Las horas pasan y la visita llega a su fin, mi familia se va y quedo sola con Sinclair. Sin hablarle me dirijo a la habitación para tomar una ducha y acostarme, me siento agotada por toda la risa que se dieron después de mi disgusto.
—Dios— susurro saliendo del baño, al ver a Sinclair pienso si salir o quedarme ahí, pero finalmente me quedo, estoy enojada solo porque pidió quedarse con ella, pero eso no significa que la prefiriera a ella, o eso quiero creer, no debió pedirme eso.
—¿Puedo hacerte una pregunta?— me mira cuando me siento a su lado para acostarme.
—Claro, y te concedo otra— sonríe y se acomoda para mirarme de frente.
—¿Realmente te estás enamorando de mí? Quiero decir, ¿No lo haces solo por lo de la apuesta y querer ganar y demostrar eso que quieres?— su pregunta me asombra, no creí que dudara de lo que yo le he dicho.
—Por supuesto me estoy enamorando de ti, no, déjame corregir, realmente estoy enamora de ti— dejo salir
Sinclair inicia a estimular mi clítoris mientras su erección permanece en la entrada de mi cavidad haciendo presión. Enloquecida y gimiendo sin control me aferro a las sabanas, mis piernas inician a temblar y prontamente me corro, la intensidad del orgasmo me sacude toda. Agitada y con la calor por las nuves por el deseo que siento le miro a los ojos con los míos llorosos por el placer, Sinclair inicia a masturbarse sin alejarse de mi cavidad, le miro confundida y cuando veo que cierra los ojos y echa la cabeza hacia atrás siento como me moja, me descoloco cuando finalmente deja de gruñir y me alza la piernas de modo que solo quede recostada a la cama sobre mis hombros prácticamente.—No puedo hacerlo, no puedes dejarte llevar, no cuando estás así— me mira a los ojos sin soltarme —querías intentar buscar al bebé y lo he hecho, cuando estés lejos de mí, tranquila y sin furia, entonces piensa bien lo que quieres hacer, no quiero que te lamentes después— maldigo una y otra ve
Sinclair me mira y yo a él, esas preguntas me han dolido, ahora todos me tienen como la mujer que se metió en medio. Sinclair se levanta y tomándome de la mano nos vamos al coche rápidamente, los flashes no dejan de deslumbrar a pesar que es de día, con los paparazzi es mejor no hablar, todo lo pueden tomar en nuestra contra y sacar de proporción. Al subir al coche que por suerte tiene vidrios oscuros cierro los ojos y contengo las lágrimas.—Lo siento, debí imaginar que estaban cerca— se disculpa acelerando —siempre es así, salen de todos lados, lamento exponerte de esa manera— está enojada, se le nota, yo estoy acostumbrada a todo esto, después de todo mis padres son millonarios y bastante famosos, pero jamás había sido de esta manera —amor perdóname…
Los días pasan y mi relación con Sinclair se va volviendo más fuerte, afortunadamente o desgraciadamente, aun no lo sé, no salí en los encabezados en las revistas de cotilleo con mi cara y la palabra “VIRGINIDAD” en mayúscula. Sinclair compró la información por 15 mil malditos dólares, realmente en el mundo hay personas aprovechadas. Somos el foco de los flashes, me siguen viendo como la niña oportunista que se metió en una relación que prometía mucho, que jodida manía la de las personas. Por otro lado ahora confirman más mi futuro, hasta le han hecho entrevistas a mis padres de si tomaré las riendas de los clubes en un futuro junto a mi ahora novio, maldita gente estúpida.En cuanto a mi apuesta con mi hermana, he decidido dejarla, no vale la pena seguir con eso, adem&aac
La sangre me hierve y el corazón se me incendia por la rabia que tengo. Cuando voy dispuesta a dejar a la maldita pelirroja sin un mechón de pelo la escucho hablar y por laguna razón me detengo y no entro para saltarle encima cual leona a la caza.—¿Te he dicho que eres un ser odioso que muchas veces me dan ganas de retorcerte el pescuezo?— Le pregunta ella en tono de fastidio, Sinclair sonríe de esa manera que solo lo hace con las personas que le importan.—Y tú una antipática que provoca llevarla al polo norte y dejarla atada a una silla con hierro— frunzo el cejo, he visto a esa mujer antes, trato de recordar, pero no puedo.—Das asco con tu perfume barato, pero como te quiero tanto te he traído uno— toma el bolso de la
Algo hace corto circuito en mi cabeza que lo rígido se me vuelve sensualidad. Me pego a los barrotes y miro a mi hombre con ese traje oscuro, su cara de perdona vida y su temple tan imperturbable de siempre, doy un largo suspiro al saber que todo él me pertenece solo a mí.—Vengo por las tres chicas— le dice al oficial que asiente como un idiota —¿Han infligido alguna ley?— el oficinal se aclara la garganta.—Le estaban proponiendo servicios… emmm carnales a unos jóvenes— Sinclair nos mira y yo le guiño, está furioso.—¿Las vio dándole servicio a otros?— el oficinal niega —¿Tienen antecedentes en cuestión del tema relacionado?— el oficial vuelve a negar —entonces co
Sinclair está tan enojado que no me esperó para irnos juntos, no me había terminado de alistar cuando se iba y se fue sin mí, yo me ofrecí a llevar a Isla a la agencia de autos que es para la que trabajará.Al llegar al edificio en el que yo trabajo entro y miro a mi amiga tan fresca como siempre, nunca sé cuál es su estúpido secreto para estar perfecta e impecable incluso cuando no ha dormido nada.—Que cara traes cariño— me sonríe, dejo caer los hombros —¿Qué pasa? problemas en el paraíso— le miro mal, ella sabe perfectamente que no me gustan esos juegos.—Está tan enojado que solo me ha hablado para darme ordenes, ¿Sabes cómo acabamos en una comisaria?— mi a
Tres días, 3 días en los que no lo beso, 3 días en los que no rio con mi príncipe, 3 días en los que despertamos abrazados y solo nos separamos para fingir que no ha pasado nada, 3 días en los que mi orgullo y mi dolor me dominan.Sinclair lo ha intentado, pero simplemente no puedo hablarle, no me siento capaz de tenerlo frente a mí sin voltearle la cara de un puñetazo por la vergüenza nacional que me ha hecho pasar.Debo soportar a mis padres y ahora a la insufrible de mi hermana quien ha llegado de su ensueño con el pejelagarto de su marido, sin contar la prensa, todos quieren escuchar mi declaración de los hechos, pero no tengo ánimos para eso.Mi cuñada es la leche, esa tía es un peligro andante y hemos salido en varios titulares y como siempre ella mostrando el dedo medio, eso es problema con Sinclair porque yo salgo riendo, y es que ¿cómo no hacerl
Al leer lo que dice el sobre dejo salir el aire y le paso la hoja a Isla, retiro el flequillo de mi frente y con un vacío en mi pecho arranco el auto, estoy bastante decepcionada.—Tranquila, el doctor ha dicho que podía ser muy pronto… los cambios pueden darse más tarde— asiento, igual no le diré nada a Sinclair, aún quedan días para volverme a hacer la prueba.—Estoy bien, la volveré hacer cuando venga con tu hermano, espero que cambie algo en estos días— resoplo, creí que realmente funcionaría, él estaba tan seguro que me estaba convenciendo.—¿Puedes aclararme algo?— le miro de reojo para no quitar la vista totalmente del camino y asiento —¿Quieres embarazarte por qu&eacu