Capítulo 32: TraicionesDalila entra al cuarto de Magnus y lo observa dormir, han debido llamar otra a vez a un médico que pueda sedarlo porque cada día se le vuelve más difícil hacerlo por él mismo.—Nunca creí que la consciencia fuera tan poderosa —dice Barton parándose a su lado—. Ahora entiendo a mi madre cuando me decía: «¿Quieres saber cómo ha sido la vida de un hombre? Pregúntale por su consciencia y te harás una idea.»—Sé que estoy molesta con él, pero también tengo miedo… Lo he visto muy mal estos días y tengo mucho miedo de que se lastime.—Si te hace sentir más tranquila, puedo poner guardias a que se queden en la puerta.—Creo que será lo mejor —Dalila deja escapar un suspiro y de pronto, un par de lágrimas se le salen sin que las pueda controlar. No sólo es su padre quien la tiene así, sino que su matrimonio también está pasando por una crisis.—¿Estás bien? —Barton la toma por los brazos y se queda mirándola a los ojos—. Esta semana te he visto muy mal y no creo que sea
Capítulo 33: Tan solo el amante Cuando los dos llegan al clímax, Dalila cierra los ojos y trata de respirar con normalidad. Barton la besa y se sale de ella para recostarse a su lado y abrazarla, no quiere que se quede sin su calor. —Dime que esto no está mal —susurra apoyando su cabeza en su pecho y Barton le acaricia la espalda. —Depende… ¿lo hiciste por venganza o porque sientes algo por mí? —ella lo mira y Barton sonríe al darle un beso en la frente—. No sabes… —Sé que por venganza no… y sí siento cosas por ti, pero no sé si sea lo suficiente para repetir. —¿Y si dejas de pensar? Deja que yo me encargue, tienes demasiadas cosas en la cabeza, deja que yo me ocupe de ti —Barton se remueve para dejarla bajo su cuerpo nuevamente y la besa antes de que se niegue. Unas horas más tarde Dalila sale de su cuarto perfectamente arreglada y Barton la sigue con la misma cara de siempre. Llegan al cuarto que Magnus ocupa ahora y lo ven algo atontado recién despertando. —¿Apareció? —es la
Capítulo 34: Vestido de noviaEntrar nuevamente a la hacienda, pero esta vez sin la compañía de su esposa, para Magnus, es completamente abrumador. En cada paso que da para acercarse a la antigua edificación, siente como el peso de su conciencia se va haciendo cada vez más grande.Sin embargo, entrar al cuarto y encontrarse aquella cama tendida completamente limpia lo lleva a correr a las almohadas para olerlas y saber si queda algún rastro de su esposa en ellas.Sus ojos se llenan de lágrimas cuando siente que todavía queda algo de ella, la abraza con fuerza y Barton interrumpe aquel momento con una pregunta seria.—¿Qué haremos con las cosas de la señora? —Magnus se gira con el ceño fruncido—. Me refiero a sus maletas y todo aquello que quedó en su habitación.—¿Te refieres a esa maldita bodega en cual la metí? ¿Ese nunca fue su cuarto…! ¡¡Aquí es donde debió dormir compartiendo la cama conmigo!! ¡Sintiéndose amada y protegida por el hombre en el cual confió para eso!—¿Las dej
Capítulo 35: Por partida dobleHan pasado un poco más de dos semanas desde lo ocurrido con Magnus en la cabaña. Por fortuna logró salvarlo… al menos de la muerte, porque de todo lo demás es imposible.Barton se encuentra en el cuarto de Magnus vigilando su sueño mientras, el Sol comienza a iluminar lentamente la habitación.Desde aquel intento de matarse, no ha dejado solo al hombre ni un solo segundo. No tanto porque le preocupe su vida, sino porque sabe que, si cumpliera con su objetivo, Dalila sufriría demasiado.Como cada mañana, quién entra primero es Serafina, seguida de Tania, quien lleva la bandeja. Tras ellas, tres hombres listos para cumplir con la vigilancia, así Barton puede descansar.—¿Cómo pasó la noche, señor? —Pregunta la mujer angustiada y Barton solo niega con tristeza.—Cada vez peor. Lo más grave de todo es que el médico que trajimos hace unos días salió de aquí sin que le dijera una sola palabra. Se niega a hablar con cualquier persona, lo único que hace es pregu
Capítulo 36: Despechos y extorsiones Barton se la queda viendo con los ojos muy abiertos, sin poder creer lo que Dalila le está diciendo. Una mezcla de euforia y nerviosismo lo atacan, y se pone de pie tratando de procesar aquello hasta que nuevamente se gira con una enorme sonrisa y se arrodilla nuevamente frente a ella para preguntarle. —¿Estás segura? —Me hice dos pruebas caseras y además fui al médico… —Entonces ¿voy a ser padre…? —Se pasa las manos por el cabello y luego termina levantándose con ella y abrazándola—. ¡No lo puedo creer, mi amor! ¡Me has hecho el hombre más feliz del mundo! —Barton… Lamento decirte, pero no voy a terminar mi matrimonio con Rómulo —le dice ella apartándolo y sin mirarlo a los ojos—. Hoy por la noche le diré que estoy embarazada y quiero que esto sea lo que termine de asentar mi matrimonio. —¿Me estás diciendo que, a pesar de todo lo que nos hemos dicho en estos días y de lo mucho que te amo… Aun así, vas a quedarte con Rómulo? —Sí. Él es mi e
Capítulo 37: Sin clemenciaMagnus abre los ojos sintiendo el peso del mundo y el vacío de ya no tener ni siquiera el olor de Daphne en su almohada. Se sienta en la cama con las ganas de terminar con su vida, pero Barton parece empeñado en no dejarlo llevar a cabo su único propósito en la vida.«¡Eso es de cobardes! Si fuiste capaz de someterla a humillaciones y dolores injustamente, ahora tienes que aguantarte como el macho vengativo que decías ser», se dice a sí mismo en aquella parte dura que aún le queda.Pero él no es cobarde.Si al menos Daphne estuviera viva…Si ella estuviera viva, no tendría ningún problema de vivir con sus tormentos, pero ese es el problema. ¿Para qué quiere vivir todo aquello si ella no estará para ver cómo se hunde? El mejor lanzarse de una vez al fuego eterno del infierno, donde podrán castigarle como realmente se merece.—Buenos días —la voz de Barton atrae su atención y posa sus ojos en él—. Creo que los calmantes están haciendo efecto al fin, anoche dor
Capítulo 38: Papá… te necesito Una vez que la ambulancia que los interceptó en el camino llega al hospital, Barton entrega rápidamente sus antecedentes y llama a Dalila. A pesar de que no ha hablado con ella en varios días, esto es algo que realmente debe enterarse y no puede dilatar. La mujer se tarda un poco en contestar y recién a la tercera llamada responde como si estuviese cansada. “Barton… No es bueno que me llames… —Créeme que, si no fuera un asunto de vida o muerte, no lo haría porque no tengo interés de tener contacto contigo. Solo te llamo desde el hospital. “¿Le pasó algo a mi padre? ¡¿Tú estás bien?! —Es Magnus, se tomó las pastillas que quedaban en el frasco y… acaba de entrar con el doctor, quien está haciendo todo para salvarle la vida. “¡Oh, por Dio! Pero ¿cómo es posible? ¿No se supone que tú lo estabas cuidando? ¡¿Cómo demonios se tomó el frasco de pastillas sin que te pudieras dar cuenta?! —Yo… Yo solo me descuidé dos minutos —Se pasa las manos por el rostr
Capítulo 39: Donde pertenezco Barton continúa con la misma rutina de todos los días de cuidar a su amigo, por lo que cerca de las 8:00 de la noche llega al hospital y se encuentra con que Dalila aún está allí. La imagen de la mujer le causa un escozor. Está acurrucada en el sofá sin dejar de mirar a Magnus, quien permanece dormido en la cama. Quiere tantas cosas, pero sabe que ninguna de ellas sería buena. —Debería irse a descansar, señora, después de todo está embarazada y no creo que su esposo desee que ponga en peligro la salud de su hijo —ella lo mira con una sonrisa cargada de tristeza y asiente. —¿Tú vas a quedarte con él? —Ni aunque se quede en un hospital puedo zafarme de esto. Mi destino está atado a este idiota —Dice sentándose en una silla al lado de la cama, tratando de ponerla como barrera para no lanzarse hacia Dalila y abrazarla como quiere. —Muchas gracias por todo lo que estás haciendo… Por favor, si durante la noche despierta o sucede cualquier cosa, llámame. —