CAPÍTULO 5

—¡¿Pero quien demonios te crees para tratarme así?!.

Intenté quitármelo de encima pero no pude hacerlo, su fuerza es descomunal, ninguna persona ordinaria podría tener tanta fuerza como la que él posee. Su mano sigue apretando mi cuello con más fuerza, comenzaba a perder la conciencia cuando de repente el me suelta

Comienzo a toser y rabiosa busco a Dalton pero, se había ido, 《¿Qué carajos fue eso》Mi mente trata de encontrar una explicación una respuesta para lo que acaba de pasar, pero lo único que se me ocurre es que esa familia está demente. ¡Muy demente!. Salí de los baños y corrí hasta el salón donde nuevamente el profesor me reprendió por haber llegado tarde pero eso no me importaba ahora porque solo busca una explicación para que Dalton me atacara en los baños, creí que iba a morir.

Al terminar las clases, corrí hacia el auto de mi padre, el vio que estaba nerviosa y me preguntó si había pasado algo pero le dije que solo estaba cansada, mentir no es lo mio, pero por su bien era mejor que lo hiciera bien si no tendría graves consecuencias para él, si son capaces de hacer esas cosas conmigo, nonquiero imaginar lo que le harían a él

Cuando encendió el auto, brinco del susto cuando Dalton aparece frente a mí ventana, estaba sonriendo y papá se sorprende porque no lo vio llegar.

—¿Eres nuestro vecino verdad?.

—Si. Soy Dalton Baltimore. Mis padres hablaron muy bien de usted. —mis manos tiemblan cuando siento que me mira por segundos. —Señor Hernández, no quisiera molestarlo, pero podría darme un aventon a mi casa, mi auto se averió y mi celular no tiene pila así que…

—Por supuesto que sí, entra.

Un sudor frío se escurre lentamente cuando siento que toca mi hombro, mi padre no lo nota y conduce por la carretera sin saber al demonio que acaba de meter en nuestro auto, el puede atacarnos en cualquier momento y dejar nuestros cuerpos en lo más profundo de estos bosques y solo quedaríamos como otros más que desaparecieron en este remoto pueblo.

Cuando llegamos a casa sanos y salvos y el se bajó del auto de papá le insisto en entrar pero Dalton lo entretiene conversando, y fue cuando mi cuerpo tembló con solo un toque, un escalofrío me recorre cuando siento un cálido aliento en mi nuca.

—No sabes cuanto te deseo.

Era él, Antton, estaba detrás de mí susurrando para provocarme y lo estaba consiguiendo, volteé rápidamente pero ya no estaba, de pronto escuché su voz a lo lejos llamando a mi padre y actúa como si nada hubiera pasado, era tan rápido que nadie, ni siquiera su hermano se dio cuenta que acaba de decirme algo, la forma en cómo actúa me desconcierta ya que finge como si nada ha pasado.

—Supongo que ella es su hija. —me paralizo cuando habla de mi —Hola. No creo que me recuerdes pero soy Antton, el que te salvó dos veces cuando te perdiste en el bosque.

¿Qué? ¿Cómo que me salvó si él estuvo a punto de matarme?, estaba estupefacta de que actuará como si no me conociera, como si nunca antes habíamos cruzado palabra alguna. No podía seguir aquí así que entré a casa sin responderle.

—Es algo timida. —dijo papa en mi defensa.

—Supongo que los cambios no le agradan mucho. —dijo Antton —Será una hermosa chica cuando crezca. —mi corazón se acelera cuando me escuche que me llama hermosa.

—Por eso la protejo. —Papá es cortante. —Procuren no salir de noche, es peligroso y mucho más en el bosque.

—Lo tendremos en cuenta señor Hernández.

Palidezco cuando Antton mira hacía donde me encontraba, cierro la puerta de golpe y espero a papá, entró en poco tiempo y me dijo que pensaba que estaba en mi habitación. Mi inseguridad de subir crecía ya que seguramente debe estar arriba, fue claro cuando dijo que me deseaba y estoy segura que no de la forma que cualquier chica de mi edad espera. 《Quiere mi sangre, eso es todo》

Me quedé abajo para conversar con papá así evitar subir a mi habitación, nos quedamos hasta tarde cenando y viendo una película pero cuando me estaba riendo, escuché unos ronquidos, papá se durmió. Debo comprenderlo, estaba cansando y hace lo mejor que puede por mi bienestar

Seguí viendo la película ya falataba poco para terminar, la cortina de la ventana se movió y fue cuando sentí que alguien se había sentado a mi lado izquierdo, me quedé paralizada porque sabía que era él, Antton.

—¿Qué haces aquí?. —susurro con el corazón acelerado.

—Shh!...

Entrecierro mis ojos cuando toma mi mano, volteo a verlo y su rostro volvió más loco a mi corazón que no deja de latir alterado mientras trata de salirse por mi garganta, todo empeora para mi cuando entrelaza nuestras manos y observa fijamente el televisor

Siento que estoy en un sueño estúpido y alocado, no sé qué demonios me está pasando, solo sé que estaba de alguna forma extraña feliz por este momento, ¿Quién no estaría feliz de estar con un universitario tomado de la mano mientras ven una película?. Pero lo que me altera es que y me pone nerviosa es que papá puede despertar en cualquier momento.

Quería verlo y saber que expresión tenía pero estaba inmóvil porque temia despertar a papá y que lo viera aquí, me mataría si eso fuera a pasar.

—Hacer esperar a tu amo, merece un castigo pequeña. —¿castigo? El solo pensar en el castigo me hacía recordar lo que pasó anoche. Inhalo profundo cuando su aliento quema mi piel, sus labios se encontraban en mi cuello —Te deseo… ¿Quieres… que lo haga?

Aquellas palabras eran como una llave para mis labios ya que un si, salió de mi boca, se a lo que se refiere pero mi cuerpo arde como el infierno deseando que lo hiciera. Como dos agujas filosas siento que atraviesan mi piel, no duele como antes y en cambio me sentía excitada.

—Serena…

Mi corazón se congeló cuando escucho a papá…

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