El concejo de la Luna que se está celebrando en la manada Luna Escarlata está conformado por diecinueve alfas, incluyendo a una nueva cara para mí, Ingria, que según le pregunté a Aren mentalmente, proviene de la manada Hydra, la cual se encuentra en los límites del mundo de los lobos de esta región.

Es una manada pequeña, que se dedica a la ganadería, algo irónico, considerando que los lobos son unos depredadores, es decir, ¿no se comerán su producto en las noches de luna llena?

Sí, sí, es un mal chiste contado por una mujer lobo, además.

El punto es que en todo el tiempo que he estado en el mundo de los lobos, he visto cerca de cuatro juicios, incluyendo a este y en el último, que fue en un concejo de la Luna, casualmente, no pudimos llegar a la parte del veredicto, porque fuimos interrumpidos por el despliegue de tropas que hizo Einar para acabar con todos los alfas reunidos ahí.

Así que no tengo la menor idea de cómo es que terminan este tipo de juicios o cuál es el siguiente paso a seguir. Por el momento Dahlia ha estado más que pensativa referente a todo lo que se ha dicho aquí y, en especial, a todo los argumentos de Adal, quien ahora está sentado al lado de Kristoff y Alan, los cuales le están dando apoyo moral y felicitándolo, y yo también estoy orgullosa de él porque creo que no se le escapó nada en su exposición de hace un momento, donde estaba pidiendo justicia para mi madre.

―Orden en la sala―pide la presidenta y todos los presentes cortan la cacofonía que inunda la sala en este momento―ahora escucharemos qué tiene que decir el acusado para defender su caso―le pide a Einar y yo me pregunto cómo champetas va a hablar con esa cosa en la boca.

“Alfa Presidenta”, dice Einar mentalmente, lo cual me aclara la duda, “creo que esta sala y todo lo que representa está en peligro, ya que hay peores cosas que lo que yo hice con ustedes, hay toda una horda allá afuera capaz de acabar con el mundo de los lobos”, asegura y todos nos burlamos de su insinuación, ya que es del conocimiento de todos que se perdió la canica hace mucho, “y de todo lo que estoy diciendo tengo un testigo aquí presente”, añade y ahora todos lo miramos con el ceño fruncido, “es Alanna, mi hija, a quien pido que pase al podio para hacerle algunas preguntas”, indica y soy yo ahora quien lo mira con cara de loco.

―Supongo que mi deber es ser justa en este caso, así que te permitiré que interrogues a alfa Alanna―dice y me hace una señal con la cabeza, para que me acerque al podio donde mi hermano estuvo hace unos minutos atrás. Entonces Einar me mira de la misma forma en que lo hizo la primera vez que nos conocimos y siento como un gruñido se forma en mi garganta.

¿En serio piensa que lo voy a ayudar?

Entonces miro a Kieran y este hace un asentimiento de cabeza para infundirme valor.

“Descuida, que en momento que intente algo, me abalanzo sobre él y le arranco la cabeza, solo para acabar este aburrido juicio, ya sabes”, me dice con una ligera sonrisa sexy y ahora me pregunto por qué rayos era que estaba enojada con él.

“Por supuesto, cariño, después de todo, ya sabemos cuál será el veredicto”, le sigo el juego y le guiño un ojo, con cuidado de que nadie lo note, “así que la manera en que muera no va a importar”, le sigo la broma, pero en realidad no quisiera que él fuera quien tuviera que ejecutar a uno de mis progenitores.

Sí, hay gente que no soporta a sus suegros, pero esto sería el colmo, aunque se lo merezca.

Sí, sí, otro mal chiste.

Supongo que es mi manera de mostrar que estoy nerviosa.

Entonces hago lo que me pide la presidenta del concejo y me coloco al lado de Einar y este asienta con la cabeza, como si yo fuera su gran aliada.

No está ni cerca de todo lo que siento por él.

“Quisiera hacerte unas preguntas referente al momento en que estuviste en los cuarteles de la manada Plata”, me dice con la mayor naturalidad del mundo, como si no recordara que sí, estuve en su cuartel, pero luego de que fui drogada y secuestrada por sus esbirros, encabezados por su delta. Einar me mira detenidamente y luego prosigue, “primera pregunta, le podrías decirle al concejo en qué condiciones murió Baylor, mi delta en ese momento”.

―Te refieres a Baylor, a quien infiltraste entre los desterrados solamente para poderme secuestrar―le digo con el mayor sarcasmo que mi poca paciencia puede desplegar y se hace un murmullo entre los presentes.

―Silencio―pide Dahlia nuevamente y así hacen los presente―sé que esto es duro para ti, Alanna, pero queremos que este juicio sea lo más equitativo posible, así que te pido que contestes solamente a la pregunta que te hace el acusado―me señala y yo estoy tratando de entender de parte de quién está, considerando que debe haber sido una de las que estuvo en juicio en que se le sentenció a mi madre a quedarse con Einar.

―Por supuesto, presidenta―le respondo con petulancia―conocí a Baylor en esta misma sala, cuando solicitó a algunos alfas que me reconocieran como la alfa de Los Desterrados, como deben saber, luego de unos días, me drogó y me llevó hasta los cuarteles que acaba de mencionar el acusado y Einar les ordenó que me llevaran a una mazmorra especial, pero en cuando estuvimos ahí, uno de sus esbirros lo mató a sangre fría―les digo para que se enteren de la última barbaridad de este lobo hacia mí, para que no crean que es que yo fui por mi propia voluntad y para que sepan con qué clase de gente se junta este tipo.

“Muy bien, muchas gracias por compartir”, dice Einar, como si hubiera ganado alguna lotería o qué sé yo, “ahora, te agradezco le puedas decir al concejo quién era el asesino de Baylor y por qué lo hizo”, me pide y ya estoy viendo por dónde quiere llevar todo este tema.

―Baylor murió por mano de un tal Básil, quien le arrancó la cabeza por no dejarlo que me custodiara―les digo a todos y ahora estoy entendiendo a dónde quiere llegar.

Quiere que hable de los Hijos de Selene y sí, es algo importante para todos ellos, poque según lo que hablaron con Einar, ellos quieren acabar con todos los alfas de por aquí.

De hecho, ellos mataron a Baylor para secuestrarme.

Y ahora no estoy muy segura si debo ocultarle a todo el concejo de la Luna referente al tema de este nuevo grupo de omegas de Linaje antiguo, a quienes se supone que Einar está combatiendo en medio de su locura de querer acabar con los alfas y sus manadas.

“No lo vamos a ayudar en nada”, me pide Niebla, “él dañó a nuestra madre y a nuestros hermanos”, me recuerda y yo respiro profundo.

“Pero esos lobos, los hijos de Selene, son muy peligrosos”, le señalo y ella traga en seco, dentro de mi mente, “además, no creo que lo suelten o que siquiera lo perdonen por todo lo que les hizo a las manadas, pero ya sabemos lo que pasa cuando ocultan cosas y no me sentiría bien si a alguno de ellos les pase algo malo por no estar informados”.

“Por lo que veo, lo harás aunque no esté de acuerdo”, me responde y yo respiro profundo, porque voy a ayudar a mi enemigo. En la sala, todos están a la espera de que concluya con la respuesta que me ha pedido Einar, así que prosigo.

―Por los sucesos que ocurrieron luego, Básil es el hermano de un tal Barec, a quien Einar tenía apresado en ese mismo cuartel―respondo, porque de alguna manera me siento reacia a confesarles todo, ya que esto es lo que quiere Einar y lo que según él, justifica todos sus actos, aunque creo que nunca fue la manera para hacerlo.

―No sé a dónde quieres llegar con todo esto, Einar―señala Dahlia con mucha impaciencia en la voz y yo respiro profundo, porque me siento culpable por no contarles todo.

“Ya estoy llegando a un punto, alfa presidenta”, le dice con una tranquilidad pasmosa, para luego dirigirse a mí, “Alanna, ¿podrías contarle a todos los presentes a qué agrupación pertenecían estos lobos a los que mencionaste?”, me pide directamente y creo que no tengo más remedio, porque sus vidas también están en juego.

―Dijeron que eran un grupo llamado Los Hijos de Selene―les confieso y les cuento cómo me inyectaron una especie de ponzoña y que me llevaron cargada hasta conde se encontraba Barec y cómo Einar los sorprendió, mientras lo rescataban―por lo que escuché entre la discusión que sostuvieron, esos lobos son una especie de omegas de linaje antiguo, quienes están dotados con una espuela cargada de ponzoña―les aseguro y el mar de murmullos no se deja esperar―por lo que entiendo, su misión es acabar con todos los alfas―les digo, pero me abstengo de decirles la parte de para qué querían secuestrarme, después de todo, muchos no saben las propiedades curativas de mi sangre y que el linaje de mi padre me convierte en una especie de arma letal o algo así.

“Ahora, dime, Alanna, tú que fuiste víctima de su ponzoña, ¿qué efectos tiene ese endemoniado veneno?”, vuelve a preguntar y yo me quedo mirándolo con el ceño fruncido, con toda la rabia aflorando por mis poros, porque puedo hacer que pague y, sin embargo, hay demasiado que no se ha contado, incluyendo los motivos de Einar, unos retorcidos motivos, debo señalar.

Si Einar tiene razón, esta guerra está lejos de acabar.

―Pues, me volvió a transformar en humana, pero estoy segura de que ese veneno puede matar a lobos normales en el acto―les digo a todos los alfas y ellos me miran horrorizados, muchos de ellos mueven la cabeza de lado a lado, pero no es la opinión que me importa en este momento, así que paso mi mirada directa a Kieran, que está tragando en seco, a sabiendas que estoy tirando por el caño la condena de Einar.

Sin embargo, recuerdo que ellos mismos, los Hijos de Selene, son también una amenaza para mí, quienes también me quieren utilizar para quién sabe qué.

―Por lo que sé, ellos tienen el propósito de acabar con las manadas y con los alfas, principalmente―les confieso y Einar pareciera que estuviera sonriendo, a pesar del bozal que tiene puesto.

Creo que le acabo de dar lo que quería.

“Damas y caballeros de la sala, mis queridos colegas”, le indica a todos los alfas que lo están juzgando y veo cómo se regodea en sus adentros, “escuchen la voz de mi hija Alanna, quien a pesar de que tiene demasiado para odiarme y que estoy seguro que, al igual que ustedes, quiere que yo sea castigado por lo que ustedes llaman crímenes, mis actos han sido justificados en todo momento, a pesar de lo que ustedes llaman crueldad, he actuado en favor de nuestra comunidad para erradicar esta plaga que nos carcome, llamada los Hijos de Selene”.