4

Desde que salimos de la empresa, Martha no ha hecho otra cosa que no sea alardear delante del resto de los miembros del comité directivo, sobre el éxito del proyecto que ella supervisa, bla, bla, bla, me da tanta rabia, porque ella posee un cargo de papel, y soy yo, quien hace todo el trabajo; respiro profundo y controlo mis impulsos de desmentirla, no me conviene hacer un show delante de los ejecutivos que pronto descubrirán quien hace en realidad el trabajo.

Llegamos a las instalaciones de la UCE, quedo maravillada el campus es impresionante, hay jardines hermosamente diseñados a los alrededores, y la infraestructura sería un deleite para cualquier arquitecto. Al entrar, justo en el medio del enorme salón se encuentra una señorita con look estilo bibliotecaria, quien nos da la bienvenida.

—Buenos días, mi nombre es Margaret Fuentes, soy la secretaria de la rectoría de la UCE, seré su guía esta mañana—dice sonriente.

Todos saludamos y hacemos gestos de agradecimiento, ella nos indica que antes de nuestro encuentro con los directivos de la institución, quieren que conozcamos la sede principal y como es la mecánica de educación que llevan a cabo.

Sus palabras me entusiasman mucho, ya que con esa información podré elaborar una mejor estrategia para los futuros programas de capacitación e integración de nuevo personal dentro de la empresa.

Iniciamos la caminata y ella nos habla de la historia de la universidad, la mecánica de estudio, cuales son los lineamientos, metas y exigencias entre otras cosas; yo me encuentro maravillada, mientras más caminamos más imponentes son las instalaciones, sobre todo los laboratorios y auditorios, sencillamente espectaculares.

Estoy tan concentrada en la información que transmite Elena que no me había dado cuenta que el grupo inicial se había hecho más grande, se unieron como unas 5 personas adicionales, no les presto mucha atención y continuo atenta a las explicaciones de la guía.

Con mi vista periférica puedo ver como Martha está muy entusiasmada, es más casi encaramada de un hombre alto que ni idea de quién es. Ahí  está la resbalosa esa tratando de ser el centro de atención y de enredarse con otro, como ya desechó al de turno; siempre es lo mismo, no puede ver un hombre porque ahí mismo se le bajan las medias, como no quiero ser testigo de su derrape. camino más a prisa y quedo al inicio del grupo, dejándolos atrás.

Después de casi una hora de recorrido, Margaret indica que es todo, aplaudimos espontáneamente a la amable e inteligente mujer que nos atendió.

—Muchas gracias, espero lo hayan disfrutado tanto, como yo de su compañía; por favor entren a esta sala y tomen asiento en unos minutos llegaran los directivos— nos dice mientras señala una hermosa puerta de madera.

Soy de las primeras en entrar y tomo asiento en una de las esquinas de la gran mesa que está en el centro, poco a poco van entrando los demás, menos Martha que tarda varios minutos en ingresar, al parecer hay una especie de conflicto en la puerta, no dejan entrar al hombre que estaba con ella, ni tampoco a otras personas de las que se unieron al grupo.

Si bien, me da curiosidad no sigo prestando atención me sirvo un poco de café, bebo un sorbo y cierro mis ojos para disfrutarlo; pero al hacerlo veo los ojos y la silueta de aquel hombre encima de mí, me asusto y los abro de inmediato,

—No es momento de estar pensando tonterías—pienso

Disimuladamente me acomodo en mi silla. Finalmente Martha entra a la sala y toma asiento, tiene una cara de fastidio que para mí es un poema, ya que su personaje de profesional intachable se está viniendo abajo con los ejecutivos, pasados unos minutos, hacen su entrada los directivos de la UCE, la rectora Ariadna Estrada, juntos a los decanos,  la señorita Estrada es admirable, ya que es la mujer más joven en ocupar  el tan importante cargo, un ejemplo para todas la mujeres sin duda…

La discusión da inicio, convirtiéndose en un debate bastante interesante, surgen nuevos proyectos de prácticas profesionales, en nuestra institución con un objetivo de formación distinto enfocado en la resolución de conflictos corporativos modernos, y nuevos modelos de negocio, que a todos parece agradarnos. La reunión sigue por una hora más mientras se exponen argumentos y contrapropuestas, llegando a acuerdos prometedores para ambas partes.

Finalmente abandonamos la sala “H” de la UCE, estoy emocionada por los acuerdos obtenidos y como estos serán el impulso que necesito para ascender dentro de mi área. Busco a Martha para hacerle un par de planteamientos, cuando la veo me da la impresión que está haciendo berrinche, me acerco, y la muy estúpida me dice:

—¿Qué quieres?, ¿no ves que no estoy de humor para estar hablando con poquitas cosas? —

Mi sangre hierve, siento que voy a matarla, quiero cachetearla y dejarla sin un cabello, respiro profundo y le respondo sarcásticamente:

—Discúlpeme su excelencia, olvidé que su capacidad de atención es limitada y solo puede enfocarse en una cosa a la vez—

Su rostro se pone rojo, está a punto de hacer un espectáculo, pero como que cayó en cuenta de donde estaba, así que solo me torció los ojos y se fue de allí echando humo por las orejas. Debo admitir que se siente bien darle un poco de su propia medicina, pero, no sé qué consecuencias me traerá con su madre aunque reconozco que me encantó darme ese gusto.

 Los demás ejecutivos decidieron quedarse a almorzar dentro del campus a petición del rectorado, se supone que quien debe quedarse es Martha, pero como estaba en su mundo no tiene idea del favor que acaba de hacerme, Sergio el CFO me pide que los acompañe al almuerzo como representación de RRHH y acepto encantada. Le pido unos minutos para hacer una llamada, él me dice que me estará esperando cerca del pasillo principal y yo asiento mientras le doy una tímida sonrisa.

Camino hasta el jardín izquierdo del campus, una fuerte brisa hace que mi vestido se bata, y mi cabello que estaba suelto por el efecto cubre mi cara, me recuerda un poco a mi sueño, solo que esta es una imagen cálida y para nada tempestuosa como las que no me dejan dormir en las noches, de hecho se siente bien el aire sobre mi cuerpo, finalmente el viento sede y me deja hacer mi rápida llamada a la oficina, me cercioro que todo esté bien por allá, y cuelgo rápidamente para ir a encontrarme con Sergio.  

***

Salgo de mi oficina en dirección a la resección, con el fin de unirme al tour guiado pautado para el día de hoy, no entiendo porque no fui convocado para el encuentro con los ejecutivos Eigth8Night, se supone que los directores de facultades formamos parte de la junta directiva, pero no haz excluido de los encuentros corporativos.

Pero sin importar eso, pienso encontrarme con los ejecutivos de la empresa, y si puedo en el camino discutir unos puntos con los desarrolladores del programa, estoy seguro que haciendo esos ajustes podemos sacar el mejor provecho.

Camino lo más rápido que puedo, pero ya la comisión salió a recorrer las instalaciones, son tan grandes que no sé por dónde habrán empezado, en eso, veo a Daisy, la recepcionista, me acerco a ella y con mi tono de juan, le pregunto hacia donde se fueron, ella toda coqueta me indica que comenzaron por el Ala oeste, le guiño un ojo y me apresuro a alcanzarlos.

Llego al ala oeste, y ahí están siendo guiados por Elena la secretaria de la rectoría, me uno al grupo en silencio y escucho las explicaciones que está dando, en eso, una hermosa rubia alta con cuerpo de avispa se para a mi lado, su perfume es embriagador además que transmite mucha sensualidad.

—Disculpe, ¿tiene mucho rato que inició el recorrido? — Le digo con ánimo de hacer conversación.

—Como unos 15 minutos—me dice mientras arregla su cabello coquetamente.

—Qué pena haber llegado tarde, me perdí las presentaciones— le digo en tono galán en afán de saber su nombre, ella ríe y me mira con picardía.

-Mucho Gusto Martha Gutiérrez, subgerente de RRHH de Eigth8Nigth- me dice mientras extiende su delicada mano, yo le correspondo enseguida.

—Un placer, Enrique Marqués director de FACES— cruzamos miradas y ella se acerca aún más a mí.

—Nunca pensé que hombre tan joven fuera director de facultad, que gusto me da haber desarrollado este proyecto de formación profesional— me dice con muchísima picardía.

—Oh  que afortunado soy de conocer a tan practica mujer, me encantaría discutir algunos puntos con Ud. — le digo muy galante, pero con tono serio. Ella me mira expectante, se ríe y cambia de tema.

—Pero no hablemos tan rápido de trabajo, mejor prestemos atención al recorrido— me dice y casi se encarama encima de mí, es una mujer muy hermosa, que sea tan lanzada me desencanta un poco.

Giro mi cuello hacia la derecha y veo la silueta de una mujer y de inmediato las imágenes de mi sueño vienen a mi mente; ella se mueve rápido hacia la parte de adelante del grupo, no alcancé a verla bien pero me dejó intrigado.

Martha seguía pegada a mí como chicle, prácticamente no dejo relacionarme con ningún otro miembro del comité, es sensual pero empieza a fastidiarme. Finalmente llegamos a la sala “H”, todos empiezan a entrar y cuando es mi turno y el de los otros directores de facultad, Elena nos detiene en seco.

—Disculpen, lamentablemente no puedo dejarlos ingresar, solo los decanos y la rectora fueron convocados a esta reunión, lo siento—dice con tono condescendiente.

—No entiendo por qué no fuimos convocado, formamos parte de la junta directiva también— le digo con frustración en mi voz.

—De verdad lo siento, cualquier queja deberán plantearlas con sus decanos, estas fueron las indicaciones que dejo la rectoría—nos dice a todos, los demás le restaron importancia, pero a mi parece una falta de respeto. No me había fijado que Martha seguía pegada a mi brazo como chicle, y que por ello el tono de Elena era más antipático.

—Bueno ni modo, no hay nada que hacer, me retirare a mi oficina— digo y me aparto de la puerta, Martha me sigue y me dice que sin mí ya no tiene ganas de entrar, haciendo pucheros me pareció una falta de profesionalismo terrible.

—No deberías dejar pasar esta oportunidad, más siendo líder del proyecto— le cuestiono, ella cambia de actitud y dice:

—Solo digo que sin ti, será aburrido cariño, obvio que voy a entrar si soy el objetivo de la reunión— me dice con altivez, le doy una sonrisa y salgo de ahí.

Ya ha pasado una hora desde que inicio la conferencia, me quede por los alrededores, esperando la oportunidad de poder hablar con CFO de la empresa, quiero proponerle que realice un par de conferencias para mis estudiantes, podría servir de inspiración para muchos, tocan mi hombro, y volteo, es Susan.

—¿Lcdo. Marqués no va a salir a almorzar? —Me pregunta algo preocupada.

—Si querida Susan, solo estoy esperando a una persona, no te preocupes— ella asiente y se retira a comer, mientras estaba de espaldas no me fije que ya el comité había abandonado la Sala “H”, rayos me reprendo internamente por haberme distraído,

Doy un suspiro y veo hacia la salida del jardín izquierdo del campus, y ahí está como una visión, una mujer parada a lo lejos entre los árboles que se encuentran al principio del jardín, la imagen me turba, me acerco un poco más para verla mejor, una fuerte brisa sopla y hace que su vestido se bata. El cabello le cubra el rostro, no puedo verla bien; antes de observar con claridad, me tiran del brazo y me dan la vuelta, es Martha.

—Estoy libre guapo, podemos ir almorzar a donde tú quieras— me dice, y pienso en que momento el coqueteo con esta mujer se me salió de control.

—Lo siento hermosa, ya tengo planes, mejor lo dejamos para otra ocasión— le digo lo más sutil que puedo, ella me mira y pone cara de cachorrito.

—Pero… pero yo quiero comer contigo hoy,  tu dijiste que querías discutir unas cosas conmigo— me dice y se pega de mi brazo.

—Si hermosa, eso dije, pero ya tengo un compromiso previo, de verdad hoy no puedo, aquí ésta mi tarjeta, llámame más tarde y arreglamos ese almuerzo— le digo soltando suavemente mi brazo  mientras me despido y salgo de allí.

Debido a la interrupción de Martha no pude identificar bien a la chica de la entrada, solo sé que su imagen es muy parecida a la de la mujer que aparece en mi sueño, me dejó cautivado y confundido ¿Quién es Ella?

Voy caminando, y al llegar al pasillo que va a la cafetería del campus, tropiezo con Sergio Maldonado justo a quien esperaba, nos saludamos efusivamente, ya que estudiamos juntos, hace varios años que no nos veíamos.

—Mira lo pequeño que es el mundo, Kike jamás pensé verte por estos parajes— me dice entre risas, yo no puedo evitar soltar una carcajada.

—Hace muchos años que nadie me llamaba así— le digo y palmeo su espalda  —justo a ti era a quien estaba buscando-

—¿Cuéntame para que soy bueno? — Me responde como en los viejos tiempo directo y al punto, entonces le planteo el ciclo de conferencia que tengo pensado que realice el acepta encantado, siempre ha buscado ser inspiración para todos.

Terminamos de conversar y me pregunta si quiero comer con ellos, lo veo con interés preguntando con quienes, entonces, dice que el rectorado invitó a los miembros del comité a un almuerzo informal en el campus, estoy a punto de aceptar, cuando dice que está esperando a la líder del programa de prácticas —Martha— pienso, obviamente no quiero verla, mucho menos después de rechazarla.

Me disculpo con Sergio, le miento diciendo que tengo otro compromiso, nos despedimos no sin antes intercambiar números de teléfono y me apresuro a desaparecer de ahí antes que Martha llegue.

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo