Keira salio del estudio, corrió a su habitación, las lagrimas no paraban de brotar, cuando llego a su cuarto cerró con seguro y se tumbo en la cama a seguir llorando desconsoladamente, no entendía que era lo que había hecho mal para que tuviera que cargar con tan cruel injusticia hacia su persona, después de un rato de tanto llorar se quedo dormida.

A la mañana siguiente se levantó como de costumbre, se alistó y salio de la habitación, pasará lo que pasará recordaba esas palabras que le había dicho su madre ayer en el estudio.

Pasará lo que pasará, claro ¡pasará lo que pasará iré al colegio y terminaré!. Keira se ánimo así misma.

— ¿A dónde crees que vas Keir?

— Buenos días madre, iré al colegio.

— No ya no iras de nuevo al colegio.

— ¡ No puedes hacerme esto!

— Si si puedo, te dije que hoy te daría información acerca de tu futuro esposo, así que hoy te quedas en casa, y seguirás quedándote en casa en el futuro, serás una mujer del hogar ya no podrás asistir al colegio.

— ¿Desde cuando se decidió esto madre?

— Acaso eso importa, te casaras dentro de un mes, ya no necesitaras volver a la escuela.

— Claro debió de haber sido esto por lo cual la mestra preguntó si ya había hablado con ustedes

— Si posiblemente si, ya fuimos a hablar al colegio para informar que no podrás ir desde hoy.

— Pero yo si quiero asistir

— ¿Que es lo que no te queda claro?

— ¡Todo, todo madre! hasta ahora me entero de todo lo que planeaste a mis espaldas, creo que solo estabas esperando a que fuera mayor de edad para venderme.

— Piensa lo que quieras, no saldrás de esta casa, no pisaras ni la hierba del jardín, ni abrirás la ventana para respirar aire puro hasta que te cases.

— Realmente los odio en estos momentos, entendieron les odio.

— Kei ya no hagas las cosas difíciles a tu madre, por favor.

— Tu no digas nada, después de todo mi madre tenia razón, siempre fuiste y serás un cobarde, esperaba más de ti papá.

— Aun así necesito llevar a mi hermano al colegio.

— Tu hermano ya esta grande tendrá que ir solo, ahora siéntate toma el desayuno y luego ve al estudio, te estaré esperando.

Ese mañana Keira no pudo comer nada, no lograba pensar en una forma de revertir aquella situación, así que dejo el plato sin tocar y se dirigió al estudio, su madre estaba sentada justo en el mismo lugar.

— Toma asiento Keir

Todavía dudando un poco, keira se mostró reacia a sentarse.

— ¡Keiraaaa! te he dicho que te sientes.

— Yo no tengo más opcion que hacerlo ¿verdad?

— Keir mamá solo quiere que vivas bien, mamá sabe que el mundo no es maravilloso, hay muchas cosas buenas así como cosas malas, mamá solo quiere lo mejor para ti, mamá es inteligente eso es todo, quiero que lo entiendas, las decisiones que tomo son por que les amo y no los quiero ver sufrir.

Keira solo se limito a escuchar a su madre, quien continuaba hablando sin parar de cuanto la amaba, pero para ella solo sonaba vacío y sin sentido, era más hipocresía que amor.

— Dime ¿Con quien voy a casarme?

— Su nombre es Emmett Dankworth Callen, es el único hijo varón de la familia, tiene dos hermanas, una de 16 y la otra de 20 años, su familia es extensa pero solo en tíos y tias, su madre murió y su padre aun continúa con vida, el será el heredero una vez que su padre muera, así que tu serás la esposa de un heredero, keir serás millonaria cariño.

— Sus hermanas casi son de mi edad dime madre, ¿Cuantos años tiene Emmett?.

— Keir la edad no importa.

— Dime estoy esperando tu respuesta.

— Esta bien, de todos modos no importa te casaras, Emmett tiene 38 años.

— ¡Que, 38 años, es demasiado viejo para mi, son 20 años de diferencia madre, no es posible!, no pudiste conseguir por lo menos un comprador joven, ya que ibas a venderme pudiste a ver buscado a alguien que fuera de mi edad, solo voy a parecer su hija, ¿ me estas escuchando?

— keir solo tienes que aceptarlo él cuidará de ti, pero es importante que sepas algunas cosas.

— Dime cuales

— Te eligió por que debias ser sumisa, no le gustan las personas arrogantes y que discuten, solo debes seguir sus órdenes y darle un heredero eso seria todo.

— Tengo alguna otra opción madre

— No keir, ya ha pagado nuestras deudas y al menos que nos quieras ver morir en sus manos, no te cases, pero piensa en tu hermano ¿ te gustaría verlo sufrir?, es la única salida keir, tienes que hacerlo.