—Responde —agobiada pronuncie, Guadalupe me observo con detenimiento antes de negar levemente y sonreír desde su lugar Yacía deslumbrando bajo la luz luna, cerca de aquel inmenso ventanal. Como si mirara el exterior de reojo, preocupada o agobiada, pero escondiéndolo detrás de su sonrisa. —Ya te he dicho que se encuentra bien, debes saber que su reacción es normal. Es un lobo joven, enojarse para ellos es sobresalir en fuerza y perder el control. Por favor deja de insistir —contesto suavemente y sin despegar sus ojos de mí Realmente quería saber el motivo para que los bellos ojos del príncipe poseyeran aquel intenso color rojizo, eran suaves, pero de pronto se tornaron tan oscuros que el miedo recorrió mi cuerpo. Temerosa y confundida no deje de cuestionarle aquello a mi hermana, su calma y sonrisas parecían querer evadir aquella pregunta. La noche seguía corriendo con lentitud, Guadalupe permanecía a mi lado sin dejar de sonreírme. Parecía ca
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