Me senté en la cama y coloqué mis manos en la cabeza mientras trataba de recordar, pero era en vano, no tenía ni la mínima idea de lo que había pasado en esas dos oportunidades y como siempre que intentaba recordar comenzó a dolerme la cabeza. Extendí la vista a Kadece y aunque trató de disimularlo percibí su mirada nerviosa, hizo amago de levantarse de mi lado y la retuve.
—¡Por favor Kadece no me huyas!— Exclamé y por primera vez me sentí vulnerable, yo el Tiburón de California le rogué a una mujer para que no se alejara de mí, me causaba escozor que ella me viera con desprecio. Y a pesar de mi petición se levantó de la cama y no insistí, la dejé levantarse. Sentí un nudo obstruir mi garganta e incliné nuevamente mi cabeza, apretando los ojos. Mi pecho estaba tan oprimido que percibí que me faltaba
Una hora más tarde, luego de haber disfrutado de otros momentos apasionados, coloqué mi quijada en su pecho y comencé a conversar con Mark nuevamente, quien no apartaba su mirada de mí, me observaba con ternura y algo más que no pude identificar.—Mark, sigamos conversando de nuestros sospechosos, ¿Has detectado últimamente algo que nos pudiera ayudar a descubrir que se esconde tras todo esto? Porque si eras tú ¿Por qué no cargabas guardaespaldas? ¿Qué es lo último que recuerdas de esos días? ¿Qué hay de común entre los dos hechos?Se quedó observándome y vi un atisbo de desconfianza en sus ojos y aunque me sentí un poco mal por eso, debo reconocer que me lo merecía, intentó apartar su vista de mí y le sostuve el rostro.—Perdóname, ese es uno
No podía creer lo que veían mis ojos, la habitación era un completo desorden, todo estaba destrozado, prendas y objetos tirados por el piso, pero lo más grave es que había sangre en las paredes, en la cama, daba la impresión que allí se había dado una batalla campal, volteé mis ojos y allí estaba Kadece, extremadamente pálida con los ojos abiertos de par en par totalmente sorprendida.La acerqué a mí para tranquilizarla, porque definitivamente a cualquiera descolocaba la escena dantesca que se visualizaba allí.— ¡Tranquila mi Kadece! No te necesito débil ahora, debemos averiguar qué fue lo que pasó aquí—sin embargo, me resultaba bastante curioso que la puerta de la habitación estaba perfectamente cerrada.Tomé mi celular y marqué al presidente del club, quie
Estaba aturdida, aunque una parte de mí se negaba a creer lo que mis ojos veían, las pruebas eran contundentes, aun cuando se colocó una capucha pensando que no sería reconocido, sus gestos lo delataron, por eso la otra parte de mí, quien se imponía, se sentía asqueada de haberme acostado con un hombre tan cruel y ruin.Él intentó acercarse a mí tratando de justificarse —. Kadece por favor, ¡Escúchame! Te juro que ese no soy yo—suplicó con ojos tristes. Pero yo no estaba dispuesta a creer en él.— ¡No me toques! Joel tenía razón, solo buscas dañar a las personas. Intentaste hábilmente que yo me hiciera una hipótesis equivocada sobre él, para que pensara que era quien tenía el problema. Pero no es así, el del problema eres tú. Tienes un trastorno de identidad di
Me levanté luego de pasar una mala noche, no quería quedarme en el departamento, ni siquiera deseaba estar en la misma ciudad donde vivía él. Sentía una opresión en el pecho que me privaba, me desperté en la madrugada para recordar lo que había pasado y lloré como una condenada. Así que allí estaba con mi rostro y ojos hinchados de tanto llorar.Fui una tonta que se dejó deslumbrar por una cara bonita, quien sabe cuáles serían sus intenciones reales. Sin embargo, no podía apaciguar mi conciencia, quien me atormentaba, lo que me resultaba bastante sorprendente. Definitivamente ella y yo nunca estábamos en sintonía y esta vez me parecía bastante extraño, porque al principio era ella quien tenía demasiado recelo con Mark, pero ahora se había erigido como su defensora número uno y teníamos esa lucha.
Llegué a Denver mi madre me estaba esperando en el aeropuerto, me sentí feliz de verla, la abracé con todo mi amor y mi fuerza, no quería soltarla, olfateé ese olor, una especie de mezcla única de vainilla y dulce, característico de ella que me hacía sentir reconfortada y segura en mi hogar.Si pudiera capturar ese olor de mi madre y envasarlo, lo usaría para calmarme en los tiempos de angustia. Las madres son un tesoro que debemos valorar en todo momento, porque lamentablemente no siempre la tendremos, por eso hay que disfrutarlas intensamente y siempre decirle cuanto la amamos. Yo siempre se lo digo a la mía y ella también a mí. Es sorprendente la capacidad que tienen para amarnos, comprendernos, animarnos y hasta defendernos.En ese momento el rostro de Mark se hizo presente en mi mente y arrugué mi expresión y solo eso necesitó mi con
Cuando escuché a Hamilton informarme que el ADN encontrado en el cuerpo de Shannon coincidía con el mío, sentí pánico, porque eso no me lo esperaba y por Dios que no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando.Coloqué mis codos en la mesa y sostuve mi cabeza, estaba contrariado. No tenía una explicación lógica de todo, hasta ahora, sabía de los dos momentos ebrios que Kadece aseguraba haberme visto, pero de allí no tenía conocimiento de otro episodio ¿Sería posible que mientras dormía pudo surgir otra personalidad en mí? La duda estaba carcomiéndome por dentro, sin embargo, no pensaba irme por ese camino. No obstante, no podía entender ¿Cómo era posible que la prueba de ADN hubiese salido positiva?—Hamilton, simplemente no sé qué pensar. ¿Hay alguna posibilida
Al terminar de escuchar la noticia, me puse histérica, fue como si de repente me hubiese despertado de un profundo letargo —¡No Mark! ¡Noo! Por favor no. Tú no. ¡Perdóname! Fui horrible—Al escuchar mis gritos histéricos mis padres se levantaron con la preocupación revelada en el rostro.Mi madre hizo sentar nuevamente a mi padre en el sofá, porque a pesar de estar recuperándose, le evitábamos que tuviera movimientos bruscos y repentinos. Y se acercó a mí con una mirada de lástima que me hizo encoger.— Kadece cuando llegaste te dije claramente que evaluaras que sentías por él y que si lo creías capaz de causar el daño del cual se le acusa. No lo conozco, lo que he sabido de él, es porque tú me lo has contado y lo que dice la prensa. Pero tú, si sabes de él, has tenido la opor
El toque de su mano en mi piel ardía y recorría abrazadoramente mi cuerpo, quien traidor se sentía complacido de tenerla allí, mientras yo deseaba por todos los medios nuevamente perderme en sus enloquecedoras curvas, introducir mi pene en su sexo, en su culo y en cuanta cavidad de su cuerpo pudiera. Pero antes, atarla de manos e inmovilizarla mientras azoto sus nalgas con un látigo, una pala de madera, una vara o cualquier objeto que me sirviera para infligirle un castigo por despreciarme y abandonarme en los momentos más difíciles.Ansiaba recorrer su cuerpo con mis manos, tocar sus pliegues y hacerla enloquecer y sobre todo follármela de mil maneras distintas, sin permitirle llegar a la cúspide de placer. Mi mente era un oasis de imágenes, suponiéndome cualquier cantidad de escenarios para vengarme por su proceder. Mi pene se endureció, deseaba subirle la falda e introducirme