Capítulo 7

El comité de lobos pide mi presencia ¡maldición! ¿que habré hecho ahora? No e hecho nada malo estos días...Solo e matado uno que otro vampiro en las últimas semanas pero ningún humano me a visto. 

—¿porque quieren verme? —pregunto nerviosa, Leonardo se pasa la mano por su barbilla de 2 días sin afeitar se ve tan atractivo. 

—no lo se —dice finalmente, yo suelto un bufido y me maldigo mentalmente espero no haber hecho algo malo. 

—esta bien, preparare mis cosas pero mis amigos también vendrán —digo en tono firme.

—como quieras —dice en tono desinteresado, camina por mi habitación de un lado a otro observando cada detalle la verdad no hay mucho que ver, paredes color celeste, con fotografías de mi con Nina, con Elio y Matt.

—¿que hay entre tu y ese chico? —dice señalando una fotografia en la que Elio me carga en brazos sonriendo.

—es mi beta & mejor amigo —digo frunciendo el ceño, Leonardo endurece su mirada y se posiciona frente a mi.

—eres mia solo mía —dice en tono posesivo.

—les diremos en Londres a todos que tu eres mi luna —sin decir más se aleja y sale de la habitación. 

Me quedo con la boca abierta, definitivamente estoy muy confundida, se que se a controlado tengo que admitir pero no siempre será así, perderá el control en algún momento. 

—¿pasa algo? —Elio entra a la habitación mirándome con curiosidad.

—prepara tus cosas nos iremos a Londres —digo suspirando, el abre los ojos como platos.

—el comité de lobos quiere verme —juego con un mechón de mi cabello nerviosa espero no estar en problemas. 

—¡que hiciste! —dice preocupado.

—yo no hice nada —digo segura, bueno eso creo.

—solo ve a preparar tu equipaje, le diré a Nina y a mi hermano —salgo de la habitación y voy a la cocina ahí está Nina con Matt discutiendo sobre la actitud de Leonardo respecto a mi. 

—de que hablan —digo fingiendo curiosidad, los escuche gracias a mi bueno oído de loba.

—nada —dice Matt nervioso, yo sonrió al verlo tan nervioso.

—preparen sus maletas nos iremos a Londres —ellos intercambian miradas y me miran desconcertados.

—el comité de lobos quiere verme —digo suspirando.

—¡que hiciste! —grita Nina sorprendida.

—¡yo no hice nada maldición! —digo irritada, se que no soy muy responsable pero no e hecho nada que merezca un castigo.

—lo siento —dice Nina en tono arrepintió, yo asiento y le doy un abrazo. 

Todos preparamos nuestras maletas y conducimos en dirección al aeropuerto. 

—esperen aquí iré a comprar los boletos —dice Leonardo serio, todos asentimos & el se marcha.

—¿para que crees que el comité quiera verte? —pregunta Matt en tono curioso.

—no tengo idea, tu deberías saber eres parte de ese comité —digo cruzando mis brazos esperando alguna explicación.

—a mi no me han dicho nada —dice Matt en su defensa.

—listo ya podemos irnos —dice Leonardo llegando donde nosotros, con los boletos en mano.

—bien vámonos —dice Matt tomando mi maleta, pasamos por seguridad y después subimos al avión.

Tengo un mal presentimiento de esto. 

—Clare ¿tu que piensas? —pregunto nerviosa.

no lo se Natale

—dice desconcertada.

lamento haberte dicho que los mates no existen pero es que tu sabes como es Leonardo —digo angustiada.

lose Natale, su aura es muy oscura llena de maldad pero desde que sabe de ti, no lo se a cambiado —dice mi loba sorprendida.

no lo se —digo en susurro. 

—¿que tanto piensas? —pregunta Leonardo tomando mi mano. 

Lo miro sorprendida, nunca antes lo había hecho, su mirada se dulcifica un poco y eso me deja desconcertada aveces puede ser frío y aveces puede ser dulce.

—Leonardo tu y yo somos diferentes ¿porque no sólo me olvidas o me rechazas? —pregunto confundida.

Leonardo suelta un largo suspiro y se queda ido en sus pensamientos. 

—porque eres diferente Natale, tienes algo especial que me atrae como una polilla ala luz, pero eso no significa que seré el hombre más dulce del mundo, te castigaré si haces algo incorrecto eres mía y tienes que hacer lo que yo diga —dice mirándome fijamente, yo niego con la cabeza incrédula ¡es por eso que no quiero estar a su lado! Hacer lo que el me diga, nunca lo haría. 

—obedecer no es mi estilo —digo duramente.

—pues haré que que sea tu estilo Natale Gabrielli, porque ahora que te encontré no te dejare ir —dice susurrando en mi oído haciéndome erizar cada folículo de mi cuerpo. 

Solo quiero llegar a Londres ver al comité de lobos y largarme a un lugar donde Leonardo no pueda encontrarme. 

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