Capítulo 2 Encuentro Parte I

17 años más tarde

Un hermoso bosque se extiende kilómetros a la redonda deleitando mi vista, la luz apenas logra filtrarse entre el tupido follaje. Olores y sonidos con los cuales no estoy familiarizado inundan mis sentidos dejándome claro que no estoy en casa. Intento levantarme pero no puedo, la persecución de ayer  en la noche me está pasando factura, así que una vez más me obligo a  permanecer quieto a fin de recuperar fuerzas, hasta que escucho cierta agitación a lo lejos y pasos acercándose, en mi condición actual sería muy difícil librar una batalla, mucho menos ganarla, pero de algo estaba seguro haría todo lo que estuviera a mi alcance para defenderme

-hola ¿estás perdido?, mi nombre es Micaila, Micaila Yenovi y tu ¿cómo te llamas?

-mateo- respondió el niño  dedicándole una tímida sonrisa

-¿Qué haces aquí  Mateo? El bosque es peligroso

-¿y tú? 

-¡ah! ¿Yo? – Abre sus ojos mostrándole  un brillo especial -  mis padres me trajeron de cacería por primera vez, dicen que si deseo aprender bien debo observar a los mejores

-¿aprender a cazar?-pregunta niño con curiosidad, la sola idea de dejar dicha actividad a la práctica y no al instinto le resulta atrayente e inquietante

-si, como futura Polaris debo ser la mejor cazadora, a propósito soy del clan Delariun y tu ¿a qué clan perteneces?

¿Polaris? No puede ser- pensó el chico para sus adentros-

Polaris,  ese es el título que recibe la genuina reina de los magos, su líder, la fundadora de su Imperio, la leyenda que tanto veneran, pero según los ancianos de la manada Polaris nunca ha reencarnado, solo es eso: una leyenda 

-¿tú eres Polaris?-preguntó nuevamente con la esperanza de haber escuchado mal  

-¡shhh!- lo silencia  tiernamente  posando su dedo índice sobre sus labios-es un secreto, casi nadie lo sabe, pero tú eres mi amigo no dirás nada ¿verdad?

-apenas me conoces 

-¿no quieres ser mi amigo?-

-si claro, es solo que tengo miedo, no quiero estar aquí ¿podrías ayudarme a volver a casa?

-¡por supuesto! ¿Dónde vives?

-Al otro lado de la barrera- 

Ella le extiende su mano con una sonrisa, él intenta tomarla para levantarse pero la niña comienza a desaparecer con una expresión de  tristeza, dejándolo con un extraño vacío, desconcertado comienza a mirar por todos lados, pero le resulta  imposible encontrarla, a lo lejos solo  puede escuchar  una voz extrañamente familiar que dice su nombre una y otra vez

-¡Mateo! ¡Mateo hijo! ¿Estás bien? 

-¿ma?- responde restregándose los ojos adaptándose a la luz de la habitación mientras  asimila  que aquel encuentro tan real como un deja vú solo había sido un sueño y nada más 

-¿aun tienes pesadillas sobre aquel día?-pregunta Brisa angustiada

El solo sacudió la cabeza con un poco de pesar, haber entristecido a sus padres  una vez era más que suficiente

-sin embargo esta vez recordé a una niña, ella prometió, prometió…

Trató de explicar  aquel sueño tan vívido y a la vez fugaz pero no fue capaz de continuar siendo interrumpido por un cálido abrazo 

-hijo –dice tranquilizándolo con sus feromonas– te encontramos solo en las fronteras, por suerte el  Clan Delariun no llegó a enterarse y tus recuerdos no son claros debido al trauma, tal vez la niña nunca existió- concluye tiernamente mientras se levanta de la cama depositando un beso en su mejilla- el desayuno está listo baja, esperaremos por ti 

Era en estos  momentos que su mente le jugaba malas pasadas y Mateo no tenía más alternativa que creer en lo que otros decían.

Fue un suceso estremecedor , Brisa y Oreus se encontraban junto a su cachorro mientras  paseaban por el lago, el pequeño se alejó cada vez más y más de la vista de sus padres mientras jugaba, aun no entendían por qué se dieron cuenta tan tarde de su desaparición, estuvieron buscándolo durante horas  por todas las manadas  y territorios  conocidos  sin resultado, finalmente lo halló una patrulla cerca de la frontera, al parecer Mateo había estado vagando por territorio enemigo, su estado de salud era delicado, se encontraba  hambriento, deshidratado y confundido, pero sobre todas las cosas preocupado por una niña que supuestamente lo había salvado, al despertar en su habitación el recuerdo de aquella chica se había esfumado, no sería hasta 17 años más tarde que tendría la oportunidad de recuperarlos. 

 -buenos días –saluda apenas entra  al comedor y notar que en efecto lo estaban esperando 

-buenos días hijo ¿qué tal dormiste?

- dormí bien papá

- ¿y cómo crees que va a dormir si es el hombre del momento? -dice Lucas mientras le revuelve el cabello

-¡felicidades Mateo!- saluda Dina con una sonrisa

-mi preciosa reina no me gusta que regales tu bella sonrisa a otros que no sea yo- argumenta un celoso Lucas mientras  la toma de forma posesiva  

-¡ay por favor! Solo esperen a mañana, una vez que obtenga mi lobo traeré a mi luna a vivir para acá y ya no me darán envidia 

La risa estalló entre los presentes relajando el ambiente, haciéndolo más familiar 

-Lucas ¿has tomado una decisión?-pregunta Oreus 

-si tío, me quedare como beta de la manada al  lado de Mateo

-perfecto no sabes cuánto me alegra escucharlo, si mi hermano estuviera vivo habría estado igual de contento- comentó con un poco nostalgia 

Una tristeza  se apoderó de la mayoría, los últimos años de Orión no habían sido color de rosa, la locura finalmente se había apoderado de él y ahora se encontraba descansando en los brazos de la diosa junto a  Rose su amada esposa.

-bueno-carraspeo Mateo – estoy ansioso por abrir los regalos de mañana 

-¿regalos dices?- ríe su madre- desde bien temprano todas las manadas y algunos clanes han estado enviando presentes

-muero por abrirlos- dijo mientras terminaba de engullir el ultimo trozo de carne mojándolo en la salsa- Gina ¿puedes servirme más por favor? 

-ni hablar, si terminaste levántate, hoy presenciaras una reunión con los miembros del consejo en calidad de futuro Alfa, así que andando que no es bueno hacerlos esperar – demanda el Alfa mientras abandona el comedor 

Mateo lo miró fijamente procesando sus palabras, y es que la noticia lo había tomado por sorpresa, sabía  que esto era algo que tenía que hacer, pero no imaginaba que fuera tan pronto, con razón Lucas le había llamado  el hombre del momento, algo habría olido. 

Con paso firme y seguro, se dispuso a seguir al Alfa a través de varios  pasillos hasta detenerse  enfrente de una hermosa puerta de caoba tallada con sendas empuñaduras doradas. 

-espera aquí hasta que te llamen-ordenó 

Mateo solo asintió levemente, su cuerpo no le permitía reaccionar más allá de una simple expresión, los nervios estaban a flor de piel, en especial porque si bien su desempeño sobresalía  con creces en los estudios ,la lucha y estrategia,  los miembros del consejo se habían tomado su tiempo en decidir  y siempre que surgía el tema ellos se limitaban a decir unas pocas palabras ,por lo tanto este encuentro sería una evaluación para saber si era capaz de asumir  la posición que ostentaba actualmente su padre, que  siendo un Alfa de gran renombre y con una notable trayectoria militar como que le había dejado el listón demasiado alto, en eso el chirrido de la puerta termina sacándolo de sus pensamientos, 

-adelante- dijo uno de los presentes abriendo la puerta dando paso a una enorme sala iluminada por amplios ventanales y decorada con hermosos cuadros en honor a los grandes héroes del pasado. Mateo  apreciaba que su padre apenas se dirigiera al él y es que la verdad se sentía pequeño estando en aquel salón, aun así recordó lo que años atrás le había dicho Marcos el actual beta mientras lo entrenaba 

-eres el futuro alfa y es probable que más adelante debas dialogar o enfrentarte a cualquiera que ponga en riesgo a la manada sin importar su rango, por lo tanto jamás te amedrentes- 

Aun si estaba nervioso no podía demostrarlo, así que al llegar tomó asiento  en un lugar apartado, con el objetivo era mantenerse al margen mientras ellos no pidieran su intervención,  demostrando de esa forma respeto por la autoridad, solo pasaron unos  breves minutos hasta que uno de ellos levanto la mirada dirigiéndose a Mateo 

-¿Qué opinas sobre el comercio en el norte joven Mateo?

-señor creo que deberían recibir ayuda  antes de iniciar cualquier transacción o acuerdo comercial , fue una de las tierras más afectadas por la guerra y siempre se ha caracterizado por tener un desarrollo lento pero eficaz, es un terreno próspero para inversiones a largo plazo bajo una gestión responsable 

-me parece un punto de vista interesante – sonríe Linox a Oreus- buen muchacho, me recuerdas a alguien 

Aquel halago hizo que su pecho se hinchara, si bien ni siquiera lo había mirado, el dirigirse a Oreus de esa manera era una muestra tacita de aprobación, la reunión concluyó sin problemas, los miembros del consejo acostumbraban a ser exigentes pero nada que ver con lo ocurrido en la mañana, así que conforme  se alejaban del salón Mateo se animó a preguntar

-papá  solo se dirigieron a mí una vez, creí que serían más severos 

-y lo son, llevan observándote alrededor de dos semanas o tal vez más, Linox suele ser muy quisquilloso 

Se quedó petrificado, 2 semanas bajo severo escrutinio y él como si nada

-cambia esa cara cachorro, aprobaste con todas las de la ley, así que no te preocupes, como recompensa  tómate el resto del día y has lo que quieras

Eso sí que fue una sorpresa, y antes de que el Alfa pudiera decir algo más Mateo se encontraba corriendo en dirección a la salida como si aún fuera un niño. 

Esa tarde en el lago era todo lo que Mateo podía desear, buena compañía y abundante cerveza, incluso Lucas que no solía ser muy al detalle comenzó a contarles cómo sería la trasformación, acompañado de uno que otro consejo que ambos agradecieron, y allí estuvieron Mateo y Max hasta bien entrada la noche porque Lucas ya no cabía en sí de deseos que tenia de ver a Dina

-¿crees que también seremos así?- pregunta Max tomando la ventaja en el juego

- ¿así como?-

-pues tan dependientes a nuestra pareja, es que sinceramente da miedo, se ve a la legua que Lucas le pertenece a Dina en cuerpo y alma 

-y también se puede oler a kilómetros que Dina moriría por él, se pertenecen el uno al otro, son compañeros, destinados, ese es el regalo que le otorga la diosa a sus hijos

-ya hablas como tu padre- ironiza- ¿te imaginas que sea humana?, resultaría divertido, ellos son tan diferentes

-peor que fuera bruja- bufa mientras le quita el balón – eso sí sería una locura, todo un acontecimiento, tan solo un integrante del clan Delariun da más miedo que la seguridad nacional de un país- concluye entre risas  

Pasaron un par de horas y ambos regresaron a casa bien entrada la madrugada. Mateo estaba tan agotado que apenas podía dar un paso, como todos se encontraban dormidos solo se limitó a pasar por la cocina y prepararse algo ligero, apenas pudo ingerir medio bocado mientras se dirigía a su habitación , luego de un baño tibio se acostó en la cama, sintiendo como el sueño se apoderaba lentamente de su cuerpo . 

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