Apenas salió Mark de la habitación que tenía asignada me fui a dar un largo baño con agua helada para sofocar mi ardor. No podía creer que después de haber sido una escéptica respecto al sexo, pues era junto con practicar deportes mis actividades menos favoritas, últimamente parecía a la antorcha humana de los cuatro fantásticos, si precisamente desde que me expuse a los rayos cósmicos llamado Mark, pensé sonriente, no pensaba en otra cosa, mi cuerpo solo pedía sexo, sexo, sexo, parecía un drogadicto pero esta vez por adicción al sexo.
Tarde más de hora y media bañándome… Si ¡Soy culpable! Terminé dándome placer yo misma, podríamos decir que a capela solo con mis manitas y mi imaginación, sin ningún tipo de instrumento… Si ya sé que a capela se refiere es a la creación d
Cuando la vi pateando con violencia el vestido y profiriendo maldiciones e insultos me causó irritación su actitud, no pude controlar el dominante que llevo dentro, traté de levantarla en brazos, pero luchó como la fiera que es, esa que me pone como loco con unas ganas inmensas de hacer la mía de mil maneras, sin embargo, no es tan fuerte como yo y la tomé en mis brazos, acostándola boca abajo sobre mis piernas, dejando hacia abajo su tórax, la parte baja de su espalda y sus muslos frente a mí.Subí su vestido y estaba desnuda debajo, ese voluminoso culo color perlado provocó una gran excitación en mí, mi boca salivó deseosa de probar el imponente trasero y hurgar en ese rosado botoncito cuyos labios se visualizaban al terminar.Conteniendo mi deseo, extendí la palma de mi mano y comencé a nalguearla, dejando mis dedos marcados en
De inmediato busqué en mi mente un pretexto para justificar mi casi escape. Me giré y estaba Joel el secretario de Mark, quien me observó de pies a cabeza, su actitud no me gustó, de hecho las alarmas en mi cuerpo se encendieron, cuando iba a exponer una excusa, habló él.— Creo que lo mejor es que huya, estoy dispuesto a ayudarla. Mark no es un buen hombre, le hará daño, la destruirá y luego la desechará como ha hecho con las otras, es un alma fuliginosa, cruel, egoísta. No tiene piedad ni con sus padres, imagínese que no sería capaz de hacer en contra suya. Él nunca se ha enamorado de nadie, porque solo se ama a sí mismo.» Corra señorita Kadece, usted es una chica pura, buena para dejarse destruir por un hombre, él está fingiendo, está consciente de todo lo que ha hecho, no se crea las mentiras q
Aprecié la vibración en su voz, por lo que deduje que se encontraba emocionado. Percibir su reacción causó una gran emoción en mi interior, sentí un ardor recorrer mi cuerpo, a tal punto que debajo del brasier mis pezones se irguieron orgullosos y una corriente fría se agitó en mí—. Estoy en un pequeño motel situado a aproximadamente diez minutos del muelle de Hermosa Beach, se llama Station Small.— ¡¿Por qué coño te fuiste sin avisarme?! ¡¿Por qué estás tan lejos de mi casa?! ¡¿Qué carajo haces en un motel?! —Las preguntas salían a borbotones de su boca y me daba cuenta de que con cada nueva que me formulaba se iba notando más su molestia.— ¡Stop! —Lo atajé porque me había comenzado a poner nerviosa su actitud, al parecer una de las p
Respiré profundo buscando la tranquilidad en mi cuerpo, en verdad que la actitud de Mark me tenía desconcertada, primero se había molestado cuando le hice referencia a su ida al club, saliendo con que ninguno controlaba al otro y ahora pretendía hacerlo conmigo, pues estaba muy equivocado si quería practicar conmigo la ley del embudo, lo ancho para él y lo angosto conmigo, yo no había nacido ese día. Y sí, estaba de acuerdo con aclarar la situación de una vez.— Mark, me parece una excelente idea, porque debes tener claro que no puedes llegar de la manera en que lo hiciste cuando me viste hablando con Damián, porque tú y yo no tenemos nada que nos conmine a guardar ninguna fidelidad uno por el otro. ¿Lo entiendes?—Kadece, creo que la primera vez no fui sincero, déjame decírtelo sin que te quede ninguna duda ¡Eres m&iacu
Me quedé dormida cansada, me dolían partes de mi cuerpo que ni yo misma sabía que tenía, en la nubla de mis sueños sentí que apartaban mi brasier y acariciaban mis senos y que luego una boca caliente lo acogía en su interior, primero un pezón y luego el otro.Cuando abrí los ojos lo sentí pegado a mis tetas, mientras jugueteaba con uno, el otro lo masajeaba con una de sus manos, pegué un grito de placer, luego lo tomé del cabello, pegándolo a mí. Extendió su mano a mi centro y comenzó a masajearlo, introduciendo sus dedos en el interior, me mecí al ritmo que me marcaba con sus manos.Sentía que estaba siendo arrastrada nuevamente a la vorágine del deseo, gimoteé por lo placentero del momento, a la vez que percibía mi rostro arder. Intenté decir su nombre, pero solo me salió un gru&nt
Me senté en la cama y coloqué mis manos en la cabeza mientras trataba de recordar, pero era en vano, no tenía ni la mínima idea de lo que había pasado en esas dos oportunidades y como siempre que intentaba recordar comenzó a dolerme la cabeza. Extendí la vista a Kadece y aunque trató de disimularlo percibí su mirada nerviosa, hizo amago de levantarse de mi lado y la retuve.—¡Por favor Kadece no me huyas!— Exclamé y por primera vez me sentí vulnerable, yo el Tiburón de California le rogué a una mujer para que no se alejara de mí, me causaba escozor que ella me viera con desprecio. Y a pesar de mi petición se levantó de la cama y no insistí, la dejé levantarse. Sentí un nudo obstruir mi garganta e incliné nuevamente mi cabeza, apretando los ojos. Mi pecho estaba tan oprimido que percibí que me faltaba
Una hora más tarde, luego de haber disfrutado de otros momentos apasionados, coloqué mi quijada en su pecho y comencé a conversar con Mark nuevamente, quien no apartaba su mirada de mí, me observaba con ternura y algo más que no pude identificar.—Mark, sigamos conversando de nuestros sospechosos, ¿Has detectado últimamente algo que nos pudiera ayudar a descubrir que se esconde tras todo esto? Porque si eras tú ¿Por qué no cargabas guardaespaldas? ¿Qué es lo último que recuerdas de esos días? ¿Qué hay de común entre los dos hechos?Se quedó observándome y vi un atisbo de desconfianza en sus ojos y aunque me sentí un poco mal por eso, debo reconocer que me lo merecía, intentó apartar su vista de mí y le sostuve el rostro.—Perdóname, ese es uno
No podía creer lo que veían mis ojos, la habitación era un completo desorden, todo estaba destrozado, prendas y objetos tirados por el piso, pero lo más grave es que había sangre en las paredes, en la cama, daba la impresión que allí se había dado una batalla campal, volteé mis ojos y allí estaba Kadece, extremadamente pálida con los ojos abiertos de par en par totalmente sorprendida.La acerqué a mí para tranquilizarla, porque definitivamente a cualquiera descolocaba la escena dantesca que se visualizaba allí.— ¡Tranquila mi Kadece! No te necesito débil ahora, debemos averiguar qué fue lo que pasó aquí—sin embargo, me resultaba bastante curioso que la puerta de la habitación estaba perfectamente cerrada.Tomé mi celular y marqué al presidente del club, quie