Capítulo 6

 Con Ariel abrimos los ojos como platos al ver que se trataba del libro que recientemente me había hablado.

—Vaya ya se habían tardado. Aunque.

—¿Qué?

—Esto es raro, antes no funcionaba así.

—¿Entonces?

—Siempre las chicas se peleaban por tener este libro en su poder y ahora a ti te llega así de fácil y enviado directamente de ellos.

—Tal vez se equivocaron.

—No, algo estarán tramando, seguro uno de ellos quiere algo contigo o más bien darte duro contra el muro —río. Pero a mí no me dio gracia. Cerré el libro de golpe.

—Ellos me van a escuchar —me levanté con el libro en la mano.

—Espera —Ariel me hizo sentarme. Es mejor que no te metas con ellos, créeme ellos no solo dan servicio sexual. ¿Por qué crees que nadie los delato?.

-Bueno tendré el honor de ser la primera en hacerlo —Me paré

—¿Quieres morir? —me volvió a sentar.

—No les tengo miedo.

—Es mejor que solo dejes el libro aquí, créeme será más divertido.

—¿Qué? -Ariel me quito el libro de las manos y lo colocó en la mesa, me tomo del brazo y caminamos hacia la esquina de la cafetería.

—Solo observa.

Canela se puso de pie y camino hacia la mesa en la que estábamos, abrió el libro, luego de un rato lo cerró bruscamente y se lo llevó con sus amigos, ellos se burlaron de él.

A Ariel también le daba mucha gracia.

—Apuesto a que ellos apostaron a que no te inscribirías —no dejaba de reír yo no le encontré mucha gracia.


💫💫🌠



 Estaba muy felizmente descansando, cuando mi padre llego abrir las cortinas de mi ventana y cantando ópera.

—¿En serio? —me metí abajo de mis sabanas.

—Es sábado —me tiro un almohadón.

-Sí, es sábado, por eso aún duermo —le tire el mismo almohadón.

—En la encimera te dejé dinero para que compres un vestido. Esa palabra me quito el sueño y bajé corriendo hasta la cocina.

—¿Vestido?

—Hoy es la fiesta. La fiesta, ya me había olvidado de eso, y deseaban que mi peculiar padre también la hubiera olvidado.

—Pero eso es hasta en la noche, no entiendo por qué debo madrugar - bostecé.

—July son las 9 de la mañana

—¡Nueve! Aún es muy temprano.

—Vete a bañar, arréglate y ve a buscar algo lindo para regalarle a Fernanda —me despeino y salió hacia su trabajo. Genial Tome un vaso de leche y me hice unos panes con jalea. Arregle el pequeño desorden que tenía por toda la casa y al final tome un baño. Tome el dinero que dejo mi padre y salí a buscar un regalo para la famosa Fernanda. Ni siquiera sé cuantos años va a cumplir o que le gusta. Rayos. ¿Ahora que le compró?

Recordé a Ariel y le llame para que me ayudara.

—No puedo creer que vas a ir a la fiesta de Fernanda ella siempre da las mejores fiestas, nunca me invito por supuesto, pero todos siempre hablaban de cuán gloriosas eran sus fiestas. Créeme lo que sea que traigas ahí no te alcanzará para comprarle un regalo “digno” —rodeo los ojos.

—Bueno lo importante es llevar algo, además no le pondré mi nombre. Entramos a la tienda que Ariel creó más apropiada y todo brillaba y todo se veía muy caro

—Mira ese vestido, mira esas hoyas, ¡Oh por dios! Mira esos zapatos —mi amiga iba de un lado a otro burlándose de como otras tontas chicas reaccionarían a esas cosas, no podía evitar reírme así que me uní a ella.

—Mira este sombrero —Me lo puse y comencé hacerle ojitos

—Mira este labial, lo abrió y se aplicó un poco. -Este vestido me queda di-vi-no —comencé a dar vueltas con el. Hasta que alguien me lo arrebató.

—Si no van a comprar algo es mejor que dejen las cosas en sus respectivos lugares -Una señora de unos treinta y algo, muy bien vestida, llego hablarnos.

—Creo que aquí no hay nada acorde a mi figura

—Ariel me tomo de la mano y salimos de esa tienda riéndonos.

—Eso es lo más gracioso que he hecho.

—July, cariño te hace falta vivir más, pero no te preocupes ahora que estas conmigo eso cambiara. Termine por comprarle una cajita de música. Llegue a mi casa a conseguir algo apropiado para la tal fiesta. Me puso un macaquinho corto rosa, un sombrero negro y unos botines negros, me maquillé discretamente. Tome el regalo de Fer y salí de la casa. Toqué en la pequeña cabaña y salió alguien a decirme que la fiesta era en la parte trasera, rodee la casa y me encontré con un patio grande y despejado, lleno de mesas muy bien adornadas luces por todos lados. Un pequeño escenario muy bien equipado, ahora veo a lo que se refería Ariel.

—Pase adelante —una señora muy amable llego a saludarme —Soy la madre de Fernanda - me dio un beso en la mejia

—Yo soy su vecina, July

— Lo sé, tu padre habla muy bien de ti le sonreí.

¿Cómo Canela puede tener una madre tan linda?

July, que bueno que ya estás aquí.

Le presentó a Alonso, es mi amigo espero no se moleste de que lo haya invitado.

De ninguna manera entre más mejor Nos llevó hasta una mesa vacía y nos ofreció algo de tomar, luego se fue a tender a los demás invitados.

Es la mejor fiesta que he visto que hagan aquí. comentó Alonso

 Es la primera fiesta que hacen aquí. La comida esta realmente buena, ya llevamos aquí hace mucho y aún no conozco a Fernanda. Alonso se fue por unas bebidas, pero ya se tardó mucho. Comencé a jugar con mi pulsera. Note que un pequeño niño comenzaba acosarme.

¡Buu! el niño salió corriendo. Comencé a reírme.

¿Por qué asustas al niño? Volteé a ver desconcertada.

Hola Canela tomó mi sobrero y se lo puso mientras se sentaba a mi lado.

Hola, sabes desde qué nos conocimos es la primera vez que me saludas. La culpa es del niño que comenzaba acosarme. alce las cejas

 La cortesía no es lo mío sonrió, no había notado que tenía dientes de conejo, eso hasta es tierno.- Y que culpa tiene el niño de que seas tan linda paso su dedo debajo de mi barbilla.

Así, no lo había notado dejé escapar mi lado irónico.

Estás muy linda.

Gracias ¿En serio, me dijo un cumplido?

¿Quieres bailar?

Ah, no, yo no bailo.

Claro, esta clase de música no va acorde a tu estilo de vida, puedo decirle al Dj que ponga country

-¿Qué, que te hace pensar que yo bailo country? Me vio de arriba hacía abajo.

Bueno no se creí que eso se baila en este pueblucho.

Pueblucho, te recuerdo que ya eres parte te esté pueblucho. me levanté.

Espera me tomo de la muñeca - no quise ofenderte volví a sentarme.

No te preocupes Canela.

¿Canela? No me gusta que me llamen por mi apellido, mi nombre es Jos volvió a sonreír.

El mío es

 Juliet, lo sé

Me gusta que me digan July ¿Cómo supiste mi nombre?

Averigüé me hizo un guiño

¿Por qué?

Porque no lo haría, no te que no te inscribiste en el libro.

¿Qué? lo mire atónica.

Imaginó que Ariel te contó como funciona fruncí el ceño

Eres un idiota.

Esta vez fui rápida y logré alejarme de él. 

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