijo.
–Ahora si lo sabes.-
– Bueno ya que están aquí los contrayentes y también los testigos podemos proceder a la firma del Acta Matrimonial. Señorita Sofía es mi deber preguntar, ¿está aquí bajo su propia voluntad y no media ninguna coacción o amenaza?.- dijo el abogado.
–Si, estoy bajo mi propia voluntad.-
–Señor Kendall, ¿está aquí bajo su propia voluntad y no media ninguna coacción o amenaza?.-
–Si, estoy aquí bajo mi propia voluntad.- dijo Kendall con tono despectivo.
–¿Si alguien conoce algún impedimento por el que estos contrayentes Kendall y Vanessa no puedan o no deban unirse en matrimonio, que hable ahora o calle para siempre?.-
Reino el silencio de la sala, todos sabía porque estaba haciendo esto, pero nadie fue tan valiente como para decir algo, sabían que si no me casaba mi hermano Pedro no podría seguir cursando la universidad, mis otros hermanos Lucas y Roberto ni siquiera conocerían el campus universitario, eso sin contar con el hecho que ni siquiera tendrían donde vivir. Así que nadie se opuso, nadie podía salvarme de mi destino.
–Bueno, si nadie se opone, los declaro marido y mujer… pueden darse los anillos y firmar el acta matrimonial, primero los contrayentes, después los testigos Arturo y Vanessa Scott.-
Una vez firmada mi sentencia de muerte nos dirigimos fuera del despacho, mi madre y hermanos estaban llorando y mi padre ni siquiera tenía la valentía de verme a la cara, sabía que lo que me había orillado hacer era lo más bajo del mundo y no tenía perdón de Dios, ni mucho menos de yo lo perdonaría.
–Hermanita si necesitas algo cualquier cosa cuenta con nosotros, sabes que somos una pandilla y nos va faltar nuestra líder.- dijo mi Roberto entre sollozos.
–Si te toca aunque sea un pelo, le partiré la cara otra vez, te lo prometo.- dijo Lucas también entre sollozos, pero con una pizca de determinación en su voz.
–Hermanita te voy a extrañar muchísimo, por favor no me abandones, ven a verme las veces que puedas.- dijo mi hermano Pedro, quien tenía los ojos llorosos.
Mi madre por otra parte no se despidió con palabras de mí, me miró con ojos tristes y me abrazó muy fuerte, me dio un cariñoso beso en la frente y se alejó.
–Te quiero Mamá.-
– Podemos terminar con esta cursilería e irnos de una vez por todas, ya tus cosas están en la casa.- dijo Kendall.
Absolutamente todos, incluida yo, lo volvimos a ver con ira. No podía creer que no tenía aunque fuera un poquito de tacto, sabiendo que hasta el momento había vivido toda la vida con mis padres y me estaba casando con él por obligación, aún así no dije nada y me terminé de despedir de mi familia.
–Vamos, le dije.- pasando de lado, cuando el me tomó del brazo con violencia.
–Es mejor que le vaya bajando dos rayas a tu arrogancia o te tendré que enseñar por la malas a respetarme.- me dijo con voz baja pero firme, luego me soltó con rudeza y me siguió. Obviamente me quedé en estado de shock pero no se lo hice saber.
Me monté en la parte de atrás de su auto, mientras él se montaba en la parte del conductor. El camino a mi nueva casa era largo, porque la propiedad de Kendall está en las afueras de la ciudad.
– Vaya eres muy callada, eso será bueno, así no tendré que soportar tantas niñerías, como te dije antes vas a tener que aprender a controlar tu orgullo o voy a tener que enseñarte por las malas a comportarte, nunca me sentí tan humillado en esta vida. ¿Cómo se atreve tu madre a llamarme abuelo?, como si ella fuera una princesa, ¡Como sea!, vas a tener que pagar las consecuencias de esos comentarios tarde o temprano.-
Me quedé asombrada con eso que dijo Kendall, ¿a qué se referirá con hacerme pagar?, no estoy segura pero no será nada bueno para mí, aunque igualmente tendré que seguir asistiendo a clases, así que si tengo moretes visibles los mismos profesores llamaran a la policía y ni yo podré evitarlo, así que estoy segura mientras tanto.
– Es normal que te llamara abuelo, tu prácticamente cuadriplicas mi edad. Además si crees que me podrás domar como si fuera un animal, buena suerte con eso.- dije con voz fuerte para que viera que no le tenía nada de miedo.
Entonces el frenó de repente, como no llevaba cinturón choque mi cabeza fuertemente con el siento de adelante así que me dolía mucho, tanto que no me había dado cuenta que se había bajado y le estaba dado vuelta al vehículo, cuando de repente me abre la puerta y me tira de mi cabello hasta hacerme salir del vehículo.
–Parece que tendré que enseñarte a respetar.- lo dijo con una frialdad en su voz que me hizo temblar.
–Por favor suéltame.- le supliqué.
Con lo que le dije me soltó, solo para empujarme y hacerme caer, en el momento que caí me empezó a patear fuertemente en todo mi cuerpo, mientras me gritaba: –Me tienes que aprender a respetar o te voy a enseñar por las malas quien es tu marido, ¿entendiste?.
–Ya ya, por favor para, para. Prometo portarme bien, lo prometo.- dije mientras gritaba con cada golpe que me daba.
Volvió a agarrarme del pelo, hasta hacerme levantar, me subió al auto y luego el subió para seguir conduciendo. Me dolían demasiado todo el abdomen, así que tenía los brazos alrededor de mi cintura.
–Ahora eres mi mujer así que aprenderás a comportarte como tal o tendré que hacerlo por las malas, en cuanto a tus estudios, tus padres seguirán costeándotelos, pero lo harás bajo mis reglas.
>>Tu padre es un gran estúpido, nunca se dio cuenta que si la empresa calló en quiebra es porque yo la saboteé y le di malos consejos para que llegara al borde de la quiebra, así poder orillar a tu padre a cederte a ti en matrimonio.
>>Así que te recomiendo que nunca subestimes hasta donde puedo llegar para obtener lo que quiero, aún en prisión encontraría la manera de hacerte la vida imposible; tu padre me obligó a firmar un contrato donde no te podía obligar a tener hijos, ni forzarte a tener relaciones sexuales, así que por ese lado estás segura, pero aun así te llevaré al ginecólogo para extraer tus óvulos y ponerlos en un vientre de alquiler, junto con mi esperma, así que igualmente tendremos hijos.-
Me quedé asombra del cinismo de este hombre, así que en teoría no es culpa de mi padre que esté casada con este animal. En ese preciso momento se me ocurrió una mentira gloriosa para no tener a mis hijos con él, por lo menos no que lleven mi sangre.
–Es que acaso mi papá no te dijo.- dije con el poco valor que me quedaba, y con la voz entrecortada por el dolor.
–¿Que no me dijo tú papá?.-
–Yo soy estéril, no puedo tener hijos.- sabía que si me hacían examen de óvulos iban a salir infructíferos gracias al implante anticonceptivo que me puso el doctor, y la razón no saldría en los exámenes.
–Si me estás mintiendo, te dejaré sin dientes para que nunca me vuelvas a mentir en tu vida.-
–Juro que te digo la verdad.-
En alrededor de 2 horas llegamos a la casa, no era una casa muy grande como en la que vivía con mis padres, era casi como una cabaña en el bosque hasta parecía abandonada. Salí del vehículo y esperé en la entrada hasta que Kendall bajara.
–Ven es por aquí.- dijo, mientras abría la puerta y entraba.-
Se podía ver casi toda la casa desde la entrada, se veía una sala, unas escaleras, la cocina y un mini comedor como para cinco personas, sin dudas no había nada de los lujos a los que yo estaba acostumbrada, no podía entender como alguien que vivía así pudo darle más de dos millones de dólares a mi padre para salvar la empresa.
En la entrada de la sala estaban todas mis cosas, me quedé perpleja, porque mis cosas seguían aquí y no estaban acomodadas en su lugar, además estaban todas tiradas por todo lado como si alguien había estado revolviendo mis cosas.–No te quedes ahí parada con cara de estúpida, recoge tus cosas y llévalas arriba, subiendo las gradas primer cuarto a la derecha.-–Esto se supone que lo debería de hacer el servicio.- cuando dije esto Kendall dio una sonora carcajada.–No seas tan inútil, aquí no hay servicio, es mejor que lo vayas sabiendo de una buena vez, de ahora en adelante te encargaras de todos los cuidados de esta casa, entiendes.–Yo no soy tu empleada, que te pasa.- su cara se agrio, se próximo a mí y me agarró de cuello, me pegó fuertemente contra la pared.&nb
Perspectiva de Kendall (4 meses atrás).Voy de camino a ver el idiota de Miguel Jonhson, es tan estúpido que ni siquiera se ha dado cuenta que como contador de su empresa la estoy dejando en banca rota, estaba esperando en quedarme con su estúpida empresa de telas, porque es la tapadera perfecta para mis negocios. Apenas me acerco a la rejilla de la entrada, el guarda ve mi carro y abre de una vez, manejo hasta mi espacio del estacionamiento en el parqueo, apago el motor de mi vehículo y ya mi asistente Raúl está aquí para abrirme la puerta, es el mejor asistente-guardaespaldas del mundo debido a sus entrenamientos en la milicia.Cuando entro al edificio todos me saludan y yo amigablemente les digo – Buen día- me irrita demasiado que todos quieran saludarme siempre, pero siempre intento conservar las apariencias, al final de cuentas todos los que
Perspectiva de Kendall. Al día siguiente me desperté como con cinco prepagos que me encontré en el club, sin dudas me divertí mucho a noche con estas bellezas, aunque ni siquiera conozco sus nombres, había una que me llamaba la atención más que las demás, era una morena alta con un cuerpo delicioso, con unos hermosos senos y un trasero generoso, a esa le diré que se quede junto con mi pareja desde hace 10 años Blanca. Blanca es mi pareja es una mujer alta, de tez blanca y de ojos azules, tiene todo el cuerpo operado como a mí me gusta, es toda una delicia, pero siempre me gustaba estar con mujeres diferentes y a ella no le importaba; ella es una de esas mujeres de armas tomar, pero es estéril, fue por ella que hace 5 años congelé mi esperma y me hice la vasectomía, así no tendría un hijo con cualquier puta que me tope en mi camino, que son más de las que puedo recordar. Me levanté y las dejé ahí dormidas donde estaban, me puse la
Perspectiva de Verónica Cuando me desperté eran las cinco y un minuto de la mañana, me desperté completamente desorientada y cansada por el esfuerzo de ayer, por un momento no me acordaba ¿en dónde estaba?, y me asusté, pero después me acordé de que estaba en el infierno y que los eventos del día anterior no habían sido un mal sueño. Así que con pereza me levanté de la cama y me fui directamente al baño, mientras me quitaba la ropa podía sentir el dolor en todo mi cuerpo, es entonces cuando me vi en el espejo y pude ver todos los hematomas que tenía en espalda, en mis brazos, en el abdomen y en mis piernas, sin dudas Kendall era un animal. Me metí en la ducha y mientras me bañaba empecé a decidir qué ponerme para tapar todos estos hematomas, cuando terminé fui directamente al armario cogí de él, unas pantimedias color piel, la enagua del uniforme y la blusa que generalmente usamos en otoño e invierno en el colegio. Me puse un maquillaj
Me despedí alegremente de mis amigas y me fui a montar a mi vehículo, el día de hoy pensé que iba a ser peor, aunque hubo muchos comentarios horribles en mi contra, después de que yo haya contado que me había casado, no habían sido tan terribles como yo me imaginé, e incluso me hizo mucha gracia que varias dijeran que querían un esposo como el mío, sin duda no tenían ni idea del demonio que era.Que dicha que yo misma dije que me había casado, porque me enteré de que la hija de licenciado Marcelo ya está contando a todo el colegio que yo me había casado, para ella fue una sorpresa que cuando ella lo comentó ya todo el mundo lo sabía y aún más que yo misma fui la que lo dije, la envidia la carcomía por dentro porque yo ahora tenía un auto mejor que el de ella y que además nunca en su vida iba a poder igualar o m
Me levanté por la mañana muy animada porque mis amigas iban a venir a mi casa, así que tomé un baño rápido, alisté las cosas que necesito del colegio y luego fui a cocinar mi desayuno que básicamente era unos panqueques con miel de maple, que para ser mi primera vez cocinando me quedaron deliciosos e infladitos, cuando terminé de desayunar subir por mis cosas y me fui directamente al colegio. Llegando al colegio me estacioné, y cuando entré, vi alrededor había un montón de fotos de que Kendall y yo en el despacho del Licenciado Marcelo y me quedé demasiado sorprendida, sabía muy bien que esto lo había hecho Emily porque nadie más tendría acceso a las cámaras del licenciado -esto no se iba a quedar así- dije para mis adentros, como era muy temprano habí
El día transcurrió con mucha normalidad. Durante todo el día estuve esperando el momento de que mis amigas y yo fuéramos a casa para contarles todo lo que había pasado en la reunión con la directora, sabía muy bien que ellas se iban a poner sumamente contentas cuando se dieran cuenta que nosotras habíamos pasado todo el año lectivo. Por fin era momento de la salida del colegio, mis amigas estaban muy emocionadas de poder conocer mi nueva casa, sé que en realidad lo que tenían era curiosidad de ver cómo vivía, porque todas aquí estamos muy acostumbradas a que nuestros padres nos mimen con las cosas que queremos, mientras que yo era la única que estaba casada del grupo. Cuando llegamos a mi casa mis amigas no pudieron evitar fruncir el ceño porque no era lo que esperaban, ellas se esperaban una enorme mansión que las dejara impactadas, más por el hecho del carro que me habí
Mis amigas ya habían agarrado la casa como un cuartel de estudio en el cual iban a estudiar todos los días entre semana, en las horas del colegio. En el día me ayudan a hacer todas las labores domésticas las cuales me habían encomendado Kendall, en la tarde estudiamos hasta que llegara el chef Eric, entrenamos por las noches con Raúl y ellas regresan a su casa. Aunque todas no éramos muy buenas con las labores domésticas, ellas me ayudaban, porque sabían que si hacía las cosas bien Kendall me iba a dar un soporte económico, con el cual podría contratar al personal que me ayudara con esas labores domésticas y con ello todas tener más tiempo para estudiar. La semana transcurrió con suma normalidad, hoy era domingo y era el único día que no entrenaba, ni tenía clases con el chef, ni siquiera tenía labores domésticas que hacer, así que me desperté alrededor de las 10:00 de la mañana, era el primer día de la semana que me podía levantar a la