Capitulo 4

En nueva York la noche era fría más de lo común lo interesante era había un chico huyendo de algo o alguien, su cabello era plateado con algunas ondas su respiración era muy agitada llevaba más una hora corriendo la pregunta es la siguiente: ¿De quién huye? Una flecha logra pasarle justo por el rostro esta llevaba una especie de explosivo, provocando una explosión mediana de la niebla salen dos hombres altos de vestimenta negra ambos tenían armas cuando el humo de la explosión se disipo buscaban a su víctima pero la veían por ningún lado.

—Debe estar en cualquier lado, no podemos bajar la guardia.

— ¿Me buscaban? —Exclamo saliendo desde el suelo.

Sus manos empezaron a formar rayos azules con tan solo alzar sus brazos sus enemigos fueron lanzados directo a una pared, esto le ayudaba huir y poder refugiarse de sus enemigos comunes "Cazadores" Evan era el único brujo que quedaba todo su clan fue eliminado mucho tiempo atrás, trataba de no usar sus poderes para no ser un blanco fácil él no entendía cómo fue que ese par dio con su paradero.

Evan estaba lastimado se metió en una farmacia y ahí aprovecho sanarse el mismo, cargaba consigo el libro que su madre le había dejado ahí contenía mucha información sobre otros aquelarres que podía refugiarse en caso de que los problemas fueran mayores.

—Aquelarre Bernand, está ubicado en Vermont debo ir allí no puedo exponerme aquí, abriré un portal en central park—dijo en voz baja.

Fue dirigiéndose allá caminando ese ataque que recibieron esos cazadores era para despertarse en horas, justamente cuando iba llegando al central park recibe un golpe en el rostro, cayó al suelo pero rápidamente recobro el equilibrio vio a su alrededor y quedo sorprendido al ver tanto cazadores rodeándolo, suspiro y se dijo a sí mismo que debía usar ese poder prohibido para poder salvarse y huir.

Cerro sus ojos y una capa de energía roja lo empezó a envolver por completo, varios intentaron detenerlo pero fueron golpeados por una fuerza invisible, Evan se levanta y al abrir sus ojos estos eran rojos sorprendió al grupo y los alejo a todos con tan solo mirarlos ese poder que tenia oculto era muy poderoso y podía causar daño si no era controlado, alzo sus manos creo el portal y entró rápido.

El grupo de cazadores tenía un haz bajo la manga cuando Evan puedo entrar uno de ellos lanzó una daga cargada de veneno, el viaje fue rápido ya Evan se encontraba en Vermont un sentimiento raro invadió todo su cuerpo se toco la espalda y al ver su palma de su mano esta estaba bañada en sangre, cayó al suelo el veneno empezaba actuar de manera rápida necesitaba enviar una señal al aquelarre para que fuera rescatado pero sus poderes no daban más tras haber abierto aquel portal toda su magia se agotó.

Como pudo se levanto y poco a poco fue caminando a la casa, el dolor era insoportable una especie de ardor le quemaba su parte afectada tocó la puerta varias veces hasta que salió Margaret se sorprendió mucho al ver aquella escena, pero no quería darle paso pensaba que era una trampa.

—Me llamo Evan Wytte soy sobreviviente del aquelarre Wytte, llegue hasta por medio de un portal pero fui herido por una daga envenenada, en este momento no puedo mostrar mis poderes porque siento que me estoy muriendo, por favor ayúdame—expreso con voz átona.

—Está bien pasa pero aun dudo de ti, así que cuando te recuperes mañana me mostraras todo lo que haces.

Evan asintió y fue ayudado por varias chicas más, lo llevaron a la habitación de huéspedes Margaret fue en busca de un hechizo para curar su herida ya que esta le estaba consumiendo la carne, aquel veneno no era normal para que actuará de tal forma.

—Thalia necesito de tú ayuda, tenemos una emergencia en el aquelarre—dijo Margaret entrando al cuarto de su hija.

—¿Qué sucedió mamá? —replico.

—te cuento todo abajo, me ayudarás a curar a un brujo.

Thalia al escuchar la palabra brujo se sorprendió mucho, ella pensaba que solo las mujeres podían ser brujas pero no era muy común que hubiera hombres con dones parecidos.

—Mamá hay un hechizo para sanar rápido lo leí justamente hace unas horas, solo se necesita la ayuda de dos brujas así que hagámoslo las dos.

—Excelente, vayamos a curarlo enseguida el muchacho está muriendo lentamente.

Los gritos de Evan se escuchaban por toda la casa estaba sufriendo por el veneno regado en su cuerpo, Margaret pensaba que eso era obra de los cazadores de brujas solo ellos envenenaban sus armas para matar a grandes brujas pero este chico era la excepción ser el único sobreviviente del aquelarre Wytte es algo muy sorprendente, Evan tuvo que ser amarrado en manos y pies ya que no podía quedarse quieto.

Thalia y Margaret pronunciaron las siguientes palabras del hechizo: —"tui gratia Iovis gratia sit cura"

La casa empezó a temblar todas las chicas se veían a los rostros, una especie de brillo blanco salía de las manos de Thalia y la herida de Evan empezaba a curarse muy rápido sus quejidos cesaron y pudo levantarse de la cama lentamente, al girarse sus ojos aun seguían rojos causándoles un susto a Thalia y Margaret.

— ¿Eres un vampiro? —preguntó Thalia.

—No, soy un brujo, esta habilidad he estado ocultándola desde que era un niño pero al parecer no quiere volver a su estado normal—respondió.

—Bien ya estas recuperado cuéntanos sobre tu clan extinto, si eres realmente un brujo al menos nos mostraras alguna habilidad especial a parte de tus ojos—expresó Margaret con gélida voz.

Evan no tuvo problema de hacerlo les contaba a sus interlocutoras como era su vida antes de su familia fuera eliminada, él y su hermano menor fueron los sobrevivientes de aquella sangrienta tragedia ambos se mudaron a Nueva York para llevar una vida "normal" al principio fue fácil ya que estaban infiltrados con mortales pero eso no duro mucho, tenían que cambiar constantemente de residencia para protegerse.

— ¿Cómo se llama tu hermano? —le preguntó Thalia.

—Alan...Alan Wytte pero está refugiado en otro lugar pero por ahora no me devolveré a Nueva York sería un auto suicidio, lo llamaré y le informaré que estoy en Vermont que en unos días o un mes iré por él.

—Okay escuchamos tu historia, pero necesito ver que dones tienes dame tus manos—interrumpió Margaret.

Evan estiró sus manos y sintió el toque de Margaret, la mujer pudo ver toda vida del chico no era mentira lo que le había dicho anteriormente en ese momento soltó sus manos y le dio un abrazo, Thalia no esperaba esa reacción de su madre hacia un extraño Margaret pudo sentir la tristeza de Evan por haber perdido a su madre en sus brazos, al terminar ese abrazo le comentó que podía quedarse el tiempo que fuese necesario y que buscará a su hermano menor para que estuviese más protegido y así estuviese rodeado con lo que siempre ha sido un brujo.

Evan se presentó con sus compañeras todas hablaban en secreto de que era muy apuesto, todas se fueron a descansar ya estaba a punto de amanecer lo importante era salvar a Alan pero para eso debían prepararse muy bien y practicar con sus poderes para vencer a sus adversarios.

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